HERB KEINON

El primer ministro Benjamín Netanyahu pasó de una postura ofensiva a una defensiva en relación con la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, rechazando las críticas de que su respuesta fue demasiado agresiva y dijo que Israel no “pondrá la otra mejilla”.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Durante un evento en Ma’alot-Tarshiha para lanzar un nuevo plan socioeconómico en la Galilea, Netanyahu dijo que leía las críticas sobre sus respuestas agresivas a la votación. Estas respuestas incluyen el llamado de los embajadores de Israel en Senegal y Nueva Zelanda, la reprimenda a los embajadores y representantes de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, la cancelación de la visita programada esta semana del primer ministro ucraniano y la petición a sus ministros para que limiten visitas a los 14 Estados del Consejo de Seguridad que votaron a favor de la propuesta.

“Israel es un país con orgullo nacional y no pondremos la otra mejilla. Esta es una respuesta racional, agresiva y responsable, la reacción natural de una nación saludable que está dejando claro a las naciones del mundo que lo que se hizo en la ONU es inaceptable para ella,” apuntó.

Netanyahu dijo que este tipo de respuesta tiene un “efecto acumulativo”, incluso si habrá otros esfuerzos que nos harán daño durante el próximo mes, en referencia a las preocupaciones de que el gobierno de Obama pueda establecer los parámetros para una solución de Oriente Medio a la que Israel se opone y encuentra hostil a sus intereses. “No hay alternativa a una respuesta determinada, ya que crea la base para relaciones diferentes posteriormente,” continuó.

Refiriéndose a un titular del lunes por la mañana en la portada de Maariv, Netanyahu dijo que describir la reacción de Israel como una “guerra mundial” era absurdo. “Suficiente con esa mentalidad de la Diáspora,” dijo Netanyahu. “No hay sabiduría diplomática en ser sumiso. No sólo que nuestras relaciones con el mundo no serán perjudicadas, sino que a largo plazo mejorarán, porque las naciones del mundo respetan a los países fuertes que se hacen valer por sí mismos. No respetan a los países débiles y obsecuentes que inclinan la cabeza”.

El embajador de Israel en Estados Unidos, Ron Dermer, dijo que Jerusalem tiene pruebas de que Washington está detrás del movimiento de la ONU, en tanto que los funcionarios del gobierno de Obama afirmaron que la descontrolada actividad de asentamientos no dejó a EE.UU. otra opción que abstenerse.

Hablando en CNN, Dermer, dijo que no hay nada nuevo en que la ONU “se una” en contra de Israel.

“Lo nuevo es que Estados Unidos no haya actuado para imponerse a esa pandilla”, dijo. “Y lo escandaloso es que está detrás de esa pandilla. Creo que ese fue un día muy triste y un capítulo vergonzoso en nuestras relaciones”.

Unas horas después de la entrevista, el vice asesor de seguridad nacional para comunicaciones estratégicas, Ben Rhodes, dijo al canal 2 de la televisión israelí que “dadas las preocupaciones sobre las tendencias en el terreno, cuando la resolución fue sometida a votación decidimos no apoyarla”.

Rhodes dijo que tanto el presidente estadounidense Barack Obama como el secretario de Estado, John Kerry, han señalado en cientos de conversaciones y discursos que las actividades de asentamiento israelíes en Cisjordania obstaculizan la solución de dos estados, y que si se mantiene la tendencia “posiblemente habrá medidas internacionales contra la misma”.

“Ante la ley para la legalización de asentamientos, la retórica que sugiere que el actual gobierno israelí es el más pro-asentamientos de la historia, y los hechos que hemos visto sobre el terreno – en Cisjordania, más allá del muro de separación – nos sentimos obligados a hablar en contra de esas acciones,” aseveró.

Detrás de esta guerra de palabras está la preocupación en Jerusalem de que Obama planeé otro movimiento contra Israel antes de dejar el cargo en poco menos de un mes.

Rhodas agregó que no describiría lo que se planea como una nueva iniciativa. “Creo que el Secretario Kerry hará bien en pronunciar un discurso en el que presente una visión integral de cómo vemos la resolución del conflicto, y cómo en 2016 desafortunadamente concluimos nuestro mandato sin que haya un avance significativo hacia la paz”.

Mientras tanto, Ucrania ha reaccionado contra la decisión de Jerusalem de cancelar la visita prevista del primer ministro Volodymyr Groysman llamando al embajador de Israel a Kiev exigiendo explicaciones.

De acuerdo con una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Kiev expresó su “decepción” al embajador Eliav Belotserkovsky por la “reacción emocional de algunos funcionarios y políticos israelíes” tras la resolución que Ucrania apoyó.

La declaración indica que ambas partes habían acordado concentrarse en la preparación de una serie de “eventos bilaterales importantes”, incluyendo la próxima ronda de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio, así como las negociaciones para liberalizar el tráfico aéreo entre los países.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania emitió un comunicado diciendo que está “seguro de que los debates internos emocionales activos en Israel no afectarán las relaciones tradicionalmente amistosas entre ambos países, basadas en el respeto mutuo y los intereses comunes.

“Nuestro país aboga consistentemente por el respeto del derecho internacional por todos y en todas partes, ya que ha experimentado las trágicas consecuencias de su violación”, dice la declaración en referencia a Crimea. “Es por eso que nuestra postura se forma sobre la base de nuestra línea coherente para asegurar el respeto del derecho internacional por todos sus súbditos”.

Funcionarios diplomáticos en Jerusalem indicaron que la decisión de cancelar la visita de Groysman fue parte de una política para enviar una señal al mundo de que los países que voten en contra de Israel en votaciones críticas de foros internacionales pagarán un precio alto.

Generalmente, Ucrania se abstiene o se ausenta en votaciones sobre temas relacionados con Israel en Europa.

Por ejemplo, se ausentó cuando la Asamblea General de la ONU otorgó el estatuto de observador no miembro a “Palestina” en 2012, y se abstuvo cuando la UNESCO aceptó a “Palestina” como miembro en 2011, así como en ambos votos en la UNESCO que ignoran el vínculo judío con el Monte del Templo.

Fuente: The Jerusalem Post

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