EMB. ALAN BAKER

La Junta Ejecutiva y Comité de Patrimonio Mundial de la Organización Educativa, Científica y Cultural de Naciones Unidas (UNESCO) han sido manipulados hace poco para adoptar resoluciones equivalentes a negar los lazos judíos y cristianos con Jerusalem y sus sitios santos, y tratar así de reescribir y corromper la historia aceptada y comprobada.

Estas resoluciones, adoptadas por pedido del liderazgo palestino, los estados árabes y apoyada por otros estados miembros de la organización, fueron generadas a partir de una falta manifiesta y deliberada de bona fides y con indiferencia de los propósitos y funciones de la UNESCO.

Ellas son inherentemente sesgadas y motivadas políticamente, como parte de un objetivo general de realzar el carácter islámico de Jerusalem a través de negar y borrar los orígenes judaico y cristiano previos de Jerusalem.
Al intentar reescribir, corromper la historia y la verdad y permitirse ser manipulada y politizada, la UNESCO ha actuado más allá de los poderes [ultra-vires] de su propia constitución y se ha permitido ser tomada como rehén por elementos intencionados para lograr un fin político a través de socavar el carácter universal de la UNESCO como una organización profesional, educativa y cultural.

Según la constitución fundadora de la UNESCO adoptada en 1945 (como es enmendada de vez en cuando):
El propósito de la organización es contribuir a la paz y seguridad a través de promover la colaboración entre las naciones a través de la educación, ciencia y cultura a fin de promover el respeto universal por la justicia, por el imperio del derecho y por los derechos humanos y libertades fundamentales que son afirmadas por los pueblos del mundo, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, a través del Estatuto de las Naciones Unidas.1

En sus principios constitutivos, la organización considera la ignorancia, la sospecha y la desconfianza como las principales causas de prejuicio, desigualdad y guerra.

La constitución de la UNESCO proclama la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz como indispensables para la dignidad del hombre, constituyendo un “deber sagrado que deben cumplir todas las naciones en un espíritu de ayuda y preocupación mutuas.”

“La solidaridad intelectual y moral de la humanidad” y “la búsqueda irrestricta de la verdad objetiva” son declaradas los componentes básicos de la paz.

De igual manera, la Convención de 1972 de la UNESCO Concerniente a la Protección del Patrimonio Cultural y Natural Mundial explica la importancia de conservar, salvaguardar y proteger el patrimonio cultural y natural del mundo.2

La UNESCO ya no puede más ser vista como una agencia especializada objetiva, universal y profesional. Su carácter especial como el órgano educativo y cultural de la ONU ha sido contaminado y perjudicado gravemente y en forma irreparable.

Por esta razón, Estados Unidos e Israel, tanto como los estados serios y responsables que no apoyaron estas resoluciones, deben desasociarse y abandonar la UNESCO y retener las cuotas de membresía.

 

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Notas
1 https://portal.unesco.org/en/ev.php-URL_ID=15244&URL_DO=DO_PRINTPAGE&URL_SECTION=201.html
2 https://whc.unesco.org/en/conventiontext/

 

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs-
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México