El Rabbi Shemuel Laniado pertenecía a una antigua y prestigiosa familia que descendía de España. Su abuelo paterno, quien llevaba su mismo nombre, escapó de España en la expulsión de 1492. Luego de una larga travesía, llena de peligros, llegó a la ciudad de Adrianópolis (hoy en día Edirne) en Turquía.

RAB YOSEF BITTON

De Adrianópolis la familia Laniado se trasladó a Alepo (Aram Tsobá), la segunda ciudad más importante de Siria, que contaba con una población judía local muy significativa. A estos judíos locales se iban agregando cada vez más judíos que llegaban de España. Tenemos un curioso testimonio de un famoso viajero español, capitán Domingo de Toral (1598-1640), que escribió en sus memorias “Relación de la vida del capitán Domingo de Toral y Valdés” que visitó Alepo en el año 1634 y que para su sorpresa había encontrado allí “más de 800 familias de judíos que hablaban el castellano”.

El Rab Shemuel Laniado nació en Alepo, alrededor del año 1530. Su padre fue el Rab Abraham Laniado, que ya era conocido en Alepo como un gran estudioso de la Tora y líder religioso.

En el año 1537 la familia del Rab Shemuel emigró a Yerushalayim, pero la situación de los Yehudim que había allí en ese entonces era dificilísima. De Yerushalayim llegaron a Tsefat, donde se había establecido una comunidad Rabínica muy prestigiosa, bajo el liderazgo del famoso Rab Ya’aqob Berab. Fue en este privilegiado entorno donde el Rab Laniado floreció. Estudió con los mejores maestros: en primer lugar, con el mismísimo Rabenu Yosef Caro, autor del Shulján Aruj. También estudió allí, según él mismo cuenta, con el Rab Moshé Cordobero, un gran cabalista, filósofo, y director de la Yeshivá Portuguesa (sic) de Tsefat. En Tsefat, también estudio con otros gigantes de la Torá y la Cabalá como el Rab Moshé Alshej haQadosh y el Rab Jayim Vital.

Cerca del año 1570 los judíos de la ciudad de Alepo le enviaron una carta a Rabbi Yosef Caro, solicitándole que les enviara a un Rabino que pudiera servir en la congregación. Necesitaban un rabino que comprendiera a los judíos locales y también a los inmigrantes españoles. Y que tuviera el conocimiento suficiente para ser respetado por ambos lados. El Rab Yosef Caro no lo dudó y les envió a decir que les mandaría איש אשר כמוני “Un hombre igual que yo”. Lo que quiso decir es que enviaría a un rabino de “su misma estatura”. Esta difícil pero prestigiosa misión le fue encomendada al Rab Shemuel Laniado, quien se convirtió en el Rab principal de la comunidad judía de Alepo, cuando falleció el Rab anterior, Rab Shemuel ben Yosef haCohen.

El Rab Laniado escribió numerosos libros, todos ellos comentarios Bíblicos. Muchos de esos libros nunca fueron publicados y permanecen todavía en manuscritos.

Existen 3 libros publicados del Rab Laniado: el más famoso se llama Kelí Jemdá, que es un comentario sobre los 5 libros de la Torá. Presentamos aquí un ejemplo de su comentario sobre el pasuq en Vayiqrá 18:19, “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo soy HaShem”.

Aquí se explican dos cosas. En primer lugar, que las almas son todas “parte” de Dios [en cuanto a su origen], y puesto que el alma de un hombre y el alma de su prójimo surgen ambas del mismo Trono Celestial, por lo tanto “amar a tu prójimo como a ti mismo” significa literalmente, que él es como tú. Puesto que yo, Dios, soy el que creó tu alma y el alma de tu prójimo, él es como tú [así como se dice: “hermanos de sangre”, desde el punto de vista espiritual los seres humanos somos “hermanos de alma”]. Y, en segundo lugar, “Yo soy HaShem”, si tu amor por tu prójimo se asemeja al amor que tienes por ti mismo,…tu amor por el prójimo será considerado entonces como un reflejo de tu amor por Mí. Como si Yo, Dios, lo hubiera recibido.”

Otro de sus libros es “Kelí Yaqar”, este es un comentario sobre los primeros libros proféticos (Yehoshua, Shofetim, Shemuel Melajim). Y en tercer lugar el libro “Kelí Faz”, un comentario sobre el libro de Yesha’ayahu.

Muchos se preguntan por qué sus libros, los que se publicaron y los que no se llegaron a publicar (Kelí Golá, Kelim miKelim shonim, etc.), se llaman “Kelí…” que significa “recipiente” o “vasijas”. Los autores rabínicos, por lo general, eligen títulos para sus libros que se relacionan con su nombre, pero en el caso del Rab Laniado, fue un evento especial lo que justificó que llamara a sus libros “kelí” (y que a él mismo se lo conozca como “ba’al hakelim”).
Cuentan que cuando el Rab Laniado viajaba en barco desde Israel para servir como Rab en Alepo, se hizo amigo de un comerciante que llevaba varios “recipientes” de pescado en salmuera, para vender en Siria. El comerciante murió inesperadamente durante la travesía. El capitán del barco ofreció vender al mejor postor las vasijas de pescado para pagar los gastos del pasajero fallecido. El Rab Laniado las compró. Y una vez en Alepo, cuando abrió las vasijas descubrió que debajo del pescado el comerciante había escondido allí una gran cantidad de perlas y piedras preciosas. Así, cuando arribó a la comunidad de Alepo, no sólo no precisó de la ayuda económica comunitaria sino que él mismo tuvo la posibilidad de mantenerse con sus propios medios y de asistir a muchos de sus hermanos Yehudim.

El Rab Laniado falleció en 1610 (hay quienes dicen que en 1605) y muchos de sus descendientes fueron distinguidos rabinos de la comunidad de Alepo, Siria.

 

 

Fuente: halaja.org