El museo de refugiados judíos de Shanghai desveló la escultura de Ho Feng-Shan, un diplomático chino que salvó la vida de un gran número de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
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Shan, entonces cónsul general chino en Viena, Austria, emitió “cientos, quizás incluso miles” de visas chinas para judíos en contra de las instrucciones de su superior, de acuerdo con el Yad Vashem, el centro israelí para el Holocausto, el cual le concedió a título póstumo el reconocimiento de “Justo entre las naciones”, según despacho de Xinhua.
Aunque por aquel entonces no se necesitaba una visa para entrar en Shanghai, el documento era un requisito previo para los judíos que deseaban abandonar la Alemania nazi.
A pesar de que muchos países rechazaban a los judíos, la metrópoli oriental china aceptó a decenas de miles que huían del Holocausto.
Fuente:diariouno.com.ar
