La operación de Israel en 1976 para rescatar a más de 100 rehenes secuestrados por terroristas en Entebbe demostró al mundo que los judíos “ya no son indefensos,” expresó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en el campo de aviación de Uganda, donde su hermano Yonathan murió durante la legendaria incursión 40 años antes.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Netanyahu dio inicio a una gira por cuatro países africanos con la ceremonia que marcó uno de los mayores éxitos de Israel en la lucha contra el terrorismo y una de las operaciones de rescate más impresionantes jamás realizadas.

La incursión en Entebbe, dijo el primer ministro, “fue un momento decisivo para mi pueblo.”

“Durante el Holocausto, los judíos fueron asesinados por millones, sin estado. El Estado de Israel cambió esa realidad. Fue tal vez en Entebbe, donde esta transformación fue vista por el mundo. Ya no éramos indefensos.”

En el verano de 1976, un grupo de terroristas alemanes y palestinos secuestraron un vuelo de Air France de Tel Aviv a París, exigiendo la liberación de decenas de presos de todo el mundo. En los días que siguieron, los terroristas liberaron a la mayoría de los rehenes, a excepción de los israelíes y algunos pasajeros judíos que mantenían bajo vigilancia armada en el aeropuerto de Entebbe en Uganda, con el apoyo del dictador del país Idi Amin.

En una audaz incursión nocturna, un grupo de comandos israelíes entró al campo de aviación y rescató a casi todos los rehenes. Tres pasajeros murieron durante la operación, al igual que Yoni Netanyahu, el comandante de la unidad élite de Sayeret Matkal, que jugó un papel central en la lucha.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que habló después de Netanyahu, condenó las acciones de Amin y dijo que Israel tenía razón de haber llevado a cabo la operación de rescate.

“Los contactos de Amin con los terroristas fueron en sí un delito,” dijo Museveni.

De pie, en la misma pista de aterrizaje donde murió Yonathan, el primer ministro Netanyahu habló de la valentía de su hermano, a cargo de las fuerzas que aterrizaron en el aeropuerto para atacar a los terroristas.

“Entebbe está siempre conmigo, en mis pensamientos, en mi conciencia y en el fondo de mi corazón,” manifestó.

La ceremonia contó con la presencia de miembros de la Kneset, representantes de las FDI, algunos de los soldados que lucharon en Entebbe, y rehenes sobrevivientes acompañados de sus familias.

El hijo de uno de los rehenes, ahora un soldado en el Cuerpo de Artillería de las FDI, encendió una antorcha conmemorativa en el inicio de la ceremonia, impregnando el área con el olor del fuego y del humo.

Dirigiéndose a la multitud, Netanyahu dijo que se sentía “conmovido” de encontrarse en el mismo lugar donde las tropas de las FDI liberaron a los rehenes a miles de kilómetros de territorio israelí y agradeció a los soldados que participaron en la incursión.

“Cada uno de ustedes, soldados y pilotos, no sabían si volverían a casa. Ustedes vinieron a rescatar, pero sabían que si algo iba mal no había certeza de que alguien vendría a rescatarlos.”

De cara a las familias de los rehenes, el primer ministro compadeció a aquellos “cuyos seres queridos murieron durante o después de la operación”, y dijo que al igual que ellos, él mismo sintió el terrible dolor al enterarse de la muerte de su hermano.

Pero a pesar del terrible precio, la operación es considerada un éxito, que mejoró la reputación de Israel en el mundo.

Netanyahu trazó una línea directa entre el ataque y la lucha contra fuerzas extremistas: “El mundo requiere de dos cosas para combatir el terrorismo. La claridad para distinguir entre el bien y el mal, y el valor para luchar contra el terrorismo. Debemos condenar todos los actos terroristas, independientemente de dónde se cometen,” apuntó.

El primer ministro israelí llamó a África un “continente en aumento” y dijo que estaba
orgulloso de visitarlo.
“Israel vuelve a África, y África vuelve a Israel”, dijo, repitiendo una consigna que acuñó cuando anunció el viaje hace varios meses.

“Damas y caballeros, este es un día muy emotivo para mí,” dijo, volviendo al tema de la incursión de Entebbe. “Entonces, el terrorismo sufrió una dolorosa derrota. Esa operación, es una prueba de que el bien puede triunfar sobre el mal.”

Tras los discursos, Netanyahu depositó una corona en memoria de su hermano y las otras personas que murieron en el ataque.

Fuente: The Times of Israel

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