SAM SCHECHNER-BENOIT FAUCON

Una mezcla de aplicaciones de chat encriptadas, reuniones cara a cara, notas escritas y distracción deja pocas pistas electrónicas para las agencias de inteligencia occidentales.

Semanas antes que el militante del Estado Islámico Abdelhamid Abaaoud liderara los ataques terroristas del 13 de noviembre en París, las autoridades francesas pensaban que él estaba oculto en el norte de Siria. Las agencias de inteligencia occidentales buscando a Abaaoud lo habían rastreado allí usando datos de localización de teléfono celular y otras huellas electrónicas.

Los ataques en París, que mataron a 130 personas mostraron lo mal que se dejaron engañar. Abaaoud se había deslizado más allá de la red y entró desapercibido a la ciudad

A partir de una bolsa de trucos cada vez mayor, los cómplices del Estado Islámico localizados en Siria utilizaron probablemente teléfonos y cuentas de WhatsApp pertenecientes a Abaaoud y otros atacantes para enmascarar el viaje del grupo a Europa, dijo un funcionario de seguridad occidental: “Confiamos demasiado en la tecnología. Y perdimos el rastro.”

Los ataques terroristas en Europa, que han matado a más de 200 personas en los últimos 20 meses, reflejan nueva disciplina operativa y experiencia técnica por parte de los terroristas del Estado Islámico que los llevaron a cabo, dijeron los funcionarios de seguridad.

Las comunicaciones del grupo extremista, una vez conducidas comúnmente en teléfonos y cuentas de redes sociales rastreadas fácilmente por las autoridades, han evolucionado en una mezcla de mensajes de aplicaciones de chat encriptadas en WhatsApp y Telegram, reuniones cara a cara, notas escritas, tramos de silencio y distracción.

Estas técnicas ayudaron a proteger a los atacantes de las agencias de inteligencia occidentales dejando pocas pistas electrónicas en un mar de datos interceptados.

En los últimos meses, Europa ha sido convulsionada por una serie de ataques simples pero letales. Algunos fueron cometidos por gente que parece haber recibido poco entrenamiento directo del Estado Islámico. Los sospechosos en una conspiración fallida en Francia la semana pasada eran “controlados remotamente” desde Siria por el grupo, dijeron los fiscales el viernes. A los funcionarios les preocupa que tales ataques podrían ser una forma de distraer a los servicios de inteligencia mientras los militantes preparan conspiraciones más complejas.

Los atacantes de París se comunicaron esporádicamente—los silencios electrónicos a veces duraban semanas—mientras cruzaban el continente en septiembre y octubre en ruta a su cita letal en París, dijeron los funcionarios de seguridad. Cuando se comunicaban, a veces llamaban o enviaban mensajes de texto en teléfonos celulares descartables que usaban una vez y tiraban.

“Traten de hacerlo para que aun si los perros idólatras interceptan y descifran sus mensajes… la única información que puedan encontrar sea su nombre de usuario y contraseña”, aconsejó esta primavera la revista del Estado Islámico en idioma francés Dar Al Islam.

Consejos publicados por medios propagandísticos del Estado Islámico describen métodos de alta y baja tecnología para evitar la detección: Cambiar frecuentemente los teléfonos móviles; inscríbanse en cuentas online usando números de teléfono temporarios; salten frecuentemente entre aplicaciones de chat, haciendo difícil de seguir cualquier conversación interceptada.

“Compren teléfonos baratos descartables prepagos; usen y tiren,” escribieron simpatizantes del Estado Islámico en un mensaje de aplicación de chat. “Esto los ayudará a no ser rastreados.”

El grupo extremista ha aprendido aparentemente también a mantener los secretos fuera de la red y a limitar quien sabe que—técnicas usadas durante mucho tiempo por al Qaeda, que favorece a los mensajeros y notas escritas a mano.

“Ellos están usando el anonimato tanto como usan el cifrado, porque el cifrado puede atraer la atención de los servicios de inteligencia”, dijo Jean-Charles Brisard, presidente del Centro para el Análisis del Terrorismo, un instituto con sede en París. “Es un desafío enorme.”

Patrick Calvar, director de la principal agencia de inteligencia interna de Francia, dijo a investigadores del parlamento francés en mayo que el Estado Islámico se había vuelto una organización jerárquica y militarizada, tomando experiencia de los yihadistas experimentados y veteranos de las fuerzas de seguridad iraquíes.

