El autor hizo un emotivo viaje autobiográfico, desde su paso por los campos de concentración nazis hasta su primer encuentro con un libro.

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El escritor rumano de origen judío que vive en Estados Unidos, Norman Manea, protagonizó un diálogo magistral con Enrique Krauze en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en donde relató su experiencia en el Holocausto, el socialismo y la vida real.

El autor de cuentos, novelas y ensayos dejó a la vista su sentir tras la trágica experiencia vivida en el nazismo y la censura del socialismo, sobre todo conmovió con la historia de sus inolvidables padres, que tuvieron que enfrentar la peor época en Europa como judíos.

Krauze, por su parte, invitó a su gran amigo a relatar cómo vivió esa terrible época en Europa siendo hijo de judíos, principalmente cómo fue la sobrevivencia en un campo de concentración y posteriormente en un régimen comunista.

Manea contó a los asistentes al salón Juan Rulfo de la FIL de Guadalajara, sobre la forma en la que fueron víctimas del nazismo. “La memoria de mis padres es dolorosa especialmente el hecho de exponerla al público”, señaló.

Recordó que en 1940 él y su familia fueron a un campo de concentración por el solo hecho de ser judíos. “Yo tenía cinco años, era un niño, sin religión todavía, simplemente un niño que nació en una familia judía”.

Su trayecto en un campo de concentración de los cinco a los nueve años, su sobrevivencia a la inhumanidad de esos hechos, su regreso a Rumania, la vida comunista y la censura socialista fueron, sin embargo, la forma en la que descubrió su amor por la literatura.

“Yo siempre corría tras los libros pero después de 1948 las librerías y bibliotecas en Rumania fueron limpiadas por la censura y ya no pude leer a Kafka”, dijo con tristeza luego de que Krauze le preguntara sobre la influencia de ese autor en su obra literaria.

Consideró que para él la literatura es un milagro porque lo llevó a un mundo fantástico y porque conocía de alguna forma el mundo real, tomando en cuenta que vivía en una censura atroz que no le permitía ver con claridad el mundo.

“Me enamore de la literatura y soy su prisionero hasta hoy en día”, reiteró Manea, quien manifestó que ya en Nueva York salió al público con su prolífica obra, de la que destaca el tema del Holocausto, la vida cotidiana en la Rumania comunista y su exilio.

Fuente:cciu.org.uy