Geoff y Mitch Schwartz no son la primera pareja de hermanos judíos que juega en la NFL – son sólo el primer par en hacerlo desde 1923.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Con 2.01m. de altura y 155 kg de peso, el liniero ofensivo de la NFL Geoff Schwartz no sólo es una fuerza de la naturaleza, sino también es producto de la crianza y buena alimentación judía.

“Mi tamaño proviene de una infancia que incluía un exceso de sopa de Matze Balls, Latkes, y un montón de arroz blanco,” dice Geoff entre chistes. “Pero, por supuesto, el cuerpo de mi hermano es similar lo que sugiere que la genética tiene algo que ver también.”

Geoff y Mitch Schwartz no son la primera pareja de hermanos judíos que juega en la NFL – son sólo el primer par en hacerlo desde 1923.

“Una vez que oímos esa estadística, nos dimos cuenta de lo raro que es realmente esto”, dijo Mitch. “Así que nos pareció que era importante compartir nuestra historia – con los niños judíos, y en general, sobre la historia de cómo llegamos a donde estamos.”

“Comamos con los Schwartz: Nuestra historia de la NFL, comida, familia y fe” se encontrará en tiendas y en línea el 6 de septiembre. El libro, escrito por los hermanos, junto con el novelista y humorista Seth Kaufman, es una narración de memorias alegres sobre temas como la NFL, la comida, la familia y el judaísmo y la frecuencia con que estos temas se cruzan.

Los amantes del deporte encontrarán un montón de información privilegiada sobre la NFL y el futbol universitario (Geoff y Mitch jugaron para Oregon y California respectivamente contendientes de la división Pac-12). Desde las primeras páginas – una escena donde los hermanos fríen latkes para la primera noche de Janucá, siguiendo la receta de su bubbe – su judaísmo está en el centro.

“La gente que nos conoce sabe que es una gran parte de nuestra identidad, pero creo que era importante compartir lo más posible en el libro,” dijo Geoff Schwartz. “Toda mi familia – está orgullosa de ser judía y de ser criados en la tradición, e ir al templo.”

Crecieron en el oeste de Los Ángeles – y asistieron al templo Adat Shalom, una congregación conservadora – Desde pequeños, los hermanos siempre les interesaron los deportes.

En el libro, los hermanos hablan de cómo su madre, Olivia Goodkin, eventualmente aceptó que el destino de sus hijos era el futbol americano, ya que cada uno medía más de 1.83m en su Bar Mitzvah. “Empecé a preocuparme de que iban a lastimarlos – pero luego me di cuenta que era el resto de jugadores quienes deberían preocuparse “, dijo. “Eran como camiones que golpean coches pequeños. Y empecé a sentir que tal vez este era su destino.”

Mitch da crédito a su hermano (un poco) más grande, de abrir su camino en el campo, en la cocina y en la vida. Geoff fue seleccionado a la NFL en la séptima ronda en 2008, y es un ejemplo de resiliencia: Soportó múltiples lesiones y diversos altibajos. Fue relegado a un equipo de prácticas, luego lo cortaron del equipo, para luego firmar un gran contrato con otro equipo antes del comienzo de la temporada.

Mientras tanto, Mitch fue seleccionado con la selección global número 37, y comenzó cada juego durante cuatro temporadas en Cleveland. Esta primavera, firmó un contrato por cinco años y $33 millones de dólares con los Jefes de Kansas City, convirtiéndolo en uno de los tackles derechos mejor pagados en la liga.

El libro de memorias fluye de una historia a la siguiente – personal, profesional o, a menudo, ambas.

El 27 de octubre de, 2013: “El Schwartz Bowl”, donde los hermanos Schwartz se enfrentaron por primera y hasta ahora única vez.  Geoff, jugando con los Jefes de Kansas, se enfrentó a Mitch y los Browns de Cleveland. Otro momento importante es un fin de semana en el año 2014 cuando coincidieron dos momentos que les cambiarían la vida: la boda de Geoff – ceremonia judía tradicional que se llevó a cabo en la playa de Santa Mónica concidía con la firma de contratos de la NFL.

Sólo unas horas después de firmar su ketubá, Geoff firmaría el contrato más importante de su carrera.

Hay compromisos en el mundo de la NFL, pero en Yom Kipur ayunan cuando le es posible. “Hacia el final de un ayuno por lo general me siento muy bien, como si hubiera logrado algo”, escribe. “Me siento más ligero, no sólo físicamente, sino también mentalmente. He soportado, y me siento lleno de energía y claridad “.

Por supuesto, los hermanos comprenden la extraordinaria importancia que tienen entre los aficionados judíos – después de todo, ellos mismos son aficionados judíos. El libro traza la fascinación de su propia familia con los judíos en los deportes, desde Hank Greenberg y Sandy Koufax con Mark Spitz y Dolph Schayes.

Aunque Geoff relata algunos comentarios abiertamente antisemitas, muchos jugadores simplemente no entienden o entienden mal, lo que significa ser judío, dice “la gente piensa que es más complicado de lo que realmente es”, explicó Geoff. “Así que les hacemos saber lo poco complicado que es”.

Al tratar de explicar sus tradiciones a los compañeros de equipo – que muchas veces “Nunca habían conocido a un judío” – se encuentran con que la comida – como Latkes y Matze Balls (bolas de matzá) – puede ser un buen punto de introducción, dice Mitch “, especialmente entre linieros de más de 2 metros.”

Parte de la motivación del libro, de acuerdo con Geoff, es no saber cuándo los hermanos escribirán los siguientes capítulos. “Uno no sabe cuánto tiempo va a jugar – ciertamente no para siempre, y hay mucho que queremos hacer después del futbol.”

Para Geoff, podría ser una carrera en los medios de comunicación. Sin embargo, la ambición final de los hermanos Schwartz es hacer equipo finalmente como co-anfitriones de su propio programa de cocina.

“La cocina se ha convertido en una salida creativa para los dos, algo con lo que nos gusta explorar y experimentar. Nos encanta el elemento de improvisación de la cocina, y el elemento social, también “, escribe Geoff. “La comida, que es tan importante para nosotros como atletas –nos ayuda como combustible en nuestro trabajo – pero además nos da la oportunidad de crear comidas que se ven bien y tienen un sabor fantástico”.

Dos hermanos judíos en la NFL es una gran historia. Sin embargo, ¡dos hermanos judíos en la NFL con su propio programa de cocina! Eso nunca ha pasado antes.

Fuente: Jewish Telegraphic Agency