Por segundo año consecutivo, el grupo de voluntarias de la Comunidad Maguén David organiza el “Festival de la Vid” en el salón de fiestas de la comunidad.

ENLACE JUDÍO MÉXICO –Este año, el evento contó con la presencia de más de setecientas personas que escucharon a los rabinos dar consejos espirituales relacionados con la importancia de hacer vino. También impactó la presencia de tantas mujeres juntas. Se presentó una serie de videos que detallan la importancia de las cincuenta puertas que hay en el cielo, y el significado de cada una.

Este gran evento se hizo posible gracias a los donativos de muchas familias. En la pared frente a la entrada, había una serie de puertas, cada una con el nombre de la puerta y el de la persona por quien había sido donada. Algunas fueron donadas en recuerdo de algún ser querido; otras por la salud de algún familiar otras simplemente eran en honor de algún familiar.

Los nombres de las puertas incluían: Luz, Amor y Hermandad, Bendición, Casa de Su Santidad, Redención, Alegría, Regocijo, Inteligencia, Majestuosidad y Esplendor, Prosperidad y Plenitud, de las Buenas Reuniones, Veteranía, Méritos, Trinidad, Júbilo y muchas más.

El salón se encontraba lleno de mesas cuadradas listas para recibir a las participantes en el evento. En cada lugar podíamos ver un delantal, un mantel de papel con la receta para hacer el vino, un garrafón, guantes y todo lo necesario para la preparación del vino.

Al inicio del evento, Elías Amkie, integrante de la Mesa Directiva de la Comunidad Maguén David, comentó: “Es muy emocionante estar aquí, en el segundo Festival de la Vid, reviviendo esta costumbre tan arraigada en nuestra comunidad, la elaboración del vino. Esta tradición nos remonta a lugares entrañables, todos recordamos el garrafón de vino en la casa del abuelito o del papá. El vino es símbolo de bendición en nuestras casas, de unión familiar”.

Olga Lobatón, presidenta del grupo “Damas por Ti” se dirigió a las presentes: “Me llena de orgullo y alegría ver que este gran salón está repleto de energía positiva”.

Posteriormente, el Jazán Isaac Masri, de la Comunidad Maguén David nos deleitó con su canto.

El rabino Abraham Cohen de la Comunidad Maguén David se refirió a la tefilá (rezo): “En la Torá hay tres tipos de mitzvot (mandamientos). Hay mitzvot que dependen sólo del cuerpo, como es usar tzitzit (flecos de la tela conocida como talit y que usan los hombres debajo de la ropa). Hay mitzvot que dependen del corazón o de la mente, como tener emuná (fe) y hay mitzvot que dependen del cuerpo y del corazón, una de ellas es la tefilá. Tefilá no es tomar un libro y leer lo que está escrito, es hablar con el Creador del mundo”.

El rabino Ezra Nakach, de la comunidad Maguén David, expresó: “¿Alguién sabe qué relación hay entre el vino y los portones que se abren antes de Rosh Hashaná y Yom Kipur? Dice en el Talmud: “El vino alegra el corazón”; así, el momento de mi alegría lo uno a otra felicidad. Con la alegría que tienen todas, con esa emoción que tienen de haber aprendido qué son los cincuenta portones. Esa energía que le van a meter al vino tendrá una alegría especial”.

Jacob Nakach, de la comunidad Maguén David comenzó tocando el Shofar (cuerno de carnero) y después se dirigió a la congregación: “Estos son los momentos en que se abren los portones del cielo, ahora es cuando tenemos la oportunidad de pedir muchas cosas. Cada año al llegar Rosh Hashaná y Yom Kipur hay ciertos portones que son muy solicitados, al pensar en cada uno de ellos decimos “Amén”. Hay un portón que no se cierra, está abierto durante todo el año “El Portón de las Lágrimas”. Los jajamim (sabios) dicen: “Todos los portones podrán estar cerrados mas este portón no. Hay manifestaciones de alegría o de emoción que nos hacen derramar lágrimas”.

Al terminar los mensajes de los rabinos y el video, se les entregó a las señoras una bolsa con las uvas necesarias para la elaboración del vino.

El rabino Joseph Zonana, de la comunidad Maguén David les dirigió unas palabras: “En el judaísmo y en la Cábala, el vino juega un rol muy especial. La palabra vino y secreto en hebreo tienen el mismo valor numérico. Cada uva que están metiendo en las botellas esconde secretos maravillosos”.