“Puede contar con nosotros como socios en su proyecto”, dijo el rabino Marcelo Rittner al Papa Francisco en el Vaticano.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Con el concepto del rabino y teólogo Abraham Joshua Heschel “en una sociedad algunos son culpables pero todos somos responsables”, el rabino Marcelo Rittner marcó su participación y compromiso en el encuentro “América en Diálogo-Nuestra Casa Común” celebrado los días 7 y 8 de septiembre en la Ciudad del Vaticano, cuyo objetivo fue reunir a líderes religiosos católicos, judíos y musulmanes, embajadores ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ministros de justicia, para apoyar la búsqueda de soluciones a favor de la protección de nuestra casa común, el planeta Tierra, y elaborar un plan de acción para los próximos tres años.

El encuentro estuvo enfocado en la encíclica papal “Laudato Si” (Alabado seas en español), promulgada por el papa Francisco en junio de 2015 que llama la atención sobre “la importancia de amar, respetar y salvaguardar nuestra casa común. Promover el cuidado y el respeto por el medio ambiente, sobre todo en esta ‘ecología integral’, en la que el respeto por las criaturas, valorar la riqueza que encierran en sí mismas y pongan al ser humano como culmen de la creación”, en palabras del sumo pontífice como parte de su discurso de cierre durante este encuentro con las 70 personalidades de Latinoamérica, convocadas en la Sala del Consistorio en el Palacio Apostólico en Ciudad del Vaticano.

Marcelo Rittner fue el único rabino participante de México, invitado por el secretario de la OEA, Luis Almagro y su santidad el Papa Francisco, debido a su amplia trayectoria de trabajo interreligioso y por su colaboración con el Instituto del Diálogo Interreligioso de Buenos Aires (IDI) cuando el Papa Francisco era arzobispo de esta ciudad.

“El Papa cumplió durante su arzobispado con la función de acercamiento entre judaísmo y catolicismo y el mundo musulmán. A raíz del éxito que ha tenido este diálogo se pretende trasladar la experiencia a toda América Latina para que cada país pueda desarrollar este mismo modelo”, explicó el rabino Marcelo.

El encuentro, al que también asistió por parte de México el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, contó con la participación de juristas que trabajaron en distintas mesas los aspectos legales del planeta y la responsabilidad de colaborar para mejorarlo.

Por parte del Vaticano hubo presencia de autoridades que estuvieron a cargo del diálogo religioso y las relaciones con diversos grupos religiosos no católicos y católicos, así como un grupo de rabinos y también una presencia musulmana. Entre los rabinos estaba Daniel Goldman de Argentina, quien fue el fundador de estos encuentros, por parte de la Comunidad Judía también se encontraban un rabino brasileño, uno chileno, otro panameño, un paraguayo y nuestro rabino mexicano del movimiento conservador.

“Mi función fue cerrar el primer día del evento en el cual se habían trabajado algunas propuestas y conclusiones. Expresé mi agradecimiento por haber sido invitado a participar, ya que esto me permitía identificarme intensamente con un sueño, que era justamente el poder ver hecho realidad un encuentro de estas características, y el cual inmediatamente recibió una invitación por parte de la presidenta de Chile para realizarse el próximo año en Santiago de Chile.

“Expliqué que desde la perspectiva judía el sustento a la preocupación de su santidad es algo tangible y real dentro de la propia teología, el concepto de “tikún olam” (reparar el mundo) sobre el cual las comunidades y el propio judaísmo está preocupado en poder desarrollarlo como una forma de traer paz al mundo. Mi mensaje fue el que nos sintamos orgullosos de haber dado este primer paso, que sintamos la responsabilidad de dar el segundo y poder entender, como lo dijera el rabino y teólogo Abraham Joshua Heschel “en una sociedad algunos son culpables; pero todos somos responsables”, eso marcó mi participación y compromiso”.

“Nos llevamos tareas y compromisos. Se formó un comité para organizar el próximo evento y esperamos que las palabras de cada uno de los participantes hagan eco en todos. Mi compromiso es difundir este mensaje en México y que podamos crear una organización similar a la IDI aquí para adherirnos de manera oficial a este proyecto. En cada país la idea es destacar los problemas comunes e ir viendo cómo solucionarlos en cada lugar. El secreto es hacer que la gente deje de ser indiferente, si no lo hacemos, nosotros mismos vamos a destruir el regalo que D-os nos dio”, comentó Rittner.

Al segundo día del encuentro se le presentaron al Papa Francisco los primeros acuerdos y resoluciones. “El Papa estaba muy emocionado porque él ha estado muy cerca de esto toda su vida y lo respondió con un discurso. Todos sentimos una enorme satisfacción de su parte.

Sentimos un respeto profundo aquellos que representamos otras expresiones religiosas y también por la conmovedora sencillez de su presencia. Fue algo muy importante en la medida que le demos la continuidad”.

— ¿Qué le expresó al Papa cuando se saludaron?

Le dije que le traía el saludo de la Comunidad Judía de México y de todos los mexicanos. Que sentimos mucho orgullo por su trabajo, dedicación, compromiso y entrega a los ideales comunes de la humanidad. Que podía contar con nosotros en este proyecto como socios y él me respondió: “pero… su acento no es mexicano”. Le dije: “soy ciudadano mexicano, vivo allá hace 31 años, pero nací en el mismo barrio que usted”. Y pasamos al fútbol y a recuerdos del barrio.

La conversación terminó con un fuerte apretón de manos y una sonrisa afectuosa de ambos, que reafirmó el compromiso de transformar un sueño común en un proyecto común.