Hace 10 meses, cuando Donald Trump era apenas una amenaza, el historiador Enrique Krauze advirtió sobre los tics nazi-fascistas del próximo Presidente de Estados Unidos.

“Un populista de extrema derecha, que además es megalómano, narcisista, paranoico”, describió Krauze (Reforma, 17 de enero de 2016), “Trump es un peligro real e inminente”.

Transcurrido un año, luego de las precampañas, la Convención del Partido Republicano, la campaña, los debates con Hillary Clinton, la visita de Trump a México, la votación y la larga noche del martes 8 de noviembre, Krauze contempla el panorama desolador que anticipaba desde enero.

“Debemos estar tristes por la misma razón por la que lo está todo el mundo civilizado y democrático: porque Estados Unidos, desde su fundación, evitó en su Constitución y desde sus padres fundadores, la concentración del poder político en una sola persona, y ahora los electores han llevado al poder a un hombre que concentrará no solamente lo que corresponde a su propio ámbito Ejecutivo, sino lo que le corresponde al Legislativo y Judicial. Estamos ante un escenario preocupante y muy triste, porque se trata de una democracia que entra en crisis y que tiene 240 años de existencia”, comenta en entrevista, al día siguiente de las elecciones que dieron a Trump una amplia victoria sobre la demócrata Hillary Clinton.

Hace un año, Krauze y el historiador cubano Carmelo Mesa-Lago redactaron una carta en la que describían a Trump: “en su actitud se advierten, en efecto, elementos del fascismo italiano: el culto al líder, la emotividad irracional, los desplantes incendiarios, la obsesión por las teorías conspirativas, el miedo a lo distinto visto como una amenaza, la apelación a un pasado de grandeza mítica y la promesa de restaurarlo”. La carta fue firmada por 67 artistas y científicos, como protesta por los ataques verbales de Trump contra los inmigrantes hispanos.

Desde que Trump inició su campaña rumbo a la Casa Blanca, en junio de 2015, Krauze fue uno de los intelectuales mexicanos más activos en contra del empresario.

Letras Libres (la revista que fundó y dirige) dedicó su portada de octubre a Trump. Bajo el título de Fascista americano, la publicación analizaba su discurso de odio contra los migrantes, su racismo, su irracionalidad y su campaña en contra del sistema político y la prensa.

A 70 días de que Trump asuma el poder, Krauze visualiza los mismos tics nazi-fascistas en el Presidente electo, aunque encuentra diferencias “afortunadas” entre la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, y los Estados Unidos de 2016.

“He trazado las diferencias entre esas figuras autoritarias y Trump, pero no me cabe duda que en algunos aspectos psicológicos o psicopatológicos -y no soy el único que lo piensa- por supuesto que tienen semejanzas. Por fortuna, la Presidencia en Estados Unidos tiene un límite de cuatro años, a lo mucho de ocho; existe una tradición de libertades profunda, antigua, y la mitad del electorado no está con él, así que ésta no es la Alemania del 33. Pero sí es una situación muy desoladora”, comenta.

Las razones

Para Krauze, Trump no implica una ruptura en el sistema de partidos estadounidense. Ni significa el colapso del Partido Republicano o el Partido Demócrata, pero sí una crisis grave.

Krauze encuentra las causas de la victoria de Trump en un discurso populista que catalizó el malestar de la sociedad norteamericana y se convirtió en un fenómeno mediático.

“La razón del éxito está en la figura mediática de Trump, en el haber tolerado su ascenso como una celebridad; los medios lo cobijaron, lo auparon, y yo creo que el poder de un discurso malévolo en la historia -y se ha probado muchas veces- es enorme. Así que, aunque existía ese malestar previo en la sociedad americana, y esas características desagradables, hay un hombre que cataliza el malestar y esa actitud colectiva, y ese hombre es Trump”, explica.

Trump enarboló un discurso proteccionista que sugiere cerrarse a la globalidad y adoptar el “americanismo” como credo.

“Ah, muy bien. Muy pronto, el pueblo americano, al igual que el inglés, se dará cuenta de que lo único que va a lograr con eso es una caída económica, una depresión, incluso una recesión. Esos dos países, insignia y vanguardia de la libertad económica, de pronto han cedido a los peores instintos aislacionistas. Esto lo que presagia, para los propios ingleses y americanos, es un desastre económico”, señala Krauze.

