El lamentable suicidio auto-asistido de la UNESCO

Palestinians demonstrate in front of the Dome of the Rock after clashes between Palestinian stone throwers and Israeli forces at Jerusalem's Al-Aqsa Mosque compound, one of Islam's holiest sites, on September 27, 2015. Muslims have been alarmed by an increase in visits by Jews and fear rules governing the compound will be changed. AFP PHOTO/AHMAD GHARABLI / AFP PHOTO / AHMAD GHARABLI

EMB. ALAN BAKER

La Junta Ejecutiva y Comité de Patrimonio Mundial de la Organización Educativa, Científica y Cultural de Naciones Unidas (UNESCO) han sido manipulados hace poco para adoptar resoluciones equivalentes a negar los lazos judíos y cristianos con Jerusalem y sus sitios santos, y tratar así de reescribir y corromper la historia aceptada y comprobada.

Estas resoluciones, adoptadas por pedido del liderazgo palestino, los estados árabes y apoyada por otros estados miembros de la organización, fueron generadas a partir de una falta manifiesta y deliberada de bona fides y con indiferencia de los propósitos y funciones de la UNESCO.

Ellas son inherentemente sesgadas y motivadas políticamente, como parte de un objetivo general de realzar el carácter islámico de Jerusalem a través de negar y borrar los orígenes judaico y cristiano previos de Jerusalem.
Al intentar reescribir, corromper la historia y la verdad y permitirse ser manipulada y politizada, la UNESCO ha actuado más allá de los poderes [ultra-vires] de su propia constitución y se ha permitido ser tomada como rehén por elementos intencionados para lograr un fin político a través de socavar el carácter universal de la UNESCO como una organización profesional, educativa y cultural.

Según la constitución fundadora de la UNESCO adoptada en 1945 (como es enmendada de vez en cuando):
El propósito de la organización es contribuir a la paz y seguridad a través de promover la colaboración entre las naciones a través de la educación, ciencia y cultura a fin de promover el respeto universal por la justicia, por el imperio del derecho y por los derechos humanos y libertades fundamentales que son afirmadas por los pueblos del mundo, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, a través del Estatuto de las Naciones Unidas.1

En sus principios constitutivos, la organización considera la ignorancia, la sospecha y la desconfianza como las principales causas de prejuicio, desigualdad y guerra.

La constitución de la UNESCO proclama la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz como indispensables para la dignidad del hombre, constituyendo un “deber sagrado que deben cumplir todas las naciones en un espíritu de ayuda y preocupación mutuas.”

“La solidaridad intelectual y moral de la humanidad” y “la búsqueda irrestricta de la verdad objetiva” son declaradas los componentes básicos de la paz.

De igual manera, la Convención de 1972 de la UNESCO Concerniente a la Protección del Patrimonio Cultural y Natural Mundial explica la importancia de conservar, salvaguardar y proteger el patrimonio cultural y natural del mundo.2

La UNESCO ya no puede más ser vista como una agencia especializada objetiva, universal y profesional. Su carácter especial como el órgano educativo y cultural de la ONU ha sido contaminado y perjudicado gravemente y en forma irreparable.

Por esta razón, Estados Unidos e Israel, tanto como los estados serios y responsables que no apoyaron estas resoluciones, deben desasociarse y abandonar la UNESCO y retener las cuotas de membresía.

 

* * *
Notas
1 https://portal.unesco.org/en/ev.php-URL_ID=15244&URL_DO=DO_PRINTPAGE&URL_SECTION=201.html
2 https://whc.unesco.org/en/conventiontext/

 

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs-
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

Enlace Judío México: