La hija de Donald Trump, Ivanka, y su marido Jared Kushner están en medio de la tradición judía intemporal de “shul shopping”: el doloroso proceso de encontrar la sinagoga correcta cuando se mudan a una nueva ciudad.

Y para la pareja ortodoxa moderna a punto de trasladarse de Nueva York a Washington DC, no hay muchas opciones.

Según el medio noticioso Politico, ya hay un claro ganador en la carrera: Kesher Israel en Georgetown, una sinagoga cuyos bancos han sido ocupados por varios políticos judíos ortodoxos, el más famoso siendo el ex senador Joe Lieberman.

Kesher, como es conocido por los congregantes, ofrece un gran atractivo para los congregantes que no conducen en Shabbat y en festividades: está convenientemente situada en el corazón de Georgetown, uno de los barrios más prestigiosos de Washington, y no está lejos del centro y de la Casa Blanca, donde el padre de Ivanka vivirá después del 20 de enero.

Fue el lugar de trabajo del infame rabino Barry Freundel, que fue condenado por espiar a decenas de mujeres en la mikve (baño ritual) de la sinagoga. Actualmente, la congregación está dirigida en forma provisional por el rabino Avidan Milevsky, quien también es profesor de psicología.

La presidenta de Kesher, Elanit Jakabovics, no quiso comentar sobre la posibilidad de que la familia Trump-Kushner se una a su sinagoga, afirmando que “las interacciones entre congregantes son privadas”.

Si la pareja se une a la sinagoga, podrían tener momentos incómodos dada la congregación liberal de la sinagoga. Algunos de sus miembros, como el columnista Leon Wieseltier y el ex czar de la ética de Obama, Norm Eisen, se han pronunciado públicamente contra Donald Trump.

La pareja de Trump-Kushner también podría considerar un par de sinagogas ortodoxas modernas que el área de DC tiene para ofrecer, pero éstas, incluyendo Ohev Sholom y la sinagoga de Kemp Mill, requerirán mudarse a las afueras de la ciudad.

Fuente: Forward. Traducción: May Samra