El ministro de Defensa Avigdor Lieberman tomó la polémica decisión de poner fin a un programa de voluntariado de soldados israelíes con niños de solicitantes de asilo en el sur de Tel Aviv.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Según los informes, Lieberman llamó personalmente al Jefe de Estado Mayor Gadi Eisenkot la semana pasada y le ordenó poner fin al programa de inmediato. “Si los soldados tienen tiempo libre, deben ayudar a sobrevivientes del Holocausto o a necesitados,” dijo a Eizenkot. “La caridad debe comenzar en el hogar.”
La decisión se luego de que el Canal 10 de televisión reportó la semana pasada que soldados que sirven en la inteligencia militar hacían trabajo voluntario con la organización Elifelet, que ayuda a niños migrantes en el sur de Tel Aviv.
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El informe provocó el descontento de algunos residentes judíos del sur de Tel Aviv – que durante mucho tiempo se han quejado del flujo de extranjeros, principalmente africanos, afectados por la pobreza en sus barrios. Ellos expresaron enojo por las acciones de los soldados, acusándolos de trabajar para un grupo “radical de izquierda” y de apoyar la inmigración ilegal.
Elifelet es una organización sin fines de lucro que dice ayudar a cientos de niños de familias migrantes que “sufren de hambre y malestar físico debido a la pobreza.” Su objetivo es suministrar alimento y cuidar de estos niños, así como protegerlos de la “persecución racial,” según la organización.
Algunos de los jóvenes solicitantes de asilo que llegan a Israel han expresado su deseo de reclutarse al ejército. El diputado Ofer Shelah de Yesh Atid respondió a los comentarios de Lieberman: “Los hijos de los solicitantes de asilo son también los pobres de nuestra ciudad. Debemos mantener una política de inmigración realista, y cuidar de los residentes del sur de Tel Aviv, donde se canaliza gran parte de la migración ilegal. Sin embargo, los niños y sus padres están aquí, la ley y la moral no permiten sacarlos.”
El presidente Reuven Rivlin expresó su apoyo al programa de voluntarios tras el informe de la semana pasada, diciendo durante una ceremonia de toma de posesión de los nuevos jueces: “No es un pecado … que los soldados israelíes tiendan su mano a indefensos, como los hijos de refugiados desesperados. Aunque sus padres quizás infringen la ley al entrar ilegalmente, por diversas razones, los niños no tienen la culpa de ello.”
Fuente: The Times of Israel, Haaretz
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