“Estamos lidiando con gente que está bien versada en operaciones clandestinas, y que entiende nuestras capacidades”, dijo el Sr. Calvar. “Nos enfrentamos a verdaderos profesionales.”

Este relato del Wall Street Journal del estado evolutivo de las comunicaciones del Estado Islámico está basado en documentos de tribunales, transcripciones gubernamentales y propaganda y documentos internos del Estado Islámico, tanto como en entrevistas con funcionarios que investigan células terroristas en Bruselas y París.

Lecciones aprendidas

El Estado Islámico es un grupo militante de la era de la Internet, sus seguidores están inmersos en Facebook, teléfonos inteligentes y mensajes de texto. Estas herramientas, que ayudaron a difundir el mensaje del grupo terrorista en todo el mundo, también ayudaron a las autoridades a frustrar conspiraciones, capturar sospechosos y obtener condenas en los primeros años del grupo.

Karim Mohamed-Aggad, hermano de uno de los atacantes de París, envió mensajes de texto que exaltan la yihad y el martirio a fines del 2013 antes de dirigirse a Siria con amigos de Estrasburgo, Francia, según un documento de tribunales. Radouane Taher, un compañero, habló en un mensaje sobre unirse a un equipo yihadista. Luego él agregó que los servicios de inteligencia franceses “están leyendo esto. ¿Tienes un mensaje para ellos?”

Los dos hombres fueron arrestados a su regreso a Francia en la primavera del 2014. Mohamed-Aggad fue condenado en julio a nueve años en prisión, y Taher a ocho años, ambos por asociación terrorista. Un abogado de Mohamed-Aggad dijo que estaba apelando el veredicto. Un abogado de Taher no respondió a una solicitud de comentarios.

El Estado Islámico reforzó la seguridad luego de ataques aéreos por parte de la coalición liderada por Estados Unidos en sus territorios en Siria e Irak.

El grupo terrorista en octubre del 2014 prohibió el uso de GPS para evitar la detección por parte de los aliados occidentales, según documentos capturados por las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y vistos por el Journal.

Los reclutas occidentales desde entonces han regresado de Siria mejor entrenados, dijeron los funcionarios de seguridad.

“En el momento en que están dejando Bélgica, Francia, el Reino Unido, estos muchachos son aficionados. Para el momento en que son dados vuelta y regresan nuevamente, ellos son una casta diferente de terrorista”, dijo Rob Wainwright, el director de Europol, que coordina las agencias policiales en la Unión Europea.

Abaaoud tuvo un llamado cercano antes de los ataques de París que puede haberle enseñado una lección sobre la vulnerabilidad de las comunicaciones electrónicas.

El coordinó un grupo, incluidos combatientes del territorio del Estado Islámico, para atacar Bélgica a fines del 2014, dijeron los jueces belgas en mayo durante un juicio a los participantes acusados.

Miembros del grupo utilizaron teléfonos desechables y se comunicaron, en parte, a través de al menos una cuenta de WhatsApp compartida y Telegram. Pero ellos pueden no haber sido lo suficientemente cuidadosos. La policía belga espió sus líneas telefónicas.

Las escuchas telefónicas comenzaron con un hombre belga que ellos habían sospechado regresó de Siria. A partir de allí, las escuchas telefónicas y vigilancia física llevaron a las autoridades a cómplices y a una casa en Verviers, Bélgica, usada por los presuntos conspiradores.

Las autoridades encontraron armas, químicos para fabricación de bombas y uniformes policiales en la casa durante un operativo en enero del 2015.

Dos presuntos terroristas resultaron muertos en un tiroteo con la policía.

Los servicios de inteligencia occidentales utilizaron las comunicaciones de Abaaoud con los presuntos conspiradores para localizarlo en Atenas. Para el momento en que la policía griega acordonó las calles que rodeaban el escondite de Abaadoud, él se había marchado.

Cazando a Abaaoud

Las agencias de inteligencia occidentales continuaron persiguiendo electrónicamente a Abaaoud, interceptando datos enviados por teléfonos vinculados con él, dijeron los funcionarios franceses.

El rastro llevó a Siria. Los funcionarios de seguridad sospechan que Abaaoud y cómplices estuvieron haciendo planes finales para los ataques en París a principios del verano pasado, seleccionando objetivos y eligiendo equipos de ataque. Alrededor de esa fecha, las agencias de inteligencia grabaron llamados entre Abaaoud en Siria y su familia en Marruecos.

