LEON OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El cambio climático

El Protocolo de Kioto (Japón) adoptado en diciembre de 1997, en vigor desde febrero del 2005, fracasó en el intento de los países de combatir el cambio climático para atajar el calentamiento del planeta desencadenado por el hombre con sus emisiones de gases de efecto invernadero: el vapor de agua, el más abundante y que funciona como un gas que actúa en retroalimentación con el clima, a mayor temperatura de la atmósfera, más vapor, más nubes y más precipitaciones y el dióxido de carbono (CO2) un componente menor, empero, muy importante de la atmósfera.

Se estima que si las emisiones de estos gases continúan al ritmo actual, la temperatura de la superficie terrestre podría exceder valores históricos en el 2047, con efectos potencialmente dañinos en los ecosistemas, la biodiversidad y la subsistencia de personas en todo el mundo. Cálculos realizados en agosto del 2016 sugieren que de proseguir la trayectoria actual de emisiones, la tierra podría superar el límite de 2oC de calentamiento global.

En este contexto, en una nueva Cumbre del Clima realizada en París, Francia; en diciembre del 2015, 195 representantes de diferentes naciones adoptaron el primer Acuerdo Global para atenuar el cambio climático con el objetivo de que el aumento de la temperatura al final del siglo “se quede muy por debajo de 2oC”. Los firmantes se comprometieron a limitar sus emisiones, aunque las naciones desarrolladas, que son las que más emisiones generan, tendrían que hacer un mayor esfuerzo y movilizar 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020 cuando entrará en vigor el nuevo acuerdo.

Desde la Cumbre de París surgieron dudas sobre la viabilidad de lograr los objetivos planteados; sin embargo, con la victoria de Donald Trump (DT), la lucha contra el cambio climático se sume en la incertidumbre, ya que el presidente electo de EUA se ha mostrado escéptico sobre el impacto real del hombre en el calentamiento de la tierra; DT ha calificado al cambio climático como “un cuento” y ha prometido sacar a EUA del Acuerdo de París.

A mí en lo personal me han afectado severamente las variaciones abruptas de la temperatura durante el día en este otoño, así como las inusuales lluvias de esta temporada en la que se observa una epidemia de gripe en la Ciudad de México, a lo que se añade el persistente estado de emergencia atmosférica por la contaminación.

A raíz de que me extirparon un tumor del pulmón, hace tres meses, me han bajado las defensas frente a todos los factores climáticos adversos aquí enunciados. Llevo 3 semanas encerrado en mi casa, medicándome para combatir una severa bronquitis que me afecta. El ritmo de mi vida ha cambiado de manera importante; por lo pronto, no asisto a los desayunos tempraneros de diferentes grupos profesionales a los que pertenezco y tampoco a cenas con amigos. No me está permitido temporalmente asistir a espectáculos públicos, cine, teatro o conciertos para evitar un mayor contagio. He suspendido la actividad física en el Club Deportivo al que hasta hace un mes asistía diariamente.

Considero que las limitaciones que enfrento por mis problemas de salud son temporales. Asimismo, otras personas las están padeciendo, sobre todo de la tercera edad. En este ámbito, las medidas implementadas por el gobierno de la Ciudad de México para abatir la contaminación han sido insuficientes, en parte contrarrestadas por la corrupción en los verificentros en los que por una “mordida” (davida) los automóviles que no cubren los parámetros tecnológicos de las nuevas disposiciones, aunque no contaminen, obtienen la calcomanía cero que les da derecho a circular todos los días de la semana; también son aprobados vehículos que son contaminantes, empero, por la “magia” de un arreglo a través del cual no pasan el examen de la verificación, se les otorga la calcomanía para poder circular.

Por todas las calles de la ciudad se desplazan autobuses, camiones de carga, unidades de recolección de basura, transportes públicos y motocicletas, principalmente, que ostentosamente contaminan la atmósfera sin ser sancionados.

En este ámbito, cuatro meses atrás viajaba en un metrobús, me senté justamente en el área donde se enganchan los dos vagones del mismo; de repente sentí que me ahogaba, en virtud de que por una hendidura se filtraban cantidades ingentes de humo. A once años de la creación del eufemísticamente llamado transporte sustentable en la Ciudad de México, un número indeterminado de unidades del Metrobús se han convertido en chatarra por insuficiente mantenimiento de las mismas.

