BEN SALES / Ya sabemos que Harold Bornstein, M.D., médico de cabecera de Donald Trump, es una persona poco convencional. Su carta pública sobre la salud de Trump, publicada hace un año, incluía un error de ortografía y estaba llena de hipérboles, como que “Trump será el individuo más sano en haber sido electo presidente”. También sabíamos que el doctor es aficionado al idioma italiano, y que dio un discurso en el bar mitzvah de su hijo en esa lengua.

Ahora, tras una entrevista de tres horas con Bornstein, especializado en gastroenterología, la publicación médica Stat ha llenado algunos vacíos. Aquí hay algunos breves atisbos sobre la colorida personalidad del hombre que cuida la salud de Trump.

Bornstein — quien tomó el lugar de su padre, Jacob, quien creció en un hogar donde se hablaba yiddish— no había considerado la posibilidad de que, con 70 años, Trump sería el presidente más viejo en ocupar el puesto. Pero la posibilidad de su deceso no parece preocuparle mucho.

“Si algo le pasa, entonces le pasa. es igual a todos, ¿no? Para eso tenemos un vicepresidente y un vocero, y toda una línea de sucesión. Se pueden morir”.

Bornstein no está seguro si se mudará a Washington, DC, para seguir atendiendo a Trump. Pero si lo hace, no tiene intención de compartir información sonre la salud del presidente. “Ronald Reagan tenía principios de demencia senil”, dijo Bornstein. “¿Compartieron eso con la gente, o Nancy lo ocultó?”

Trump es muy saludable, eijo: “Tiene unos kilos de más, es evidente para todos, pero eso es todo”.

Pero no fue igualmente amable en su evaluación de la rival de Trump, Hillary Clinton. Mientras que para Bornstein Trump no es “un viejo como mi abuelo era un viejo”, dijo que Clinton es “una viejita. Es una viejita. ¿Es chistoso, no te parece?”.

(Durante la campaña, Bornstein aseguró conocer parte de la historia de salud de Clinton, que dijo “no es muy buena”).

Bornstein ha enviado tweets y emails en italiano, y su tarjeta de presentación dice que es un “dottore molto famoso” (doctor muy famoso).

Según Stat, “Tomó lecciones privadas de italiano durante diez años con mujeres que encontró en Craigslist, y les pagó $60 por hora de clase”.

Desde que se hizo público el reporte de la salud de Trump, Bornstein no ha aparecido mucho en medios, e incluso, aparentemente pidió efectivo para dar una entrevista con The Huffington Post. Cinco días después de la entrevista con Stat, amenazó a la publicación y, pidiendo que no se publicara la entrevista y amenazando a los reporteros con asegurarse de que nunca vuelvan a encontrar trabajo

Bornstein no aprecia el programa Affordable Care Act, conocido como Obamacare, ya que le da mucho poder a las compañías de seguros. Pero ha encontrado una forma inteligente de recortar los cada vez mayores gastos que implica la práctica de la medicina: Cuando cambiaron los códigos estandarizados de diagnóstico para las aseguradoras, Bornstein decidió poner un poco de cinta para cubrir dos partes del formato, lo que le evitó actualizar su sistema operativo

“Le encanta ser una persona creativa e inventiva a la que nadie entiende, ¿sabes?”, dice su hijo Jeremee, quien estudia en la Universidad Tufts de Boston.

Fuente: Times of Israel