El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,  inicia su promesa de construir un muro en los 3,200 kilómetros de frontera con México.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El presidente estadounidense, Donald Trump, está listo para dar los primeros pasos para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera con México y este miércoles emitirá órdenes ejecutivas sobre la inmigración, empezando con medidas para reforzar la seguridad fronteriza.

Días después, se espera que el mandatario tome medidas para restringir el flujo de refugiados a Estados Unidos. Un funcionario dijo que existe la expectativa de que Trump dé a conocer estrategias contra la inmigración en los próximos días.

Trump prometió en su campaña hacer más estrictas las políticas migratorias de Estados Unidos, incluido el refuerzo de la seguridad fronteriza y refrenar el flujo de refugiados. Asimismo, también exhortó a detener el ingreso a territorio estadounidense de personas provenientes de países musulmanes, pero posteriormente modificó esa política a un enfoque sobre lo que llamó una “verificación de antecedentes extrema” de los individuos que vienen de naciones vinculadas al terrorismo.

Como mandatario, Trump puede utilizar una orden ejecutiva para detener la admisión de refugiados. El presidente George W. Bush utilizó ese mismo poder inmediatamente después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. La investigación de antecedentes de refugiados fue renovada y el proceso fue reiniciado varios meses después.

Aunque se desconocen los detalles específicos de las órdenes de Trump, los dos funcionarios dijeron que las acciones del miércoles estarían enfocadas en parte en los planes del presidente de construir un muro a lo largo de la frontera sur.

El gobierno de Trump también debe apegarse a un tratado firmado hace décadas con México que limita dónde y cómo pueden construirse estructuras a lo largo de la frontera. Dicho tratado de 1970 requiere que las estructuras no alteren la corriente de los ríos, los cuales definen la frontera entre los dos países a lo largo de Texas y en 38 kilómetros de Arizona, de acuerdo con la Comisión Internacional de Límites y Aguas, una agencia conjunta mexicana-estadounidense que administra el tratado.