El diputado presidente del Grupo Amistad México-Israel, dio la bienvenida a los asistentes y agradeciendo su participación. Existe la necesidad de realizar acciones que eviten que se difundan imágenes de violencia y xenofobia, dijo, y agregó que hay que promover la cultura de la democracia y mayor apertura entre los ciudadanos.

FRANCISCO JAVIER AMEZCUA MÁRQUEZ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO — la Licenciada Marlene Mizrahi, secretaria del Grupo de Amistad México- Israel, dio la bienvenida y al mismo tiempo, agradeció la convivencia entre sus compañeros de trabajo y otras personas, resaltando sobre todo su unión para trabajar. Señaló que estaban ahí, para atender diferentes historias.
El Doctor Efraim Zadoff, investigador Asociado del Centro Liwerant e investigador de la Universidad de Tel Aviv, citó que el 27 de enero de 1945 el Ejército Rojo llegó al centro de exterminio de Auschwitz – Birkenau, el cual nunca fue liberado, encontrando a sobrevivientes semimuertos, sin que existiera un solo alemán.
La guerra costó la vida de 45 millones de personas civiles. Murieron 5 millones 660 mil polacos, gitanos, soviéticos, rusos y judíos y un millón y medio de niños. La pregunta consiste en quiénes pretenden negar tal masacre, ¿Qué habrían hecho frente a la matanza? Mataron por la supremacía racial alemana. La condena de los Nazis afectaba a los judíos donde quiera que vivían. Lo hacían por una ideología racista, es decir, una actitud irracional.
A partir de 1923 empezaron con medidas de separación y apropiación de bienes de los judíos. El 23 de octubre de 1941 cancelaron la migración de los judíos.
Los vecinos y personas no judías, salvaron a muchos judíos, a quienes una Comisión Especial creada por el Estado de Israel, hizo un reconocimiento de ellos denominándolos “Justos entre las Naciones”, y han sido a la fecha alrededor de 26 mil personas reconocidas en varios países del mundo.
La Biblia dice que en el hombre reside el bien y el mal.
A pesar de lo sucedido, no se ha perdido la esperanza en la bondad humana.
Tocó su turno a Adán García, académico del Museo Memoria y Tolerancia y egresado de la Universidad Iberoamericana, quien refirió que los últimos eventos sobre la Conmemoración de las Víctimas del Holocausto han tenido una mayor relevancia.

En Auschwitz – Birkenau, un millón 200 mil personas perdieron la vida, en menos de tres años. Es preciso que se establezca la necesidad de empatía con aquél que es diferente; la necesidad de amor, evitando cometer errores y, la necesidad de reunirse para recordar nuestras responsabilidades.

Posteriormente, la señora Miriam Weiz de Stillman, sobreviviente del Holocausto de 91 años, hizo una narración muy emotiva y profunda de su vida escabrosa de su niñez adentro del campo de concentración. Contó que su novio, cuando era una jovencita, al enterarse de que era judía, le escupió en la calle y desapareció repentinamente de su vida. De un día a otro la odió. A partir de allí, ella y su familia se enfrentarían a una de las mayores injusticias que puede recibir un ser humano, al pasar de la libertad en la que se desenvolvía hasta estar encerrada en un campo de concentración.

Ella nació y vivió en Rumania, tenía 12 años cuando empezaron las hostilidades, la discriminación, los sufrimientos físicos y la indignación. Contó el gran Dolor que sintió al perder a sus padres y a la vez, un gran sentido de culpabilidad al perder a su madre.

Estuvo explicando el significado y contenido de cada una de sus pinturas, que tuvieron que ver con su dolor y sufrimiento pasado.

Llegó el momento de que tomara la palabra la señora Anna Zarnecki, Polaca de nacimiento, sobreviviente del Holocausto, quien comentó que no estuvo en un campo de concentración, pero sí en lo que llamó una “colectividad”, en la que de igual manera sufrió terriblemente las vicisitudes que experimentó en dicho lugar.
Prácticamente fue rescatada por la Cruz Roja Internacional, pudo emigrar a Irak, después a la India, lugares en donde sufrió mucho, para finalmente llegar al continente americano, a través de los Ángeles, para llegar finalmente a México, primero a León Guanajuato, y después a la Ciudad de México. Tuvo la oportunidad de estudiar enfermería, para seguir ayudando a la Cruz Roja, Institución a la que le está muy agradecida por salvarle la vida y ayudar a los mexicanos que sufren.
En su oportunidad, participó el señor Luis Opatowski Goldebrg, quien señaló que nació en Bélgica, orgullosamente mexicano y sobreviviente del Holocausto. Narró en forma muy peculiar su travesía por tren al campo de concentración de Auschwitz, haciendo una reflexión acerca de que en un momento dado, su inocencia de niño, jamás hubiera pensado que llegaría al lugar de la muerte y la desolación.

El Maestro Arturo Magaña, hizo una reflexión acerca de la vida del gran mexicano Don Gilberto Bosques Zaldívar, quien fue profesor normalista, diputado federal dos veces, presidente de la Cámara de Diputados de México, y diplomático. Siendo Cónsul de México en Francia, emitió 45 mil visas mexicanas para salvar la vida de muchos judíos, poniendo en riesgo su vida y la de su familia. Fue un gran héroe de la humanidad.
Luego, se dio un Diálogo entre el señor Felipe Rosenberg, la señora Ariele Wolfowitz de Cojuc y el propio Arturo Magaña, como fieles testigo de la labor de rescate de Gilberto Bosques.

Ariele Wolfowitz huyendo de las hostilidades y persecución del régimen Nazi, llegó a Marsella, Francia, en donde Don Gilberto Bosques, quien trabajaba desde las cinco de la mañana hasta muy entrada la noche, emitió visa para rescatarla y enviarla a México.
Felipe Rosenberg señaló que hubo una estratosférica cifra de muertos durante la Segunda Guerra Mundial, alrededor de 100 millones.

Se pregunta ¿Quién debe perdonar? Responde como otros judíos lo hacen, solamente las víctimas puden perdonar.

Se refirió a la generosidad de Don Gilberto Bosques y de México y agradeció a los legisladores que le hayan rendido un homenaje a Don Gilberto.