ALON LAVI

Todavía recuerdo vívidamente mi primer encuentro con Shimon Peres: yo era un joven de 17 años de edad que fue enviado al Parlamento Israelí  (Knesset) en Januká, la Fiesta Judía de las Luminarias, representando a un grupo de jóvenes.

En aquel entonces, diciembre de 1996, Shimon Peres era un miembro de la Knesset, jefe de la oposición, a tan sólo unos meses después de perder las elecciones generales contra el Primer Ministro Netanyahu. Todavía puedo escuchar las encendidas palabras que nos dirigió a nosotros los jóvenes, sus ojos brillantes y enérgicos, mientras que detallaba sus puntos de vista, la importancia del papel de los jóvenes en la sociedad y cómo la edad, joven o viejo, no es un factor, pero la forma de pensar sí lo es. Desde ese primer encuentro, tuve el privilegio y el honor de encontrarlo en varias otras ocasiones, ya sea como Ministro del Gabinete, como Presidente, o Ex-presidente.

Ya que tenía que elegir mi carrera, me estaba debatiendo si unirme al Servicio Exterior de Israel, vi su imagen en mi mente. Shimon Peres fue la manifestación de lo que es un verdadero diplomático. Era la combinación de visión y detalles, mirando hacia el futuro mientras aprendía del pasado, una persona que sabía encontrar los puntos en común con la persona que hablaba con él, y sobre todo, tenía un verdadero e irrefutable amor por Israel y por su pueblo.

La vida de Shimon Peres representa la historia del estado de Israel. Peres Nació en Bielorrusia en 1923 e inmigró a Israel bajo el Mandato Británico en Palestina junto con su familia. Creció en Tel Aviv y asistió a la Escuela de Agricultura en Ben Shemen. En aquellos días, antes de la creación del Estado de Israel, la agricultura era un pilar en la construcción del Estado y Peres pasó varios años en el Kibbutz Geva y el Kibbutz Alumot, de los cuales fue uno de los fundadores. En 1943 fue elegido Secretario del Movimiento Juvenil Sionista Laboral – su primer puesto público.

Desde entonces, Shimon Peres, con el fin de construir y desarrollar la Tierra de Israel, ve que existe la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías que ayudarán a cultivar y mejorar la tierra. Otro de los pilares era la seguridad del nuevo estado, ya que todos los países árabes alrededor de Israel no aceptaron el establecimiento de un estado judío. Peres, con un profundo conocimiento de la frágil realidad en ese momento, dirige su talento para construir y mejorar la seguridad de Israel.

En 1952 se unió al Ministerio de Defensa y un año después – a los 29 años de edad – fue elegido como Director General del Ministerio, posición en la que estuvo hasta 1959, ese año, fue elegido miembro de la Knesset y fue parte del Parlamento Israelí por 48 años, durante los cuales ocupó casi todas las posiciones posibles en el Parlamento y en el Gobierno hasta ser elegido Presidente de Israel en el año 2007.
Fue además un artífice de la operación de rescate de Entebbe en 1976.

Él fue quien inicio y dirigió las negociaciones que llevaron a la firma de un Acuerdo de Entendimiento con la OLP en Septiembre de 1993, que lo llevaron a ganar el Premio Nobel de la Paz en 1994 junto a Rabin y Arafat. Estas Negociaciones lograron la retirada israelí de Gaza y algunas zonas de Judea y Samaria y el establecimiento de una limitada autonomía palestina, según lo acordado. En Octubre de 1994 se firmó el Acuerdo de Paz con Jordania y sucesivamente Peres luchó para mejorar las relaciones públicas con otros países árabes en el Norte de África y en el Golfo Pérsico – parte de su visión del “Nuevo Medio Oriente”.

Puedo seguir escribiendo sobre muchos más cargos que cumplió e incluso más de sus logros, sin embargo, el espacio es demasiado corto. Solo comentaré que en 2007 fue elegido para convertirse en el noveno presidente de Israel. Durante la Ceremonia de Inauguración, dijo: “Nunca quise ser un presidente. Cuando era joven, mi sueño era ser un pastor o un poeta de las estrellas. Ahora como me eligieron, es un privilegio para mí y un honor.”

Durante sus 7 años como Presidente se reunió con todos los líderes del mundo, promoviendo la ciencia y la tecnología, la innovación, la agricultura, la educación, el arte y mucho más. Además él nunca dejó de promocionar la paz y su visión para el “nuevo Oriente Medio”, un Oriente Medio donde haya paz y cooperación entre Israel y los estados árabes que lo rodean.

En 2013, el Presidente Peres llegó a México en una visita de Estado, al mismo tiempo que Israel fue elegido como País Invitado de Honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Esta visita sigue influyendo en las buenas relaciones bilaterales entre Israel y México. Él quedó profundamente impresionado por México, su gente y su comunidad judía, por lo que aceptó regresar ya como ex-presidente en 2015 para la Cumbre de Negocios.

Su legado, su visión y su sabiduría se quedarán conmigo para siempre. Como dijo una vez: “La gente piensa que fantaseo, no lo hago. Pero si lo hago, tengo licencia para fantasear porque todo lo que he fantaseado en el pasado se convirtió en una realidad.”

A todos ustedes les propongo no olvidarse de soñar y fantasear con un mejor futuro para nosotros, para nuestros hijos y para nuestros países, les propongo no sólo soñar sobre la paz, sino también hacer que sea una realidad como hubiera querido Shimon Peres.

Que su alma descanse en la Paz Eterna. Amen.

*Consejero Político de la Embajada de Israel en Mexico