Un inminente congreso de Fatah en Ramala determinará el futuro del movimiento palestino, exponiendo sus rivalidades y divisiones.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El 29 de noviembre, 1,400 miembros de Fatah celebrarán el Séptimo Congreso General de la organización en el recientemente inaugurado Salón de Conferencias Ahmad Shukeiri de la muqata, que lleva el nombre del primer presidente de la Organización de Liberación de Palestina. En el tercer día de la conferencia, elegirán al liderazgo de Fatah, el Comité Central, que en algún momento decidirá quién será el sucesor de Mahmoud Abbas.

Esto no es como debe ser. De acuerdo con la ley palestina, si el presidente no puede continuar en el cargo, deberá ser apoyado por el presidente del Consejo Legislativo Palestino, el parlamento, al menos hasta que se celebren las elecciones generales. Pero el Consejo Legislativo Palestino no se ha reunido desde 2007, y su conferenciante resulta ser el Shej Aziz Duwaik – un alto miembro de Hamas. Nadie en Fatah permitirá que Duwaik se convierta en presidente, ni siquiera temporalmente.

Por lo tanto, es muy probable que el líder que reemplace al presidente Abbas “temporalmente”, que podría convertirse en permanente, será elegido por el Comité Ejecutivo de la OLP, el liderazgo de la organización compuesto principalmente por delegados de Fatah. De ahí la importancia de las elecciones del Comité Central de Fatah: estos líderes palestinos elegirán a un candidato para liderar a la OLP y, para todos los propósitos prácticos, incluyendo la presidencia de la Autoridad Palestina.

En el congreso de este mes, se elegirá el 18 Comité Central de Fatah. Poco después, ellos mismos votarán por cuatro miembros adicionales del movimiento para unirse comité. El mismo Abbas, presidente de Fatah y presidente de la OLP, también se unirá, formando un total de 23 miembros. Ellos elegirán a un secretario general del Comité Central, quien será considerado el presidente en funciones de Fatah. La persona electa para esta posición se convertirá naturalmente en uno de los principales candidatos para ser nombrado presidente de Fatah y sucesor de Abbas.

¿Quién, entonces, tiene la mayor probabilidad de ganar el codiciado puesto de secretario general del Comité Central de Fatah? ¿Quiénes serán los miembros de ese comité? No queda claro. Varios nombres se han mencionado, aunque ninguno de ellos es sorprendente.

Podemos afirmar con certeza quién no asistirá a la conferencia general ni se unirá al Comité Central: el gran rival de Abbas, Mohammad Dahlan.

De hecho, uno de los objetivos no declarados de la próxima conferencia es mantener a los asociados de Dahlan fuera – y al parecer, Abbas ha logrado hacerlo hasta ahora. Recientemente, expulsó a decenas de partidarios de Dahlan y dijo a Egipto que no estaba dispuesto a posponer la conferencia – actos que han llevado a un severo aumento de la tensión con El Cairo.

Como resultado, Dahlan y su campamento, permanecerán fuera de la asamblea y del círculo de los responsables de la toma de decisiones en Fatah.

Dahlan, a quien Abbas expulsó de los territorios palestinos a principios de 2011, está considerando cómo responder. Sus seguidores en Gaza amenazaron con celebrar su propia conferencia en la Franja paralela a la conferencia general en Ramala. Pero ahora los socios de Dahlan indican tranquilamente que están estudiando la opción de crear un movimiento totalmente nuevo con el nombre de “Fatah original”.

Si esto ocurriese, podría generar una división histórica dentro de Fatah. Dahlan trataría de reclutar a partidarios activistas destacados como Jamal Tirawi y Jihad Tummaleh. Probablemente también lo presentaría como un movimiento temporal que operaría hasta que Abbas sea removido del poder.

Pero esta sería una estrategia de alto riesgo para Dahlan. Si el próximo líder de Fatah resultara ser un aliado de Abbas o un antiguo rival de Dahlan, como Jibril Rajoub, podría estar condenándose a exilio a largo plazo.

Entretanto, Jibril Rajoub, ha emergido como un contendiente importante en las elecciones para el Comité Central, y para el cargo de secretario general. El presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, Rajoub, ha utilizado el deporte para fortalecerse políticamente en los últimos años, adquiriendo muchos adeptos entre los miembros de Fatah. El mayor número de delegados a la conferencia de Ramala vendrá del sector de Hebrón, el hogar de Rajoub, nacido en la aldea de Dura.

Rajoub también se alió con otras figuras que se consideran muy influyentes en las filas superiores de Fatah, como Mahmoud Aloul, Hussein al-Sheikh y el jefe de la inteligencia palestina Majid Faraj. Aunque Faraj no se postule para un puesto en el Comité Central, puede ser incorporado por los miembros elegidos. El ex negociador de la OLP Saeb Erekat también puede ser nombrado para uno de esos cuatro cargos debido a su cercanía a Abbas.

Otro importante campo en estas elecciones es el de Marwan Barghouti, el presunto sucesor de Abbas que está cumpliendo cinco condenas en la cárcel israelí por orquestar los asesinatos de la Segunda Intifada. Dos de sus asociados más cercanos, Qadura Fares y Ahmed Ghanem, están buscando integrarse al Comité Central de Fatah.

Pero el campo más importante es el del propio Abbas. Aunque todavía no está completamente claro a quién quiere traer al Comité Central, varios de sus “recomendados” probablemente sean elegidos, como ocurrió en el congreso anterior de 2009.

Sin embargo, el público palestino es indiferente e incluso hostil al congreso. Fatah no ha logrado mejorar su estatus o imagen a los ojos del público en los últimos años, dando lugar a la demanda del campamento de Barghouti de “actualizar” su plataforma. Los partidarios de Barghouti quieren que Fatah emita una declaración al final de la conferencia en apoyo de la “resistencia mediante métodos pacíficos” (al-muqawama al-silmiyya) – o manifestaciones.

Divorcio del mundo árabe

Como se ha mencionado, una nube oscura se cierne sobre el próximo congreso y las elecciones. Es decir, la amenaza de una posible división al día siguiente si Dahlan y sus partidarios deciden formar movimiento alternativo. Pero Abbas y la AP tienen un problema aún mayor que Dahlan o sus emisarios en Cisjordania, que han estado tratando de volcar al público en contra de la Autoridad Palestina en muchos campamentos de refugiados.

Una grave crisis sin precedentes ha estallado entre la Autoridad Palestina y el mundo árabe moderado. Abbas está apunto de cortar relaciones con los países árabes sunitas, Egipto y Arabia Saudita. El Cairo apoya a Dahlan y estimula sus diversas actividades. Arabia Saudita ha suspendido su ayuda financiera a la AP. Los Emiratos Árabes Unidos protegen oficialmente a Dahlan, y a Jordania no le importa lo que suceda en Ramala.

Con sólo parte de Fatah, Abbas, de 82 años, está solo, casi aislado, contra Hamas, Israel, los países árabes y su propio enemigo de casa – Mohammad Dahlan.

Y sin embargo, existen varios posibles sucesores.

Fuente: The Times of Israel / Avi Issacharoff

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