Delincuentes de cuello blanco en los Gobiernos Estatales

El criminólogo estadounidense Edwin Sutherland (1883-1950) creador del término “delincuente de cuello blanco”, definió a los individuos de elevado estatus socioeconómico que cometen delitos relacionados con sus ocupaciones profesionales. Esto viene a colación por los recientes y numerosos casos en Gobiernos Estatales y Municipales del país que, a través de elecciones supuestamente libres, instauraron administraciones delincuenciales con parientes y amigos que cínicamente saquearon las áreas públicas. El caso más célebre, por el monto de lo robado, es el del gobernador de Veracruz, JV, que a 48 días de terminar su gestión administrativa de 6 años, pidió licencia el 12 de octubre pasado “para hacer frente a las acusaciones de corrupción en su contra”, lo que le dio oportunidad de fugarse con apoyo del gobernador interino cercano a la gestión de JD. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló al inicio de noviembre que el presunto desvío de recursos de JD y su banda ascendía hasta el momento a 35 mil millones de pesos, el mayor monto registrado desde la creación de la ASF en el año 2000.

La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda detectó empresas que utilizaron operadores de JV para lavar dinero y realizar transferencias hacia Alemania, España, Inglaterra y Hong Kong. Medios de comunicación mostraron lujosas residencias adquiridas por JV en el extranjero, un extenso rancho en Valle de Bravo en el Estado de México; y la Casa de Veracruz, residencia oficial del ex gobernador, saqueada totalmente por el mismo.

El daño que causó JD a las finanzas estatales y municipales, a proveedores, a instituciones educativas, al Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, entre otros, ha provocado una crisis humanitaria en el Estado de Veracruz; 50 alcaldías municipales cerraron sus puertas por carecer de recursos para ejercer sus funciones; policías, médicos, profesores y burócratas han suspendido sus labores porque no se les ha cubierto sus salarios, con riesgos importantes para la salud de los habitantes y para su seguridad.

Por otra parte, cabe mencionar que el gobierno de JD se caracterizó por la represión en contra de activistas y comunicadores; Veracruz ha sido calificada como la entidad más peligrosa del país para ejercer el periodismo. Igualmente, JD dejó un estado dominado por el narcotráfico que derivó en que Veracruz sea evaluada como la sexta entidad más violenta de la República. Las tropelías de JV deberían ser juzgadas en una Corte Penal Internacional o estudiadas en un Think Thank de Harvard u otra prestigiosa universidad del mundo.

Otro caso de Ripley de delincuentes de cuello blanco es GP, ex gobernador de Sonora (2009-2014) que “ingenuamente y en un acto de congruencia” se presentó voluntariamente ante las autoridades el 10 de noviembre para manifestar su inocencia de las acusaciones que le imputó la Procuraduría General de la República, GP fue acompañado por su hijo mayor, abogado, para defenderlo de las acusaciones que se le hicieron: delitos de lavado de dinero, defraudación fiscal equiparada y delincuencia organizada; a ambos se les dictó auto de formal prisión.

GP estructuró una red de empresas con sus familiares para mover los recursos públicos extraídos ilegalmente. Sus fechorías fueron evidentes durante su gestión; incluso construyó una presa de manera ilegal con recursos públicos para irrigar las tierras de su rancho familiar.

GP permanecerá recluido el tiempo que dure el juicio, que podría ser al menos ochos meses; en caso de ser encontrado culpable de los delitos que le imputa la Procuraduría podría ser sentenciado a una pena entre 38 y 94 años de prisión. La gente piensa que al final de cuentas prevalecerá la impunidad y GP permanecerá en la cárcel sólo un breve lapso.

Justamente en Hermosillo, Sonora, hace 9 años murieron 49 niños atrapados en el fuego de una guardería debido a la negligencia del personal de la misma y porque el establecimiento no tenía las condiciones mínimas de seguridad. Asimismo, más de un centenar de menores sobrevivientes “quedaron marcados con pavorosas quemaduras”.

La guardería dependía del Instituto del Seguro Social, empero, el servicio estaba concesionado a una empresa privada; a la fecha 19 personas han sido castigadas por homicidio culposo y lesiones. No obstante, altos funcionarios y políticos implicados en el incidente fueron absueltos. Varios padres de los niños abogan por que se haga justicia para que “todas y cada una de las personas que tuvieron un grado de responsabilidad en la muerte y lesiones de los niños, reciban lo que les corresponde; la Fiscalía ha favorecido a los causantes de la tragedia”. Los padres están en una cruzada para lograr una ley de seguridad en guarderías y han apelado a instancias internacionales. La respuesta está en el aire.