A medida que el precio de la impresión 3-D baje, se abrirá la puerta para más aplicaciones y ofrecerá formas de mejorar los productos médicos actuales.

CATHERINE CARUSO

Cada año, cerca de seis millones de personas en Estados Unidos se rompen un hueso, y muchas de estas lesiones tienen que estar cubiertas por fibra de vidrio o yeso mientras se curan: mismo tratamiento a lo largo de 50 años, pero finalmente se le está dando un nuevo giro, y es que la impresión 3-D- puede generar un dispositivo con un diseño de plástico tipo celosía y personalizado para cada paciente. Son impermeables, son más cómodos, y puede incluso ayudar a que los huesos sanen más rápido. Estas piezas son parte de un movimiento importante hacia el diseño de dispositivos médicos personalizados impresos en 3-D.

Nuevas empresas en todo el mundo están trabajando en esta nueva tecnología. A principios de este año, el estudiante de ingeniería Zaid Musa Badwan fundó MediPrint en México para fabricar el NovaCast que él y sus colegas diseñaron, y hace unas semanas Xkelet, con sede en Girona, España, ganó el premio de diseño Red Dot (otorgado en un prestigioso concurso internacional de diseño).

El concepto básico es relativamente sencillo: un escáner reúne las especificaciones del miembro con fractura, y un programa de software de diseño las usa para construir un molde personalizado. La pieza se imprime, a menudo en dos partes, y se fija en su lugar hasta que se cure la fractura.

Ventajas de la impresión 3-D

Elimina el moldeado a mano del yeso que puede tener imperfecciones, la estructura de plástico es mucho más ligera y como es una celosía cuenta con mucho espacio abierto que incrementa el confort y la higiene, los espacios abiertos son importantes porque permiten al doctor mayor acceso para revisar la fractura.

Carol Lin, cirujana ortopedista en el Hospital Cedars-Sinai Los Angeles, afirma que esta tecnología es útil para evaluar la salud de la piel y volver a vendar heridas disminuye las molestias de estar manipulando al paciente, permite espaciar el número de visitas al médico, y especialmente útil para pacientes geriátricos, cuya piel es tan delicada “como un pañuelo de papel.”

El diseño también ofrece a los médicos la posibilidad de estimular fácilmente la zona lesionada con ultrasonido y otras tecnologías, que Lin dice pueden ayudar a que los huesos sanen.

La tecnología 3-D hará que las tareas diarias sean más fáciles, todavía no está en el mercado, se encuentran haciendo pruebas, sin embargo la española XKELET va muy avanzada ya que está en pruebas de uso humano, la versión española de la FDA hará pruebas clínicas a partir del mes de septiembre.

El uso que se le puede dar a la impresión 3-D es ilimitada, como los reemplazos de rodilla y otras muchas áreas del cuerpo.
SmarTech Markets proyecta que el mercado de las impresoras 3-D crecerá exponencialmente de 498 millones de dólares en 2014 a más de 5.8 billones para el 2024.

A medida que el precio de la impresión 3-D baje, se abrirá la puerta para más aplicaciones y ofrecerá formas de mejorar los productos médicos actuales, todavía hay un camino que recorrer pues las piezas impresas en 3D no son perfectas, sin embargo el avance es muy importante, asegura la Dra. Lin.

Fuente:technologyreview.com