El pasado día 4 la Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México sesionó con la ponencia del economista León Opalín, miembro de nuestra asociación y especialista en globalización y banca, conferencista y columnista de diversos medios como Enlace Judío, Intelecto Hebreo, El Financiero y la extinta revista Siempre!


MORRIS STRAUCH* PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- Opalín nos dio una semblanza del panorama actual en México y sus perspectivas:

En el mundo los cambios actualmente se suceden al tiempo que hablamos. Una de las pocas economías que se ha recuperado desde la crisis del 2008 es la de EUA, la europea está prácticamente estancada.

Nuestra población de más de 128 millones de habitantes, la ingobernabilidad y el predominio de la delincuencia organizada, ha hecho el panorama nacional más difícil de superar. El entorno económico de México comenzó a complicarse después del ascenso de Trump a la presidencia de los EUA.

En el 2015 y 16 el panorama fue muy difícil porqué los mercados mundiales mostraron mucha inestabilidad después de la crisis del 2008, complicando la inversión y el comercio. EUA tardó en recuperarse, y para hacerlo imprimió dinero para activar la economía, al mismo tiempo las tasas de interés quedaron varios años en un nivel mínimo, pero con la incertidumbre los inversionistas se quedaron a la expectativa del movimiento de las mismas, las cuales representan el costo del dinero, y del financiamiento. México se vio particularmente afectado por la baja sensible del petróleo, que a principio de este año llegó a cotizar debajo de US 20, lo que hizo reducir el gasto del gobierno y desató un efecto en cadena. El petróleo hasta hace dos años significaba el 30% de los ingresos del gobierno nacional.

La problemática bélica en Medio Oriente afectó mucho a los mercados financieros en 2015 y 16, Rusia también ha creado mucha inquietud con la invasión de Crimea en Ucrania y su participación en la defensa de Bashar al Asad en Siria, y China por su parte ha contribuido a la incertidumbre con sus pretensiones en los mares del sur.

Este clima inseguro ya se había superado después de la Guerra Fría, a final de los 80s. A México también le han pegado estas condiciones, que la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea y los nacionalismos exacerbados alimentan. La globalización ha permitido la integración de los mercados, y a su vez ha estimulado los flujos migratorios del este al oeste europeo y también de medio oriente hacia Europa, alimentando el resurgimiento del racismo, el fascismo y los extremismos. Todo esto representa un entorno adverso para la economía mexicana a la cual se suma ahora, Donald Trump.

México ha sufrido una devaluación masiva del 60% en los últimos 4 años, los mismos inversionistas que tenían sus capitales en pesos los han retirado para cambiarlos a otras monedas más seguras. Con el gasolinazo se habla de una inflación mayor, la cual es mucho más alta del 5% que se reporta en los índices, como lo podemos ver en los productos de consumo diario. La especulación en el mercado de dinero en EUA, con la compra venta monetaria MXN-DLLR, también nos ha afectado. El aumento de las tasas de interés en el mundo provoca que para mantener los capitales en el país las tasas de interés suban consecuentemente.

La violencia del crimen organizado también frena el movimiento económico ahuyentando las inversiones. La competencia en las telecomunicaciones si ha ayudado a una reducción de precios en este rubro. La educación es un problema tan importante como la corrupción y el crecimiento económico. Hace poco salieron los resultados de la prueba PISA de la OCDE, donde se evalúa la competencia en lectura, matemáticas y ciencias de los egresados de la educación obligatoria, post secundaria, y México salió reprobado. En el 2015, de 70 países evaluados México se ubicó entre los lugares 55-57 de esta prueba, Israel entre los 37-40, EUA 23-39, Polonia y Alemania entre los lugares 10-22, Hong Kong China y Japón entre el 2-9, y Singapur 1, quedó primero en todas las pruebas.

México no le ha quitado tantos empleos a EUA como alega su presidente, la industria manufacturera ha crecido 600% y sin embargo el empleo en esa área ha disminuido pues la automatización y robotización han tenido que ver en ello más que otra cosa. México tiene problemas muy serios que no ha podido resolver, en los últimos 20 años la economía ha crecido en promedio 2%. Eso es exiguo; para incorporar la población en edad de trabajar al empleo, cada año, México tiene que crecer a un ritmo del 4-4.5%, ante ese déficit el comercio informal y la delincuencia van en aumento.

La inequitatividad, es otro lastre que padecemos, en nuestro México con zonas de rascacielos, industria automotriz boyante, entrados en el desarrollo aeronáutico, por un lado, y por el otro, con más del 50% de la población en estado de pobreza, hablar así de un mercado de 128 millones es una figura retórica porqué no todos tienen poder adquisitivo. De la población que sufre la pobreza la mitad vive en pobreza extrema. Se nos denominaba como un país subdesarrollado en el pasado y ahora vemos cada vez más gente vendiendo lo que sea en las calles y cada vez la aparición de más bandas criminales, que, esas sí, producen muchos ingresos.

Con la subida de las tasas de interés, los intereses de la deuda nacional van a seguir subiendo. Otro problema es la evasión de impuestos que impiden que los estados aporten lo suficiente para el desarrollo social. La ausencia de un estado de derecho, las zonas del país controladas por las organizaciones criminales y la impunidad, son parte de la ingobernabilidad que vive el país.

Otro aspecto es la concentración de la actividad productiva en pocos grupos empresariales, una economía muy concentrada, en unas cuantas empresas monopólicas por un lado, y por el otro, la desaparición de varios pequeños empresarios. La falta de inversión en infraestructura se ve en el estado de las vías de comunicación y los servicios, incluida la seguridad social y la salud, donde los hospitales tienen cada vez menos disponibilidad de medicamentos y recursos para atender a los pacientes. México necesita un liderazgo real.

Entre los economistas hay un chiste que dice: un pesimista es un optimista bien informado.
APEIM agradece el tiempo y el conocimiento que Opalín compartió con sus compañeros, esperamos que los temas que quedaron pendientes los podamos revisar a finales del año.

*Vice Presidente APEIM