A mediados de agosto, agentes de inteligencia occidentales tuvieron una idea que Abaaoud se proponía atacar Francia. Ellos arrestaron a Reda Hame, un agente del Estado Islámico y nacional francés, quien había regresado a Francia desde Siria. Los funcionarios dicen que Hame les dijo que Abaaoud le había ordenado lanzar un ataque. El también divulgó que Abaaoud planeaba atacar un concierto de rock según un informe al parlamento francés.

Usar redes celulares, zonas wi-fi y satélites, agencias de inteligencia, incluidas de Estados Unidos, aumentó los esfuerzos por encontrar a Abaaoud y sus cómplices. Los teléfonos celulares alertaron sobre sus localizaciones. Los datos a lo largo de mediados de octubre mostraron a Abaaoud moviéndose entre las ciudades sirias de Raqqa, Manbij y Deir ez-Zor.

Los funcionarios no están seguros de exactamente cuándo o cómo Abaaoud y los otros aterrizaron en Europa. La evidencia reunida después de los ataques sugiere que Abaaoud y otros atacantes estaban en el continente al menos para fines de septiembre.

Una vez en Europa, los atacantes de París mantuvieron sus conversaciones en un mínimo. Los tres hombres asignados para atacar la sala de conciertos Bataclan con ametralladoras no tuvieron ningún contacto durante semanas con los tres cómplices asignados para encender bombas en el ruedo del Stade de France.

“Para el momento en que estos muchachos reingresaron en Europa, el plan era bueno para marchar, tal que las comunicaciones necesarias para decidir sobre el plan y tenerlo listo pudieron ser mantenidas en un mínimo”, dijo el Sr. Wainwright de Europol.

Cuando se comunicaron, los terroristas usaron tanto aplicaciones de mensajes encriptadas como teléfonos descartables. Algunos teléfonos fueron utilizados para una sola conversación, dijo Bernard Bajolet, director de la agencia de inteligencia extranjera de Francia, a los investigadores parlamentarios franceses.

La escala del ataque de París llegó como una conmoción. Tres equipos de hombres armados con rifles y cintos suicidas llegaron en coches de alquiler el viernes 13 de noviembre. Un grupo roció disparos en terrazas de restoranes al aire libre. Otro intentó ingresar al estadio de fútbol donde el presidente francés estaba observando al equipo nacional. En la sala de conciertos, tres terroristas mataron a 89 personas.

Tres días después, los funcionarios franceses se dieron cuenta que Abaaoud no estaba en Siria, sino que había ordenado la carnicería de París en persona.

El 18 de noviembre, cinco días después de los asesinatos, una combinación de consejos, pinchaduras telefónicas y datos de localización de teléfonos celulares llevó a los funcionarios franceses a un departamento al norte de París, donde Abaaoud y dos cómplices resultaron muertos en un tiroteo de horas de duración.

La incursión dejó a otros afiliados terroristas en Bélgica—incluido el presunto atacante de París, Salah Abdeslam, quien había regresado a Bruselas—sin un líder, dijeron los funcionarios. Algunos de los hombres usaron comunicaciones encriptadas en un esfuerzo aparente para alcanzar a aliados en Siria en busca de instrucciones, incluido Ibrahim el-Bakraoui, uno de los dos hermanos que murieron en los ataques con bombas suicidas en Bruselas.
Cuatro meses después, el 22 de marzo, Bakraoui y otros dos explotaron bombas en el aeropuerto de Bruselas; un cómplice se voló en un tren abarrotado. En total, fueron asesinadas 32 personas.

Los hombres dejaron atrás una laptop y otras herramientas digitales para que las autoridades exploren en busca de información, dijeron los funcionarios, prueba que sus precauciones de seguridad se habían relajado.

En abril, los investigadores tropezaron con otra herramienta de comunicaciones, el mensaje de audio encriptado.

Los fiscales italianos dijeron que funcionarios del Estado Islámico en el Medio Oriente habían enviado en abril mensajes de audio por WhatsApp a Abderrahim Moutaharrik, un italiano nacido en Marruecos.

Los mensajes ordenaban ataques en Italia y fueron encontrados por casualidad: el Sr. Moutaharrik los puso en voz alta en su coche y fueron capturados por un artefacto de grabación plantado por las autoridades, según un documento de tribunales y fiscales.

“Enciendan el fuego sobre el gentío que fluye, arrojen granadas sobre la cabeza del cruzado”, decía un mensaje, parte de un poema en idioma árabe. “No tengan misericordia hasta que esté quebrado.”

*Matthew Dalton, Noemie Bisserbe y Manuela Mesco contribuyeron con este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México