GARY WILLIG / El jefe de Oxfam admite públicamente que el conflicto con la actriz Scarlett Johansson sobre el producto israelí le costó a Oxfam miles de donantes.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El jefe de la confederación internacional de organizaciones benéficas Oxfam International admitió que la protesta pública de la organización con la famosa ex embajadora Scarlett Johansson por su apoyo a la compañía israelí Sodastream fue un error que costó a la organización miles de donantes.

Mark Goldring hizo los comentarios en un seminario que abordó el tema de la campaña por “causas menos populares”.

Johansson, que es judía, hizo comerciales publicitarios para Sodastream, una invención israelí que permite a los consumidores carbonatar sus propias bebidas en lugar de comprar refrescos, en 2014.

Sus anuncios aparecieron durante la Superbowl 2014. Oxfam se opuso a su asociación con Sodastream, ya que en ese momento tenía una fábrica en Mishor Adumim, situada en Judea. La fábrica empleaba cientos de árabes palestinos con salarios más altos que los que se pagan en la Autoridad Palestina.

“Oxfam se opone a todo comercio de los asentamientos israelíes, que son ilegales bajo el derecho internacional”, dijo Oxfam entonces. “Hemos comunicado nuestras preocupaciones a la Sra. Johansson y ahora estamos participando en un diálogo sobre estas importantes cuestiones”.

Johansson se negó a ser presionada para cortar los lazos con Sodastream. “SodaStream es una empresa que no sólo está comprometida con el medio ambiente, sino con la construcción de un puente hacia la paz entre Israel y Palestina, apoyando a los vecinos que trabajan uno al lado del otro, recibiendo igual salario, iguales beneficios e igualdad de derechos”.

Johansson cortó sus lazos con Oxfam por lo que calificó de “una diferencia fundamental de opinión con respecto al movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS)”.

Goldring dijo a los profesionales de la caridad en el seminario que Oxfam perdió “literalmente miles” de donantes debido a su conflicto con Johansson.

“Se trataba de cuándo ser proactivo, cuándo ser contundente y cuándo ser equilibrado y reflexivo”, dijo Goldring. “En el caso de Sodastream, nos equivocamos”.

Más tarde Sodastream cerró su fábrica en Mishor Adumim debido al boicot de sus productos, dejando a cientos de empleados árabes sin trabajo. Abrió una nueva fábrica en el Neguev, donde emplea un gran número de beduinos.

Fuente: Arutz Sheva – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico