UDI SHAHAM / El panel de la Knesset aprobó en segunda y tercera lecturas el proyecto de ley que impide prestar servicio civil en organizaciones no gubernamentales financiadas principalmente por gobiernos extranjeros en sustitución del servicio militar obligatorio. 

El proyecto de ley fue una iniciativa del diputado Amir Ohana (Likud) y anulará las posiciones de servicio civil en las ONGs.

La medida pasó por 7-0 en el Comité de Trabajo, Bienestar y Salud de la Knesset y se fusionará en un proyecto de ley ministerial más amplio que regula todo el campo del servicio civil y nacional en Israel.

Según las notas explicativas, el proyecto de ley pretende detener el fenómeno en el que el Estado “actúa contra sí mismo y contra sus propios intereses”.

“El servicio civil (servicio nacional) es una solución importante para quienes desean servir y contribuir a la sociedad israelí no a través del ejército”, dice.

“En los últimos años estamos asistiendo a una realidad en la que organizaciones israelíes cuyas principales fuentes de financiación (más del 50%) provienen de países extranjeros, gozan del privilegio estatal de los voluntarios que proceden de la administración pública. Esto crea una situación en la que el Estado de Israel – a través de estos voluntarios – está trabajando en contra de sí mismo y a favor de organizaciones enviadas por extranjeros”.

Ohana elogió la decisión del comité y pidió a la ONG de izquierda “B’tzelem” que “empiece a buscar otras fuentes de mano de obra”.

“El propósito de este proyecto de ley es fortalecer el sistema inmunológico del Estado de Israel”, dijo.

“Es imposible que proporcionemos mano de obra estatal subsidiada a organizaciones que trabajan de acuerdo a los intereses de países extranjeros, que presentan a los israelíes como criminales de guerra, defienden a los más grandes terroristas y difaman a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel que velan por nosotros día y noche”.

Hay 25 ONGs registradas en Israel, cinco de las cuales tienen un total de 17 voluntarios que prestan servicio nacional, la alternativa civil para aquellos que no pueden servir en las FDI por razones religiosas, médicas o de otro tipo. El presupuesto del gobierno para el servicio nacional es de casi NIS 500 millones al año, y los gastos de cada voluntario individual, que recibe un estipendio mensual muy por debajo del salario mínimo, se divide entre el gobierno y el lugar donde se desempeña como voluntario.

MK Dov Henin (Lista Árabe Conjunta) criticó la iniciativa y afirmó que el daño real al país lo está haciendo la actual coalición.

“En Israel tenemos una sociedad civil diversa y pluralista, y también conprende organizaciones que se ocupan de la protección de los derechos humanos, la asistencia a los solicitantes de asilo y el avance de la igualdad entre la sociedad de clase baja”, dijo.

“Este proyecto de ley desea perjudicar a estas organizaciones y su importante trabajo, y las deslegitima. La verdadera amenaza para la sociedad israelí no la plantean las organizaciones de derechos humanos que quieren arreglarlo sino por iniciativas de leyes antidemocráticas que trata de hacer de Israel un lugar más cruel”.

Lahav Harkov contribuyó a este informe.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico