ANNA BUJ / Entrevista a la Ministra de Igualdad israelí en el salón Smart City de la Fira de Barcelona

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Como miembro del grupo parlamentario del Likud durante más de una década, Gila Gamliel (1974) es una de las mujeres más jóvenes y a la vez experimentadas de su país. Fue viceministra de Agricultura y de la Oficina del primer ministro, Netanyahu, hasta que en las últimas elecciones recibió la cartera de Igualdad Social, que incluye la mejora de oportunidades para mayores, igualdad de género, minorías y el proyecto Israel Digital. Ha encabezado una delegación en el salón Smart City, celebrado en la Fira de Barcelona.

Es una de las cuatro mujeres entre 22 ministros. ¿En su país es difícil para las mujeres acceder a puestos de responsabilidad?

En política sí que es un problema. Aunque tuvimos a la primera ministra Golda Meir (1969-1974), aún es difícil abrir la puerta. Y aunque esté abierta, no muchas entran. Somos cuatro ministras, pero no es suficiente. Tenemos 33 diputadas de 120; tampoco lo es, pero es el número más alto hasta la fecha. El problema de igualdad de género lo compartimos con otros Estados.

¿Qué acciones está llevando a cabo para abrir la puerta?

Por primera vez tenemos un presupuesto para las mujeres. Cada ministerio debe enseñar qué fondos les destina y así es más fácil identificar el problema. Estamos empezando a ver cambios.

¿Cómo puede explicar la convivencia entre el Israel que abraza la modernidad, pionero en alta tecnología, con el estilo de vida de los judíos ultraortodoxos?

Las mujeres ultraortodoxas son muy avanzadas en sus vidas, trabajan aunque tengan diez hijos, llevan un sueldo a casa y desarrollan a la vez carrera y maternidad. Cada vez vemos a más que estudian en academias. El problema aquí está en los hombres.

¿El índice de natalidad más alto de los países desarrollados (3.04 nacimientos por mujer) no afecta a la vida laboral de las israelíes?

Hay una canción en Israel que dice que los niños traen felicidad. Trabajo todo el día para demostrar que la maternidad y la carrera pueden desarrollarse por igual.

¿De qué manera?

Formando un buen equipo y entendiendo que la maternidad va de la mano de la paternidad. Yo tengo dos hijas que nacieron cuando era viceministra. No es lo más fácil del mundo, pero de manera inteligente puedes hacerlo. Necesitas compartir, no la ayuda de tu pareja.

Los árabes israelíes son el 20% de la población y los más pobres. ¿Existen mecanismos de integración efectiva?

Hemos aprobado un gran programa de 15.000 millones de shekels (3.600 millones de euros) en cinco años para reducir esa brecha. También hemos pedido a los alcaldes de las ciudades árabes que compartan sus necesidades y nos señalen los programas que necesitan. Es la primera vez que escuchamos sus necesidades, y es muy esperanzador: este martes en Barcelona siete alcaldes árabes estaban en la delegación de Israel. Señal de que se sienten cómodos y parte del país.

¿Podrán llegar a sentirse también parte de un Estado judío?

Son ciudadanos, y no se querrán ir a ninguna ciudad árabe en un futuro si se les permite. Las oportunidades en Israel no las tienen en ninguna parte, y son suficientemente inteligentes para entenderlo. Tampoco queremos que se vayan, sino que tengan los mismos derechos que los ciudadanos judíos.

¿Aunque no acepten nunca formar parte del ejército?

Parte de ellos lo hace, es un asunto complicado. Entendemos que la lucha es contra sus familias, por lo que no es natural ponerles en esa posición, no por una cuestión de lealtad, sino de sensibilidad. También pueden hacer otros tipos de trabajos públicos. Sí, es un Estado judío, tenemos el derecho de tener un pequeño único Estado judío en Oriente Medio. Con esto pasa lo mismo que con mi marido, no tenemos que estar siempre de acuerdo.

¿Se encontró con trabas por parte de otros miembros del Gobierno en los esfuerzos de integrar a la comunidad árabe?

No fue fácil, necesitamos tres reuniones del Gobierno para convencer a todos, pero satisfecha con el logro.

Netanyahu felicitó al instante a Donald Trump y algunos miembros del Gobierno han aplaudido su elección más efusivamente que otros. ¿Cuál es su posición?

Porque necesitamos ser políticamente correctos le diré que Israel respeta cualquier elección en todo el mundo, también en EE.UU. No nos inmiscuimos en elecciones ajenas y sólo podemos esperar, como creo que pasará, que Israel y EE.UU. continúen con su amistad.

Como mujer y ministra de Igualdad, ¿aprueba las controvertidas declaraciones de Trump en el vídeo publicado en The Washington Post?

Para los periodistas es muy interesante, pero entenderá que es imposible que mi opinión esté en los medios. La tengo, por supuesto.

¿Cree que un gobierno republicano fortalecerá la posición de Israel en Oriente Medio?

Israel es el único Estado democrático de Oriente Medio, siempre abrazamos la paz, lo hicimos con Egipto y Jordania. Nuestra seguridad es lo más importante para nuestros ciudadanos. A veces logramos pequeños avances por nuestro lado, como la retirada de Gaza (2005), pero a cambio hay una organización terrorista que pasa a controlar el área y hace terribles las vidas de palestinos e israelíes. No es inteligente dar pasos sin un acuerdo en el otro lado. Mire a Mahmud Abas, que ahora quiere llevar la Declaración Balfour a los tribunales. ¿A quién va a llevar? No tiene sentido.

¿Que Trump rechazase de entrada la solución de los dos estado sería una buena señal de cara al Gobierno de Israel?

Creo que Trump y Netanyahu serán buenos amigos. Es una primera conversación acerca de un asunto complicado con una mente más abierta por parte de EE.UU. Es más fácil por supuesto hablar ahora que Donald Trump y Netanyahu tienen mejores relaciones. Es siempre una cuestión personal: con más química con las personas a tu alrededor es realmente más fácil.

Fuente: La Vanguardia