El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el miércoles un estado emergencia de tres meses, prometiendo capturar al grupo “terrorista” detrás del intento de golpe militar de la semana pasada.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Erdogan acusa a los seguidores de su archienemigo, el clérigo Fethulla Gülen, de organizar el golpe, lo que provocó una ola de aproximadamente 50,000 arrestos y presuntos conspiradores despidos.

Se requiere un estado de emergencia “a fin de eliminar rápidamente todos los elementos de la organización terrorista implicados en el intento de golpe,” afirmó Erdogan en el palacio presidencial de Ankara.

El anuncio se produjo tras largas reuniones del Consejo de Seguridad Nacional de Turquía y el gabinete encabezado por Erdogan, en el palacio presidencial.

El estado de emergencia otorga poderes adicionales al gobierno para restringir la libertad de movimiento, dijo un funcionario, y añadió que no se limitarán las actividades financieras o comerciales, ya que “el derecho internacional establece los límites de las restricciones.”

En 2002, Turquía levantó su último estado de emergencia, impuesto en las provincias del sureste para luchar contra los militantes kurdos en 1987.

El artículo 120 de la Constitución permite un estado de emergencia que ha de imponerse “en un momento de grave deterioro del orden público debido a los actos de violencia.”

La comunidad internacional ha expresado su creciente preocupación a medida que las autoridades turcas han arrestado o despedido tropas, policías, jueces, maestros y otros funcionarios públicos tras el fallido intento de las tropas rebeldes de tomar el poder.

Previamente, el líder turco atacó a los críticos de las medidas extremas indicando al canciller de Francia, Jean-Marc Ayrault – quien había advertido a Erdogan no utilizar el fallido golpe de Estado como un “cheque en blanco” para silenciar a sus oponentes – que se “ocupe de sus asuntos.”

“¿Acaso él tiene la autoridad de hacer esas declaraciones acerca de mi persona? No, no la tiene. Si el canciller desea una lección de democracia, puede aprenderla de nosotros,” dijo Erdogan a Al-Jazeera.

El secretario de Estado, John Kerry, apoyado por ministros de Exteriores aliados, manifestó que aunque “condenamos este golpe,” es importante que “se respete plenamente la democracia que estamos apoyando.”

Por su parte, el portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que en Turquía “casi todos los días estamos viendo nuevas medidas que violan el estado de derecho y que desconocen el principio de proporcionalidad.”

En la entrevista a Al-Jazeera, Erdogan insistió en que los arrestos y suspensiones se han llevado a cabo “dentro de la ley” y que sus esfuerzos para detener a los implicados están lejos de terminar.”

Erdogan se encontraba en el complejo vacacional de Marmaris cuando se produjo el intento del golpe. Logró escapar de los soldados rebeldes y voló a Estambul, donde ha permanecido desde entonces, apareciendo ante de grandes multitudes de partidarios con banderas por varias noches consecutivas.

Las autoridades turcas han puesto en marcha una operación para encontrar a los 21 comandos sospechosos de haber participado en el ataque contra el hotel donde se hospedaba Erdogan.

El presidente turco dijo a CNN esta semana que su vida había estado en grave peligro. “Si me hubiese quedado en Marmaris 10 o 15 minutos más habría sido asesinado o secuestrado,” expresó.

El golpe dejó más de 300 muertos y causó escenas de devastación, especialmente en Ankara, donde aviones de combate y helicópteros convirtieron a partes del parlamento y la sede de la policía en escombros.

El gobierno dice que 312 personas murieron en el intento de derrocamiento, incluidos 145 civiles, 60 policías, tres soldados y 104 conspiradores.

Desde entonces, el gobierno ha reprimido a presuntos soldados rebeldes, y detenido a 99 generales y almirantes. Además, miles de soldados fueron puestos en custodia que más tarde fueron vistos magullados y heridos.

Ankara acusa a Fethulla Gülen de ser el cerebro detrás del golpe fallido, y la represión masiva parece estar dirigida contra sospechosos vinculados con el ex-aliado y enemigo de Erdogan.

000_DC6TQ-e1468929921149-305x172Turquía exige la extradición de Gülen y ha enviado evidencias de su presunta participación, según el régimen.

En su primera conversación telefónica desde el intento de derrocamiento, el presidente Barack Obama prometió ayudar a Erdogan en la investigación sobre el golpe militar, que ha amenazado con elevar una vez más las tensiones entre los aliados de la OTAN.

Gülen emitió un comunicado el martes instando a Washington a rechazar el llamado de extradición y negó haber estado involucrado en el fallido golpe.

El clérigo de 75 años de edad radica en Pennsylvania, pero conserva vastos intereses en Turquía que van desde los medios hasta la financiación de escuelas y ejerce influencia sobre diversos órganos del Estado, incluyendo el poder judicial y la policía.

Fuente: The Times of Israel / Stuart Williams, Fulya Ozerkan y Frank Zeller

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