La amenaza

Enrique Krauze no tiene la menor duda de que Trump es una amenaza mundial: para la OTAN, para Medio Oriente y para la comunidad de Asia Pacífico que estaba por firmar un acuerdo comercial promovido por Estados Unidos, que Trump ha dicho que cancelará.

“Los países de la OTAN pueden temer, legítimamente, una extraña alianza entre Trump y Putin, dos autoritarios que se parecen mucho”, advierte, “y todo mundo sabe que México es un país en el que, de volverse reales las amenazas de Trump, aunque las instrumentara parcialmente, podríamos salir muy perjudicados”.

-¿Qué hacer frente a eso? -se le pregunta.

-Debemos permanecer unidos, ahora más que nunca, y no es retórica. La palabra unidos no ha sido, más que al principio de nuestra vida independiente, una palabra significativa. Hoy debe serlo. Debe cobrar un nuevo significado, absolutamente.

-Un Presidente como el que tenemos actualmente ¿tiene la capacidad de convocar a esa unidad?

-Lo que esperemos que tenga es la capacidad de reaccionar diplomáticamente, para enfrentarse a la eventualidad y los problemas que pueden surgir pronto en el ámbito del libre comercio, en el probable secuestro de las remesas, en la construcción del muro, en la deportación de millones de indocumentados. Allí, el gobierno mexicano debe actuar con claridad, con fuerza, sin dejarse intimidar, con sabiduría y echar mano de lo mejor de nuestra tradición diplomática. Espero que los mejores instintos y la mejor tradición de México en el ámbito diplomático salgan a flote.

Horas después del martes más triste, Krauze prefiere no hacer presagios.

“No quiero vaticinar nada, sólo quiero formular ese deseo”.

El impacto Trump

Desde las primeras horas, las repercusiones del triunfo de Trump se comenzaron a sentir en la economía mexicana.

Tipo de cambio

En el Presupuesto de Egresos para 2017, la SHCP proponía un tipo de cambio de 18.20 pesos. El viernes 11, el dólar ya había superado los 21.50 pesos en casas de cambio.

Crecimiento económico

En el Paquete Económico de 2017, Hacienda estima un crecimiento del PIB de entre 2 y 3 por ciento. Después del triunfo de Trump, Citibanamex y otros analistas redujeron la estimación a 1.8 por ciento, principalmente por la amenaza de Trump de renegociar o abandonar el TLC.

Bolsa de Valores

La Bolsa Mexicana de Valores registró el jueves una caída de 4.57 por ciento, la mayor registrada desde septiembre de 2011 tras los ataques terroristas en Nueva York. En dos días, el principal indicador, el Índice de Precios y Cotizaciones, acumuló una baja de 6.70 por ciento.

Tasas de interés

Analistas prevén que el Banco de México podría subir la tasa de interés de referencia entre 50 y 100 puntos base.

Inversiones

Se prevé un freno a las inversiones estadounidenses en México, principalmente en el sector automotriz, por la propuesta de imponer un impuesto del 35 por ciento a los productos de las armadoras que trabajen en México.

En el sector energético, a pesar de la reforma hecha en 2014, empresas como Chevron o Exxon Mobil reducirían su inversión ante las sanciones económicas de Trump por invertir fuera de Estados Unidos.

Empleos

Una consecuencia inmediata del freno de las inversiones, durante 2017, sería la caída en la creación de empleos en México.

Remesas

Las remesas enviadas por 34.6 millones de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos -con o sin papeles- ascendieron a 24 mil 770 millones de dólares en 2015. La incertidumbre por la oferta de campaña de Trump de retener las remesas para financiar la construcción del muro, o por la deportación de millones de trabajadores indocumentados, afectaría el envío de estos recursos, que hoy en día representan la segunda fuente de divisas para el país.

“Espero que los mejores instintos y la mejor tradición de México en el ámbito diplomático salgan a flote. No quiero vaticinar nada, sólo quiero formular ese deseo”.

Fuente: Reforma