FIAMMA NIRENSTEIN / Benjamin Netanyahu no fue superado por la decisión de la ONU, y lucha como Callimachus en Maratón: convocando al embajador de Estados Unidos el día de Navidad y cancelando una reunión con la Sra. May fijada en Davos para las próximas semanas, así como la visita del primer ministro ucraniano, Volodymyr Groysman. También llamó a los embajadores de Israel en Senegal y Nueva Zelanda, y ha interrumpido la interacción con Venezuela y Malasia, que no tienen relaciones diplomáticas con Israel.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Estos son los países que votaron a favor de la Resolución 2334, que condenó a Israel. El embajador de Israel en Estados Unidos, Ron Dermer, que tiene pruebas, explicó que el propio Obama estaba detrás del calendario forzado de la Resolución. Se ha reducido el contacto con países importantes como Rusia y China. ¿Netanyahu tiene derecho a dar estos pasos? Hay un debate acalorado sobre su respuesta en Israel, por supuesto, aunque todos los israelíes se vean perjudicados por el paso de Obama.

De hecho, Estados Unidos ha optado por atacar desde el lugar más hostil, Naciones Unidas, que este año aprobó 18 resoluciones contra Israel en la Asamblea General y 12 en el Consejo de Seguridad, más que contra Corea del Norte, Siria y Sudán juntas. Netanyahu tiene su propio análisis muy claro de la situación, y es un análisis optimista.

En primer lugar, es necesario que Israel levante sus defensas a fin de intentar prevenir medidas adicionales que probablemente tomarán Obama y su administración respecto a la cuestión israelí-palestina desde ahora hasta el 20 de enero, cuando Trump estará en la Casa Blanca. Se espera que el Secretario de Estado John Kerry dé con parámetros que se reflejarán en una nueva resolución anti-Israel: puede imponer a través de otra votación las directrices de Estados Unidos para la paz en Oriente Medio.

Por supuesto, será una postura totalmente pro-palestina. Además, Israel se está preparando para otra emboscada en Europa con París el 15 de enero llamada conferencia de “paz”: esta también ya ha repartido todas las cartas a los palestinos. Pero es el final del juego. Netanyahu cree que “este es el canto del cisne de la vieja ideología anti-Israel”.

Él cree que Trump ni siquiera concibe deshacer la vieja Resolución 242 del Consejo de Seguridad, que habla de “territorios” y no de “los territorios” conquistados en 1967 como parte de una discusión entre las dos partes cuyo resultado ha de decidirse. Y que ni sueña con dar Jerusalem oriental, el Muro de los Lamentos y otros sitios fundamentales que son cruciales para la identidad y la seguridad de Israel a los palestinos sin negociaciones. Por lo tanto, la mentira de la necesidad de entregar todo lo que está más allá de la Línea Verde debe ser rechazada, y quien la haya aceptado-repite Netanyahu- no hace otra cosa que negar la posibilidad de negociaciones y por lo tanto de paz.

En segundo lugar, Israel quiere hacer frente a esta crisis sin retroceder, no es necesario, no es Sudáfrica ni Libia: Israel no tiene nada que ver con un “estado pícaro” sin amigos, ciencia y dinero ni es un país necesitado. Tampoco es un país con problemas de derechos civiles o de justicia … por el contrario, puede ayudar y ya lo hace, a muchos países en todo el mundo y ser un ejemplo de democracia para la mayoría de los propios países democráticos.

La decisión de Obama de suspender a Israel en la ONU respecto al proceso de paz es la posición del primer ministro israelí, no tiene futuro. Los israelíes perciben esto simplemente como la estupidez de un hombre que quiere imponer su propia visión del mundo y el narcisismo sobre ellos, y la mayoría de los estadounidenses sienten lo mismo.

Obama ha violado la democracia y el sentido común poniéndose en contra de la opinión pública estadounidense, lo que Trump, el ganador ha expresado al declarar que trasladará la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalem. Los estadounidenses lo ven así, la izquierda estadounidense no se ve reforzada por el raro, extraño y exagerado paso de Obama, al contrario, la vieja izquierda estadounidense se va desmoronando.

Por un lado Obama siguió negando, con una mentira evidente, el terror islámico y no se ocupa del campo de muerte de Siria, eligió a los Hermanos Musulmanes y aceptó cancelar su línea roja sobre las armas de destrucción masiva y por otra parte sigue criminalizando a Israel: eso no funciona ni siquiera para el más fiel de los demócratas judíos.

En los últimos días, una increíble campaña israelí ya ha llevado 3.000 sirios heridos sin tener en cuenta su tendencia política, a hospitales israelíes, y cada vez son más.

“Intentamos mitigar el sufrimiento tanto como podemos”, dijo Netanyahu comentando la masacre de Aleppo. El trabajo se hace en silencio, por pura generosidad; Israel es un país que promueve la convivencia, cree en la solidaridad basada en la igualdad de cualquier ser humano, enseña la paz en la escuela; todo lo contrario de los ciudadanos árabes de la zona, cuyos principales valores no son los que inspiran democracia, Israel es un país que promueve la convivencia, cree en la solidaridad basada en la igualdad de cualquier ser humano, enseña la paz en la escuela; Todo lo contrario de los ciudadanos árabes de la zona, cuyo valor principal no son los que inspiran la democracia, sino creencias religiosas incluso entre las personas más seculares que creen en la “Ummah islámica”. Israel probablemente nunca será aceptado debido a la inmensa brecha política e ideológica con el mundo islámico, y esto no tiene nada que ver con “territorios”.

Israel envía a sus hijos a luchar sólo cuando es atacado, como lo demuestra la historia, pero no renunciará a su seguridad y su identidad, y la democracia, la libertad de opinión y el comportamiento sexual junto con los derechos de las mujeres, la igualdad y la economía liberal son parte de eso. ¿El mundo nunca lo entenderá?

¿Pensó Obama alguna vez que lo que realmente le molestaba era que su liberalidad fuera mucho más pequeña en comparación con la capacidad de preservar una identidad democrática en décadas de guerra y seguir luchando contra la brutalidad y el terror?

¿Siempre habrá alguien que tenga miedo del fantasma que persigue a Occidente, el de un mundo con conciencia humanitaria y la capacidad de preservar a su pueblo y su cultura que representa Israel?

Netanyahu piensa que esto va a cambiar, que el mundo está enfermo y cansado de vivir en el miedo, en el silencio, en la negación. Israel no se rendirá, piensa el primer ministro israelí, y espera que Estados Unidos probablemente ahora se sienta más motivado que nunca para mantener una profunda amistad con un país que ha sido tan herido por un liderazgo que acaba de ser repudiado por las últimas elecciones.

Fuente: The Times of Israel/blogs – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico