La comunidad Israelita de Monterrey se dio a la labor de traer a la ciudad la película-documental titulada “Paraíso en Auschwitz” como un regalo para la comunidad tanto judía como no judía.

THELMA KIRSCH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Nos dimos a la tarea de invitar a gente a quienes les pudiera interesar la producción, y gracias a Esther y Aarón Cohen se iniciaron los arreglos para su presentación. Hubo mucha gente involucrada. Gente relacionada con las diferentes universidades de la ciudad, con asociaciones históricas y por otras que luchan por la igualdad entre los seres humanos.

Se le pidió a la gente que confirmase su asistencia, ya que la entrada no tenía costo, pero el cine sí tenía una cantidad específica de lugares adaptados. Llegó mucha gente que no había confirmado, pero que de una u otra manera se enteraron de la proyección.

Por parte del Centro Israelita hubo mucho trabajo para lograr que esto llegase a buen fin. La Sra. Sara Rosenfeld, administradora del Centro, hizo los arreglos con el cine que se rentó para tener espacio suficiente y acceso a un lugar amplio y cómodo, además de una gran pantalla y un buen sonido.

La Sra. Ivonne Sandler tuvo a su cargo elaborar las listas de los asistentes para tener idea de cuánta gente asistiría y no sobrepasar el cupo del lugar, además de organizar a varias señoras para que estuviesen pendientes de revisar si estaban o no en las listas.

El Centro Israelita tomó precauciones en la entrada del cine y se ocupó de que hubiese seguridad, y debo decir que todo funcionaba como un reloj.
Mucha gente estuvo aguardando para saber si había lugares extras disponibles o de personas que no llegaran, pero al momento de iniciar la proyección a todos se les hizo pasar a la sala, que ya estaba llena con cerca de un 75%  de cupo aproximadamente. Este cine, que ahora se utiliza para múltiples presentaciones, tiene capacidad para 850 personas.

Antes de dar inicio, la Doctora en cuestiones del Holocausto, Mónica Klikman, hizo una introducción, un preámbulo de lo que fue la Shoá.
Sus palabras fueron como un cierre, a pesar de haber sido el inicio de lo que se iba a proyectar y estas imágenes quedaron profundamente ligadas al sentimiento de todos los asistentes, sobre todo de aquellos que no están muy enterados de las terribles realidades que sucedieron.

Las preguntas, como siempre, fueron las mismas que nosotros nos hacemos todos los días: ¿Cómo es que el hombre pudo cometer estas atrocidades? La respuesta queda en el aire por una eternidad. La única respuesta que podemos dar es: Jamás olvidar. Educar a las generaciones venideras como si el Holocausto hubiese ocurrido durante su vida, mostrarles que el mundo puede llegar a ser cruel, pero un judío debe mantener su cabeza en alto, estar unidos siempre y salir adelante.

Mil gracias a todos los que colaboraron para que esta empresa culminase con comentarios positivos y una buena representación de la comunidad en la ciudad. Punto muy importante que jamás podrá quedarse atrás.

La historia y el personaje principal que mantiene a los niños en una burbuja, alejados de una realidad terrible, fue una sorpresa para el público y mucha gente comentó al terminar la proyección acerca de la capacidad del judaísmo de buscar siempre una ventana para mejorar la vida y la educación de los niños, la unión que se logra entre sus miembros y esta aseveración la siento completamente cierta y me enorgullece que haya quien se dé cuenta y lo entienda.

Finalmente, las gracias más importantes deben dirigirse al presidente de la comunidad, el Sr. Salomón Karakowsky, que apoyó el proyecto y estuvo pendiente de todos los detalles.

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