Al más puro estilo de Hollywood, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, y del Instituto Tecnológico Technion, en Israel, ha visto cómo se mueven las bacterias a medida que se convierten en resistentes a fármacos.

Para observar cómo la bacteria Escherichia coli, responsable de un gran número de infecciones resistentes al tratamiento, se adapta al medio según aumentan las dosis de antibióticos, los investigadores dividieron una placa de laboratorio en varias secciones y las saturaron con varias dosis de medicación, mientras que en los bordes exteriores no había ni rastro de antibióticos. Una de las secciones contenía la cantidad mínima de antibiótico para poder eliminar la bacteria y en las sucesivas se multiplicaba por 10 la dosis hasta llegar a una que contenía 1.000 veces más que la primera.

Rodaje

Después de dos semanas, se puso una cámara justo encima de la placa para que captara imágenes que se pudieran utilizar en un montaje. ¿Cuál fue el resultado? Una visualización perfecta de los movimientos de la bacteria, de su supervivencia, de su evolución y de su muerte, todo visible al ojo humano.

Han bautizado al nuevo dispositivo como placa MEGA. Se trata de una plataforma simple y más realista para explorar los cambios que se producen en los microorganismos cuando se adaptan al organismo o mueren.

El primer autor del estudio, que publica Science, dice que sí que se tienen datos de los mecanismos de defensa que utilizan las bacterias para evadir a los antibióticos y poder sobrevivir a sus anchas en el organismo, pero lo que se desconocen son los movimientos que utilizan para adaptarse y sobrevivir en diferentes ambientes. Que los investigadores tengan todos estos datos es importante para poder adelantarse a las bacterias y evitar que se hagan resistentes a los antibióticos.

Luces, cámara, acción

La secuencia de movimientos es la siguiente. En primer lugar la bacteria campa a sus anchas hasta que alcanza la dosis adecuada de antibióticos que le impide seguir. A cada nivel de concentración, un pequeño grupo de bacterias se adapta y sobrevive. La resistencia tiene lugar a través de la acumulación sucesiva de cambios genéticos. Por eso, a medida que aumentan las dosis de antibióticos, crecen cepas altamente resistentes que escapan de la eficacia de los antibióticos. Y aquí no termina la andadura de las bacterias. Para demostrar que son capaces de burlar las dosis mas altas de antibióticos, pueden seguir viviendo, es más, en 10 días producen cepas mutantes que pueden sobrevivir a una dosis 100.000 veces mayor que la dosis inicial.

En la película se ha podido ver que las bacterias que se adaptan a los antibióticos no pueden crecer a la misma velocidad que en ausencia de tratamiento, pero una vez que se hacen resistentes, su reproducción se normaliza. También se ha recogido que las bacterias resistentes no son siempre las más rápidas, pero sí que pueden ser las más listas, ya que se agazapan detrás de las más débiles para salir cuando se administran las dosis más altas de antibióticos.

Los autores del estudio destacan la importancia de este hallazgo, ya que se pensaba que las bacterias más fuertes son las que se movían más rápido. Pero en la película se ha visto que no es así, que se mueven detrás de las cepas más vulnerables para salir cuando están preparadas.

Fuente: El Mundo