La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas ha sido acusada de comportamiento “extraño” después de eliminar un ‘tuit bobo’ que preguntaba si la economía de libre mercado plantea una “amenaza inminente”.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La disputa surgió cuando Zeid Ra’ad al-Hussein, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, lanzó un feroz ataque verbal a los “demagogos” de derecha en Europa y EE.UU., acusando a Donald Trump y Nigel Farage de compartir tácticas de ISIS.

Antes de lanzar su candente discurso, la oficina de Hussein en Ginebra había enviado un tweet a 1,5 millones de seguidores preguntando si “creían que la infalibilidad de las políticas económicas de libre mercado” equivalía a una “amenaza inminente”.

Hillel Neuer, director de UN Watch, lo llamó “tuit bobo”, y agregó: “Mientras millones de personas están sufriendo genocidio, esclavitud sexual y hambre, no está nada claro por qué la ONU tendría que centrar su atención en las amenazas urgentes ”no identificables, y mucho menos en temas económicos sobre los cuales no tiene competencia ni tampoco experiencia”.

UN Watch es una organización no gubernamental cuya misión declarada es “supervisar el cumplimiento de Naciones Unidas con la vara de su propia Carta”. Es una ONG acreditada con Estatus Consultivo Especial ante el Consejo Social y Económico de la ONU y una ONG asociada al Departamento de Información Pública de Naciones Unidas.

Hillel Neuer, canadiense, un activista de los derechos humanos en Ginebra, 23 de junio, 2014
Hillel Neuer, canadiense, un activista de los derechos humanos en Ginebra, 23 de junio, 2014

Neuer señaló que la economía socialista había traído miseria a Venezuela sin que ello suscitara una crítica similar de la ONU. “La misma oficina de derechos humanos de la ONU no ha sido capaz de emitir un solo tweet sobre la crisis extrema de derechos humanos de este mes pasado en Venezuela, donde millones de personas se enfrentan al hambre en masa en parte debido a los ataques al mercado libre”, dijo.

Durante un discurso en La Haya, Hussein optó por dirigir su fuego a los occidentales populistas, señalando a Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad en los Países Bajos, Marine Le Pen, el líder del Frente Nacional en Francia – junto con Trump y Farage.

Todos eran “demagogos y fantasiosos políticos”, dijo Hussein, que compartían las “tácticas” del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL). “Para ellos, debo ser una especie de pesadilla”, agregó. “Soy musulmán que, confundiendo a los racistas, también es de piel blanca; cuya madre es europea y su padre, árabe. Y también estoy enfadado”.

Lo que los populistas tenían en común con ISIL era el objetivo de restablecer un “pasado, tan puro en forma, donde los campos iluminados por el sol son habitados por pueblos unidos por la etnia o la religión”.

Hussein dijo que la “propuesta de recuperar un pasado supuestamente perfecto es ficción” y sus “comerciantes” eran “tramposos inteligentes”.

Y agregó: “los populistas usan medias verdades y la simplificación – ambos escalpelos de la propaganda arco, e Internet y las redes sociales son un carril perfecto para ellos, mediante la reducción de pensamiento en envases más pequeños: sonidos grandilocuentes; tweets”.

Su objetivo era “hacer que la gente, ya nerviosa, se sienta muy mal” y luego culpar a un “grupo interior, extranjero y amenazante”.

Hussein admitió que los “demagogos nacionalistas” de Occidente no han usado los métodos “monstruosos” de ISIL. Pero usan tácticas similares – e ISIL se vio reforzado por sus esfuerzos.

“Ambos lados de esta ecuación se benefician mutuamente – de hecho no expandirían su influencia sin las acciones del otro”, dijo Hussein, un príncipe educado en Cambridge de la familia real hachemita de Jordania.

La ONU ya ha sido criticada por su elección de objetivos para la crítica. En 2014, un miembro del Consejo de Derechos Humanos afirmó que Gran Bretaña tenía la “cultura más machista” de todos los países que había estudiado jamás – incluida Somalia y Argelia.

Fuente: The Telegraph – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico