THE WALL STREET JOURNAL

El breve respiro de los ataques terroristas en suelo estadounidense terminó abruptamente el fin de semana, con un ataque con cuchillo en un centro comercial en Minnesota y bombardeos en New Jersey y la Ciudad de New York. Es un milagro que nadie fuera asesinado, pero la sincronización y naturaleza de los ataques tiene a los investigadores buscando pruebas de vínculos con terroristas islámicos u otros.

La explosión en el barrio Chelsea de New York que hirió a 29 fue “obviamente un acto de terrorismo”, dijo el gobernador de New York, Andrew Cuomo, el domingo por la mañana, aunque él agregó que hasta ahora no había ninguna prueba de una conexión terrorista internacional.

Pero la policía encontró también lo que tenía la apariencia de otro dispositivo explosivo improvisado no lejos del sitio del bombardeo. El artefacto contenía una olla a presión y teléfono celular que podría haber servido como un gatillo. Los hermanos Tsarnaev usaron ollas a presión en sus bombas del maratón de Boston, y el Estado Islámico ofrece una guía online de cómo hacer los artefactos explosivos improvisados.

El episodio llega cuando miles están llegando a New York para la sesión anual de la Asamblea General de Naciones Unidas esta semana. Si el objetivo de un ataque con bomba era infligir el máximo de víctimas, hay muchos otros lugares de Manhattan mejores que Chelsea. Pero las relativamente pocas víctimas fueron una cuestión de suerte porque Andrew Cuomo dijo que hubo “una explosión muy fuerte” y el daño fue “mucho más extenso que lo que yo había anticipado” antes de sondear el sitio.

El Alcalde de la Ciudad de New York, Bill de Blasio, que no pudo siquiera pronunciar la palabra “terrorismo,” prefiriendo llamarlo como “acto intencional,” no obstante colocó otros 1,000 oficiales de policía y seguridad en servicio durante la sesión de la ONU. El Alcalde de Blasio ha estado entre los que se quejaban de la vigilancia anti-terrorista de la policía de New York que ha ayudado a mantener a salvo la ciudad desde el 11/S, así que los neoyorquinos estarán observando de cerca para ver quién fue responsable por el bombardeo y cómo fue ejecutado.

La explosión de Chelsea ocurrió unas 11 horas después de que explotaron tres bombas en un bote plástico de basura en Seaside Park, New Jersey poco antes de que miles de corredores fueran a participar en una carrera de 5 kilómetros a beneficio de marines de la Armada. La carrera fue cancelada, y nadie fue lastimado, pero muchos podrían haberlo estado si la explosión hubiese ocurrido mientras se desarrollaba la carrera.

El daño mayor fue hecho a lo largo del país; en St. Cloud, en el centro de Minnesota, donde un hombre apuñaló a nueve personas el sábado por la noche antes de ser liquidado a tiros por un oficial de policía fuera de servicio. El FBI está investigando el origen del atacante, cuyo nombre no había sido dado a conocer públicamente para el momento en que fuimos a imprenta. Pero los testigos dijeron que el hombre se refirió a Alá, y una agencia noticiosa del Estado Islámico dijo el domingo que el atacante era un “soldado del Estado Islámico.”

El ISIS a veces se ha adjudicado en forma oportunista el crédito por ataques emprendidos por atacantes solitarios sin ninguna conexión formal con el grupo. Pero el ejemplo del asesino solitario inspirado por la propaganda del Estado Islámico en internet ahora es conocido en Estados Unidos.

No importan las motivaciones para estos ataques, ellos muestran cómo las vidas diarias de los estadounidenses han sido alteradas por la realidad del terrorismo moderno. Los estadounidenses saben que cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar, puede convertirse en un objetivo, y ese es el motivo por el que ellos esperan que sus líderes políticos se enfoquen en impedir ataques, no solamente en deplorarlos después del hecho.


Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México