THE WALL STREET JOURNAL

La ley palestina recompensa a los que matan judíos, incluidos estadounidenses.

En su elegía hace poco para el estadista israelí Shimon Peres, el Presidente Obama habló del “negocio inconcluso” de la paz entre israelíes y palestinos. Ahora él o Donald Trump tienen una oportunidad de hacer avanzar la causa respaldando la legislación para detener el flujo de dólares de los impuestos estadounidenses a los terroristas palestinos.

Desde la década de 1990, cuando Estados Unidos y otros países han enviado miles de millones de dólares en ayuda a los palestinos, sus líderes han pagado cientos de millones en recompensas a los que llevan a cabo bombardeos, acuchillamientos y otros ataques en Israel. Estos pagos, codificados en el derecho palestino, son un programa oficial de incentivos para el asesinato que en cualquier otro contexto sería reconocido como patrocinio estatal del terrorismo. Pero Estados Unidos y otros estados occidentales han mirado hacia otro lado mientras continuaban enviando ayuda, sin dar a los líderes palestinos ningún incentivo para detenerse.

Los Senadores Lindsey Graham, Dan Coats y Roy Blunt han presentado un proyecto de ley para terminar la ayuda económica de Estados Unidos a menos que los líderes palestinos dejen de recompensar a terroristas. Se llama Ley Taylor Force, por el veterano del ejército estadounidense de 28 años acuchillado a muerte en marzo por un palestino en la ciudad de Jaffa. Otras víctimas estadounidenses del terrorismo palestino reciente incluyen a Hallel Yaffa Ariel de 13 años y Ezra Schwartz de 18 años.

“Nunca lograrán la paz cuando pagas a uno de tus jóvenes para matar a alguien como Taylor Force. Eso es incongruente y tiene que parar”, dice Lindsey Graham (R., S.C.). “No vamos a invertir en un grupo de gente que tiene leyes como esta. Simplemente no es una buena inversión.” Las mismas leyes palestinas garantizan empleo en la administración pública para terroristas al momento de su liberación de la prisión–cuanto más sangriento su crimen, más cómodo su puesto. “Si estás en prisión por cinco a seis años, sales con el rango civil de jefe de departamento o teniente en sus fuerzas de seguridad, llegas a elegir. Si estás en prisión de 25 a 30 años, te vuelves un viceministro o general de división,” agrega Graham.

Dan Coats (R., Ind.), destaca que el Congreso trató de detener el subsidio a los pagos terroristas en el 2014, pero los líderes palestinos eludieron esa ley con un juego de pase de manos, que aprobó pagos a través de la Organización para la Liberación de Palestina, la cual técnicamente no es un receptor de la ayuda de Estados Unidos. Cuando los legisladores plantearon esto al Departamento de Estado, obtuvieron sólo una respuesta “tímida”, dice Coates. Un informe del Departamento de Estado elogió los pagos como un “esfuerzo para reintegrar” en la sociedad a los prisioneros liberados.

La verdad es que estos pagos son regalos empapados en sangre de un liderazgo palestino todavía dedicado más a destruir a Israel que a construir un estado palestino. Este ha sido siempre el impedimento principal para la paz. Es improbable que Barack Obama actúe en sus días finales, pero el gobierno de Trump y el nuevo Congreso podrían enviar un mensaje enérgico aprobando la Ley Taylor Force.

 

Traducido por Marcela Lubczanksi para Enlace Judío México