Estimados Amigos:

A medida que se acerca el 8 de Noviembre, el ambiente se vuelve más enrarecido, los mercados financieros han dejado de actuar en forma racional y solo responden a eventos específicos incluyendo los debates presidenciales y actos ajenos a las finanzas como ataques terroristas, incidentes de policías blancos matando a negros, muchas veces desarmados, o si acaso, a rumores de aumentos en las tasas de interés.

La economía americana sigue dando tumbos, con el consumidor incrementando el ahorro en lugar de gastar más, las fábricas esperando ver que aumente la demanda antes de invertir en nuevos edificios y los compradores de casas debatiendo sobre si comprar o no, ya que aunque los precios siguen subiendo mucho, las tasas hipotecarias están tan bajas que el pago mensual no es oneroso.

El comprador de bienes raíces percibe que los precios están en una burbuja y tiene temor que se repita un 2009 donde los que pagaron caro aún están por debajo de ese precio a pesar de 7 años de aumentos constantes.

Yo creo que si las elecciones fueran hoy, ganaría Hillary, no necesariamente una buena alternativa pero como dice el dicho más vale malo por conocido que, en este caso, impredecible, narcisista y ególatra por conocer.

Yo coincido con los que sienten que el país necesita un líder que rompa con todo lo que no sirve, incluyendo la pesada burocracia de Washington, pero lamentablemente no creo que ninguno de estos dos candidatos tenga lo necesario para liderar ese cambio.

Estados Unidos sigue siendo un gran país, crece 2% en sus peores años, no requiere de tasas negativas de interés y continúa creando un promedio de 180,000 empleos al mes pero ha perdido su imagen de líder mundial y el respeto internacional que eso trae consigo.

Yo recuerdo cuando cada quien en EUA quería ser el mejor en lo que hacía, ya fuera mesero, piloto aviador, doctor o jardinero, pero eso ya no existe, hoy todos trabajan de mala gana por un sueldo y solo esperan el minuto en que termina su turno para salir corriendo de su empleo.

La situación en México sigue muy complicada, ya que ni los cambios en el gabinete crearon la esperanza de una mejoría en el país. El presupuesto legado a Meade incluye recortes que estrangulan al país y apenas hoy publicó Banxico la encuesta que hace entre economistas del sector privado donde se redujo el crecimiento proyectado de 2016 de 2.2 a 2.1% y el de 2017 de 2.6 a 2.4%. La expectativa de paridad para final de este año subió de $18.10 a $18.50 y eso no incluye lo que pudiera pasar si ganara Trump las elecciones en Estados Unidos.

Siento que el Banco de México quemó pólvora al subir la tasa de interés a 4.75% lo cual ni siquiera hizo que subiera el peso. El impacto actual sobre la moneda está basado en las elecciones de EUA y el incentivo de ½ punto más no contrarresta el riesgo de una posible devaluación. ¿Cuál era la prisa para moverse?

Me llama la atención el nuevo deterioro de la cobertura de México en la prensa internacional, ya que nuevamente sólo se habla de policías muertos, fosas comunes y desaparecidos en Sinaloa, Guerrero, Jalisco y el Estado de México.

No sé si haya motivos ulteriores para difamar a México, pero siento que lo que se estaba haciendo hace unos meses debe repetirse y no perder el tiempo en recibir como jefe de estado a un candidato que no ha hecho más que insultar a los mexicanos.

Israel sufrió la tristísima pérdida de Shimon Peres, el último de los fundadores originales del Estado moderno y un paladín de la paz. En vida hubo muchos a los que les simpatizaba y también muchos detractores, pero a su muerte se unió al mundo en duelo.

Qué triste que eso haya sido lo que motivó a que el Presidente Obama fuera a Israel y hablara con el corazón, que Abbas se sentara cerca de Netanyahu y que lideres de todo el mundo pudieran decir “Adiós Javer”.

El mes fue muy volátil, con 11 días de movimientos de más de 100 puntos en el índice Dow Jones, pero al final el incremento de las bolsas fue ínfimo, el dólar casi no se movió y los instrumentos percibidos como más riesgosos se comportaron mejor que los bonos de gobierno que representan el refugio en tiempos de crisis.

No hablé mucho de Pemex, que logró refinanciar $4 billones de dólares postergando el pago y aliviando sus necesidades de capital a corto plazo.

No creo que corra ningún riesgo una inversión en bonos de la paraestatal, pero espero que el gobierno finalmente actúe en forma juiciosa y deje de sacar tanto dinero de la empresa la cual ha visto bajar su producción y su exportación, y ahora esperan que compita con las grandes empresas petroleras de todo el mundo mandándola a la guerra sin fusil.

Hasta el próximo mes, me despido deseándoles un año de salud, paz y muchas alegrías para Uds. y sus familias.

Luis