PINHAS INBARI / ENLACE JUDÍO MÉXICO –Musulmanes de todo el mundo celebraron hace poco la fiesta de Eid al-Adha. Pero algo está ocurriendo al margen de la fiesta que decididamente no es marginal: por pedido del Líder Supremo, el propio Ayatola Khamenei, Irán está redirigiendo a los peregrinos chiítas de la Meca a Karbala, un sitio sagrado chiíta localizado en Irak. 

Las figuras religiosas saudíes han emitido su propia proclama, diciendo que el chiísmo no es parte verdadera del Islam, sino más bien la continuación del Zoroastrismo persa que precedió al Islam. Los rebeldes suníes en Siria han llamado a una nueva ofensiva en el sur de Siria “La Batalla de al-Qādisiyyah,” una alusión a la batalla del año 636 D.C. en la cual un IIslam joven anuló al ejército del Imperio Persa.

Todo esto nos lleva a la conclusión asombrosa que el cisma islámico se está profundizando. El chiísmo se está desconectando de Mecca y reenfocando en Karbala, la ciudad que todavía conmemora un importante trauma chiíta: la masacre de la familia del Profeta Mahoma a manos de los Omeyas.

Este fenómeno también influencia a Jerusalem. Cuando la Mecca wahabita en Arabia Saudita imagina lugares de culto que son susceptibles de competir con ella, Jerusalem está en lo más alto de la lista. Esta es la razón por la que Arabia Saudita no permite que llegue a buen término ninguna promesa de ayuda árabe a Jerusalem.

Pinhas Inbari es un corresponsal veterano en asuntos árabes que anteriormente informaba para Radio Israel y el diario Al Hamishmar, y actualmente se desempeña como analista para el Jerusalem Center for Public Affairs.

Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México