El matrimonio es para la Torá el acto más sagrado que pueden realizar dos personas en su vida. En numerosas partes de la literatura rabínica se dice que la creación fue hecha para este momento; es el día en que los novios cambian de nivel y forma espiritual, dejan de ser dos almas divididas para volverse una sola.

Estos cambios no acaban en la ceremonia de matrimonio, hay numerosas mitzvot (mandamientos), tradiciones y costumbres que la persona empieza a realizar en el momento en que se casa. A continuación explicamos algunos de los más comunes:

Pureza en la familia:

En el judaísmo el acto más sagrado es la sexualidad entre hombre y mujer; es el acto que da vida al ser humano y el acto en el cual más presente está D-s entre los hombres. Por eso mismo hay numerosas reglas que ayudan a mantener la santidad de ese evento y a darle un sentido trascendente, para que la pareja lo tenga presente en todo momento.

Estas normas de pureza incluyen la visita a la mikveh (baño ritual) por parte de la mujer una vez al mes y el periodo de nidá (separación) durante el cual hombre y mujer detienen por un tiempo breve el contacto físico. Ambos actos se hacen con el objetivo de renovar la relación y el contacto, de hacer una pausa en la rutina marital, para crear un nuevo ciclo entre la pareja y hacer los momentos íntimos más espirituales.

Prender las velas:

Después del matrimonio, la mujer se considera el centro de la familia y la casa, la que sostiene el bastión espiritual de la misma. Por tal razón es ella quien prende las velas de shabat dentro de la casa y cocina o compra el pan con el que será bendecida la mesa.

Las mujeres solteras también prenden velas en shabat, sin embargo se pone un énfasis especial en las mujeres que están casadas, estas últimas prenden una o más velas (dependiendo del número de hijos que tengan), mientras que las mujeres solteras prenden sólo una.

Cubrirse el cabello:

Tras el matrimonio, las mujeres observantes cubren su pelo cuando se encuentran en público. Este acto es una muestra de amor por parte de la mujer que decide hacerlo, es un recuerdo de su matrimonio y una forma de preservar una parte de su cuerpo para su esposo; esto incrementa la intimidad que se vive en la pareja.

Hay muchas formas de hacerlo, desde sombreros y telas de colores con diferentes tocados, hasta pelucas. Todo depende del gusto de la mujer que lo usa. Muchas judías observantes se refieren a esta parte de su atuendo (tijel) como una corona.

Talit:

El talit es el manto blanco con el cual se cubren los hombres casados para rezar. Envolverse en este manto para muchos es como rodearse de la presencia divina, los bordes del talit tienen hilos que recuerdan el mandamiento de usar tzitzit en las esquinas de la ropa. Se usa para la ceremonia del matrimonio y se acostumbra a que sea la novia quien le regala el talit a su futuro esposo.

Información tomada de chabad.org