KHALED ABU TOAMEH

Unos 300 miembros de Al Fatah, dirigida por el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, han empezado a recibir “entrenamiento militar” en la Franja de Gaza para prepararse para una guerra contra Israel.

El brazo armado de Fatah, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa-División Mártir Nidal al Amudi, ha anunciado que sus miembros se han inscrito en una nueva academia militar para la formación de “combatientes” en Gaza. La academia, inaugurada recientemente, entrenará a los “combatientes” en varias tácticas de lucha “en el marco de un programa de preparación para cualquier futura batalla” con el “enemigo sionista”.

La Academia Nidal toma su nombre de Nidal al Amudi, militante de Fatah de alto rango al que las Fuerzas de Defensa de Israel mataron el 13 de enero de 2008, después de que llevara a cabo una serie de ataques armados contra civiles y soldados israelíes durante la Segunda Intifada. “Se ha dado a la academia el nombre del comandante Nidal al Amudi (Abu Husein) para cumplir su sueño de capacitar a los combatientes en los aspectos militar, moral, religioso y revolucionario”, ha explicado el grupo armado de Fatah en un comunicado. Señalando que ya se habían inscrito unos 300 “combatientes”, añadió que habían empezado a recibir adiestramiento en varias tácticas de guerra.

“Hemos adoptado el compromiso de preparar un ejército de combatientes dedicando todas nuestras capacidades y energías a consolidar la opción de la lucha armada como el único medio de liberar Palestina”, declaró la organización.

La División Mártir Nidal al Amudi es una de las varias milicias asociadas a Fatah que siguen operando en Gaza, pese a que Hamás se hizo violentamente con la Franja en el verano de 2007. Estos grupos no suponen ninguna amenaza para el régimen de Hamás, motivo por el que los permite operar libremente en diferentes partes del territorio. Su política explícita es prepararse para la guerra contra Israel y lanzar ataques terroristas contra israelíes. Sin embargo, Hamás, que expulsó a sus líderes de la Franja y sigue persiguiendo a decenas de activistas de Fatah allí, no se encuentra en su lista de objetivos.

Que una milicia asociada a Fatah inaugure su propia academia militar en Gaza ha supuesto una novedad. En los últimos años, los grupos armados de Fatah han publicado vídeos en los que se ve a sus hombres recibiendo entrenamiento militar en huertos y campos, lejos de la mirada vigilante de sus rivales de Hamás. Ahora parece que Hamás no tiene nada que temer de los militantes de Fatah, ya que Israel es su único objetivo.

Así que, en lugar de entrenar a sus hombres para recuperar Gaza y liberarla del régimen opresor de Hamás, los combatientes de Fatah están muy ocupados preparándose para la guerra contra Israel o luchando entre sí. De hecho, parece que los grupos armados de Fatah están en realidad compitiendo con Hamás para hacerse con el título al Mejor Preparado para Destruir Israel. Como Hamás, quieren ganarse los corazones y las mentes de los palestinos de la Franja demostrando que también ellos apoyan la “lucha armada” contra Israel y que su objetivo es “liberar Palestina”.

Por suerte para Hamás, las milicias de Fatah están bastante preocupadas con sus luchas intestinas, lo que les deja muy poco tiempo para pensar en posibles formas de mejorar la vida de su pueblo.

Hoy, al menos otros cinco grupos armados de Fatah están operando en Gaza: las Brigadas Abu Rish, las Brigadas Yihad Yibril, las Brigadas Abdel Qader Huseini, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y Fatah Sukur (los Halcones). Algunos de estos grupos se han atribuido en anteriores ocasiones el lanzamiento de proyectiles contra Israel. No hay demasiada armonía o cariño entre estos grupos de Fatah, cuyos miembros se consideran unos a otros rivales y enemigos políticos, más que camaradas y colegas.

Fuentes de la Franja señalan que numerosos miembros de estos grupos son ex policías de la Autoridad Palestina que perdieron su trabajo después de que Hamás se hiciera con el poder en el territorio. Como tales, muchos de ellos siguen a sueldo de la AP, pese al hecho de que están más que dispuestos a vapulear a Mahmud Abbas y sus políticas. Dicho de otra manera, estos pistoleros de Fatah que se están preparando para la guerra contra Israel están recibiendo indirectamente salarios de donantes occidentales, entre ellos EE.UU. y muchos países de la UE que financian a la AP.

