Este año se celebra el Jubileo de la Reunificación de Jerusalem, pues han pasado 50 años desde aquel siete de junio de 1967 en el que las Fuerzas de Defensa de Israel recobraron la soberanía israelí en el Muro de las Lamentaciones, desde 1948 en manos del Reino de Jordania. ¿Pero cuál es el origen del concepto Año Jubilar?

PEDRO HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En el principio – en el Génesis – nos cuentan la historia de dos hermanos, Caín –el primogénito y labrador- y Abel –benjamín y pastor. Abel, en hebreo se pronuncia Hébel, y en breve veremos qué es lo que nos puede decir esto. Ambos hicieron ofrendas a Dios. Caín, el fruto de la tierra; Abel, el mejor de sus carneros. Dios gustó de la ofrenda del pastor, y no de la del agricultor, pues la tierra había sido maldecida tras la expulsión del Edén. Así que Caín se celó de su hermano hasta el extremo de asesinarlo. Por ello fue castigado a llevar una marca sobre la frente y vagar por la Tierra sin poder recoger su fruto. Caín temía ser reconocido y después, en venganza, asesinado. Dios le dijo que si alguien le matase, sería el asesino castigado siete veces. Seis generaciones después, Lamej fue padre de Yabal y de Yuval; éste era flautista, un instrumento que suena al soplar, como un shofar, el cuerno de carnero que resuena en el judaísmo en la época de año nuevo, Rosh Ha Shaná. (Rosh significa principio – Bereshit, en el principio- y Shaná, etimológicamente, significa cambio, del verbo Leshanot, cambiar, y por lo tanto lo que traducimos como Año Nuevo , es en el judaísmo una renovación, un nuevo cambio en el ciclo anual).

Yuval, en principio, significa carnero – macho que dirige un rebaño. Y del carnero, el shofar, cuyo sinónimo es Yuval. De Hébel, el pastor y hermano de Caín.

Según nos cuenta en la Parashá “Bejar” (Levítico, 25) cuando Moisés recibió La Ley Judía en el Sinaí también se instruyeron preceptos sobre La Tierra. De la misma manera que El Hombre habría de descansar el día Séptimo, el Shabat, la Tierra habría de descansar en el año séptimo. Por ejemplo, un vino no es kasher –apto para el consumo de un judío- si la vid está plantada en un viñedo que no respeta el año sabático (Shmitá) siete ciclos de siete años son cuarenta y nueve años. El quincuagésimo es Año Jubilar: Shnat Hayovel. Todos los sirvientes son liberados de sus trabajos, y he ahí la relación entre Yovel, jubilar, y jubilación e incluso júbilo.

Por extensión, la consecución de siete ciclos de siete años se aplicó también al júbilo de las celebraciones dignas de interés o plenas de relevancia. Por ejemplo, la reunificación de la Ciudad de David, dividida desde 1948 hasta 1967, cuando en la llamada Guerra de los Seis Días, un 28 del mes de Iyar – el mismo día en que murió Samuel El Profeta – los paracaidistas de las FDI –a pie no se podía llegar porque la tierra estaba minada – consiguieron anunciar por radio – no por Shofar- que el Muro de los Lamentos era nuestro y podían tocarlo con las manos.