NISSIM MANSUR

El ser humano que lucha, persevera trabajando, invoca a Dios por su ayuda en los momentos que la necesita.

Los “milagros” se dan mas fácilmente durante la acción que en su ausencia.

Aquel que desde el fondo de una sinagoga le pide a Dios su ayuda sin hacer nada al respecto y solo basado en su espiritualidad lo más probable es que no consiga nada.

Cada trabajo que se desarrolla, cada preocupación que nos alerta, cada solución que surge en nuestra mente, son los escalones que hay que recorrer para llegar a un final satisfactorio.

Estamos ya, en nuestra madurez, dejémonos de chiquilladas al pedirle al Creador su ayuda sin hacer nada al respecto.

Siempre debemos ser los que demos ese el primer paso.

Febrero 5 del 2017.