La División Mártir Nidal al Amudi lanzó hace poco un feroz ataque contra Abbas por asistir al funeral del presidente israelí Shimon Peres en Jerusalén. Miembros enmascarados del grupo publicaron un vídeo en las redes sociales donde condenaban enérgicamente a Abbas por asistir al funeral aduciendo que se oponían a cualquier forma de “normalización” con Israel. Exigían que Abbas se disculpara con los palestinos y Fatah y añadieron que la “lucha armada” era la única manera de “liberar Palestina”.

Más recientemente, el mismo grupo celebró el tiroteo perpetrado en Jerusalén por Musbah abu Sbeih, en el que murieron dos israelíes, una abuela de 60 años y un agente de policía de 29. “Esta heroica operación es un claro mensaje de que la lucha armada está muy arraigada entre los palestinos”, declaró el grupo. “La operación es una respuesta natural a los crímenes de la ocupación”.

No nos confundamos. Estas organizaciones creen que representan a la verdadera Fatah, que nunca reconoció el derecho de Israel a existir y que se aferra a la lucha armada como la única forma de “liberar Palestina”. No son grupos escindidos. Por eso es por lo que siguen operando bajo la marca de Fatah. A sus ojos, están siguiendo los principios de su antiguo líder, Yaser Arafat, que puso en marcha Fatah como un “movimiento de liberación nacional” y que en puridad jamás abandonó la opción de la lucha armada contra Israel. Son Abbas y sus colegas en Fatah –dicen– los que se han desviado de la doctrina de Fatah y de sus verdaderos objetivos.

El juego de poder entre las milicias de Fatah en Gaza refleja la división aún mayor entre los dirigentes de Fatah. Según fuentes palestinas, los líderes de Fatah en la Franja se han desvinculado de los líderes de la facción en la Margen Occidental. Los ayudantes de Abbas culpan del cisma al hombre fuerte de Fatah en el exilio, Mohamed Dahlán, aseverando que está proporcionando dinero a los disidentes para tratar de debilitar al presidente palestino, que también es el jefe de Fatah. Abbas convocó hace poco a los líderes de Fatah de la Franja a una reunión de urgencia en Ramala para tratar la creciente influencia de Dahlán en Gaza y las desavenencias en Fatah. La medida se tomó después de que miles de miembros de Fatah leales a Dahlán protagonizaran una gran manifestación en la Franja contra Abbas. Durante la protesta, quemaron y pisotearon fotos suyas.

Estos sucesos en Fatah son destacables por una razón específica: en general, la comunidad internacional sigue percibiendo a Fatah como el partido palestino moderado, con el que Israel debería hacer paz. Sin embargo, Fatah no es ni mucho menos un bloque unido: hay muchos grupos dentro de la facción que, en sus propias palabras, buscan la “liberación de Palestina” mediante la lucha armada. Además, ni Abbas ni sus leales de mayor rango en la Margen han renegado del belicismo de las milicias de Fatah. Y lo que es fundamental: muchos de estos milicianos de Fatah siguen recibiendo salarios de la Autoridad Palestina.

Fatah, en realidad, es una hidra bicéfala: una cabeza le dice a la comunidad internacional angloparlante lo que quiere oír; en concreto, que apoya una solución de dos Estados y que busca resolver pacíficamente el conflicto con Israel, mientras que la otra cabeza dice la verdad: que está comprometida en la lucha armada y la “liberación de Palestina”, incluso que se está preparando para la guerra contra Israel. Vale la pena señalar también que algunas de estas milicias de Fatah siguen operando en algunas partes de esos territorios controlados por las fuerzas de seguridad de Abbas en la Margen Occidental. Y, como sus compinches de Gaza, también reciben salarios de la Autoridad Palestina.

Abbas ha perdido Gaza a manos no sólo de Hamás, también de sus propios y antiguos seguidores de Fatah, que están marchando en una dirección totalmente diferente a la de los líderes de Fatah en la Margen Occidental. La disputa entre Fatah y Hamás, que en la práctica ha dividido a los palestinos en dos entidades distintas –una en la Margen y la otra en Gaza– es una de las razones por las que los palestinos están más lejos que nunca de lograr un Estado independiente. La lucha interna en Fatah y el abismo que separa a sus líderes es otra. La pretensión de Abbas de un único liderazgo en Fatah es difícil de creer hasta para el más crédulo de sus seguidores: miles de sus combatientes se están preparando para una guerra contra Israel.

Fuente:es.gatestoneinstitute.org