Enlace Judío tuvo la oportunidad de entrevistar a la joven teniente y paramédico Jen Biton. A  sus 22 años, Biton dirige una unidad masculina de la Brigada Givati.

La Brigada Givati ​​es la fuerza de infantería principal que está a cargo de la lucha contra el terrorismo.

Hola Jen ¿eres médico militar?

Soy paramédico.

¿En qué consiste tu trabajo?

Soy oficial en la Brigada Givati, comandante del pelotón médico de la Brigada de Infantería de Givati.

¿Cuál es la función de Givati?

Es una brigada de combate. Yo comando a 11 combatientes que pasaron por el proceso de preparación y pertenecen a mi pelotón porque son paramédicos.

¿Has estado en el frente?

Yo no he estado en el frente, pero si hay combate iré al frente con mis soldados.

¿Cuántas mujeres hay en tu pelotón de Givati?

En mi pelotón hay 11 soldados pero en el batallón hay cerca de 550 combatientes.

¿Y cuántas mujeres hay?

Soy la única mujer.

¿Cómo te sientes siendo la única mujer?

No es fácil, pero agradezco que tengo la oportunidad de estar aquí.

¿Por qué no es fácil?

No es fácil, porque no pasé por el mismo entrenamiento físico de los hombres. Ellos tuvieron un entrenamiento de 8 meses para este cargo. Por ejemplo, tuvimos un ejercicio en el que tenía que cargar 40 kilos y caminar 50 kilómetros con ellos, pero mis soldados me ayudaron y también tengo mucho apoyo de mis comandantes y otros oficiales a mi alrededor.

¿Cómo fuiste elegida para servir en ese pelotón de Givati? Sabemos que es muy difícil estar ahí.

No sé por qué me eligieron a mí precisamente, pero yo sé que ahora más mujeres son reclutadas a unidades de combate en el Cuerpo de Medicina. Quieren dar mayores oportunidades a mujeres, y han encontrado maneras de lidiar con estas cuestiones en el terreno.

¿Eres casada?

No, no soy casada.

¿Es difícil para una mujer estar en el terreno?

Siempre es difícil. También hay cosas chistosas. Por ejemplo, tuvimos un ejercicio de una semana y estaba sola con mis soldados. Tenía que esperar a que todos se durmieran para ir al baño más lejos. Pero nos acostumbramos. Siempre se encuentran soluciones.

¿Qué es lo más difícil que has visto en tu servicio militar?

Antes de comenzar el curso de oficiales era paramédico en Judea y Samaria y tuve que atender tanto a terroristas como a soldados y civiles que han sido apuñalados o heridos de bala.

¿No se te dificulta atender a terroristas?

Siempre es difícil pero es parte de mi trabajo. Yo no decido si una persona debe vivir o morir. Eso se decide en la corte.

Ahora que el soldado Elor Azaria irá a la cárcel, ¿qué opinas del caso?

No conozco todos los detalles del caso para opinar pero nosotros como ejército no podemos juzgar, para eso hay un sistema judicial. No conozco bien el caso pero debemos tratar de neutralizar al terrorista. Yo no atenderé a un terrorista si siento que aún puede hacerme daño. Nosotros los atendemos cuando pasa el peligro.

¿Alguien ha intentado atacarte cuando lo estabas tratando?

Sí ha sucedido pero siempre hay soldados conmigo que saben defenderme.

¿Por qué decidiste ser paramédico?

Fui voluntaria de Maguen David Adom desde los 15 años. Quise dedicarme a lo mismo en el ejército y más adelante, así que estudié para hacerlo.

¿Por qué decidiste enrolarte en el ejército?

En realidad, yo no lo decidí. Es la ley en Israel y todos tienen que enrolarse. Pero sí elegí estudiar la licenciatura en la Universidad Ben Gurión antes de reclutarme y servir en el ejército seis años en vez de dos, pagando así con servicio mis estudios.

¿Qué diferencia hay entre las FDI y otros ejércitos en el mundo?

No creo que ningún otro ejército atendería a sus enemigos.

Dicen que el ejército es un marco donde haces amigos para toda la vida ¿Lo sientes así?

Por supuesto. La gente que sirve conmigo en el ejército pasa por las mismas experiencias que yo y eso nos une. Esas experiencias no se viven en ningún otro lugar. Nadie más fuera del ejército puede entender por qué atiendo a los terroristas si no han experimentado lo mismo que yo. El hecho de estar todo el tiempo juntos también influye. He estado en Givati sólo tres meses y estoy segura que los que sirven conmigo seguirán siendo mis amigos toda la vida.

¿Cómo es un día cotidiano para ti en el ejército?

Llevamos a cabo una serie de ejercicios para prepararnos para la guerra. Enseñamos a los soldados cómo atender a sus compañeros heridos en combate. Actualmente estamos en Judea y Samaria. Nos levantamos y rastreamos el área para dar seguridad a los habitantes. Si surge un incidente nos hacemos cargo. No sólo nos encargamos de los atentados, sino que mantenemos contacto con los residentes de la zona. Hacemos un poco de todo.

¿Se preparan para la guerra? ¿Por qué?

El ejército siempre está preparado para la guerra.

¿Cómo es eso?

El ejército siempre se prepara para la guerra. No esperamos a que estalle la guerra para prepararnos. Estamos estacionados en diversas zonas del país o entrenamos para la guerra.

Estás en un lugar difícil porque hay atentados constantemente. ¿Cómo te sientes en esas circunstancias? ¿Cómo enfrentas el peligro constante?

Al principio era muy difícil acostumbrarse a esa rutina, ya que no la vivimos antes de enlistarnos pero cuando llegamos al ejército hacemos un cambio mental y no tomamos las cosas tan a pecho. Dejamos de pensar y actuamos. Después lo procesamos. Claro que hay casos más fáciles y otros más difíciles. Las reacciones de las familias son precisamente de las cosas más difíciles. Cuando muere la madre de una familia. Niños que observan cómo se llevan a sus padres.

Sí. Eso se ve mucho en las calles ¿verdad?

Sí.

Tu servicio militar es de seis años. ¿Piensas servir más tiempo?

Posiblemente. Empecé a desempeñar mi cargo sólo hace tres meses y si puedo seguir mis estudios estando en el ejército no veo razón para no hacerlo.

Muy bien. ¿Qué edad tienes?

22 años.

22 años. ¡Eres muy joven! Esperamos que todo esté bien y te deseamos que tengas mucho éxito en todo lo que hagas. Muchas gracias Jen.

Muchas gracias a ti.

Entrevista May Samra. Traducción: Esti Peled, Israel.