LUIS P. ARRECHEDRA / La Audiencia Nacional de España ha condenado a dos yijadistas por el delito de autoadoctrinamiento, un nuevo tipo penal que castiga el proceso autodidacta de radicalización que lleva a adoptar el ideario yijadista radical y a prepararse para cometer atentados terroristas. El tribunal ha condenado a tres años y medio de cárcel a Ahmed Bougerba, un ciudadano argelino residente en Bilbao de treinta y un años, que se adoctrinó a sí mismo y difundió mensajes yijadistas.

ENLACE JUDÍO MÉXICO –Los investigadores han detectado cuatro fases habituales, que son alentadas por grupos como Daesh en sus publicaciones y su potente propaganda digital. En el caso de Bougerba, los agentes que le investigaron advirtieron su recorrido por las cuatro etapas: el victimismo, la culpabilización, la solución y el activismo. Estas fases forman el recorrido habitual de numerosos jóvenes que acaban por abrazar el yijadismo radical.

Según el relato de los jueces que lo han condenado, basado en un informe pericial, el condenado comenzó asimilando que la comunidad musulmana es víctima de las acciones que ejerce Occidente. Con el objetivo de sumar nuevos adeptos a su causa, los terroristas de Daesh tienden a mostrar el sufrimiento de niños musulmanes. También tratan de exponer las injusticias de Occidente contra sus minorías étnicas o la historia de la esclavitud. El mensaje apunta a que la comunidad musulmana es esclava de estos países. Bougerba almacenaba en su teléfono móvil 12 fotografías de personas ejecutadas y 17 imágenes de cadáveres entre otro material descubierto en sus tarjetas.

Después llega la fase de culpabilización: el individuo identifica como culpables de estos males a Occidente opresor, que mantiene relaciones con sus enemigos seculares, la rama del islam que conforman los chiítas, y los países del Golfo Pérsico, encabezados por Arabia Saudita. ¿Por qué estos? Porque consideran que han permitido la profanación del islam y porque no apoyan con la contundencia necesaria las acciones para lograr un califato global. Los grupos terroristas difunden imágenes de estos supuestos enemigos del islam reuniéndose para favorecer su identificación.

Una vez asimilada esta culpabilización llega el momento en el que los radicales reflexionan y se preguntan si son buenos musulmanes y qué deben hacer. El objetivo de los grupos terroristas es que el nuevo adepto se haga esta pregunta y sugerirle la respuesta: el activismo dentro del yijadismo radical y violento: el terrorismo.

El estado final en este proceso de adoctrinamiento llega cuando el individuo, en muchas ocasiones musulmanes residentes en Occidente como Bougerba, hacen suyo el problema planteado, aceptan como enemigos los propuestos y que la única solución pasa por seguir las directrices de los grupos terroristas como Daesh o Al Qaeda. El argelino condenado por autoadoctranimeinto comentó, por ejemplo, en las redes sociales: «Todo lo que digan o analicen sobre el Estado Islámico es mentira porque todos los suníes del mundo nos quieren y nos apoyan, y vamos a abrir un frente contra Israel también y si Dios quiere van a venir ejércitos de muyahidín, fieles luchadores contra Israel, y vamos a derrotar a Estados Unidos y a Israel y sus chivatos, si Dios quiere». El viaje completo hasta abrazar el ideario terrorista y estar dispuesto a atentar.

Fuente: abc.es