El Bar Mitzvá de mi nieto

El jueves pasado se llevó a cabo el Bar Mitzvá de Ari, el hijo menor de Natán, mi hijo mayor. La celebración del evento fue en uno de los templos de la comunidad judía Ashkenazí, Ramat Shalom en la Colonia Interlomas. La participación de Ari en el rezo de la mañana de ese día fue muy emotiva; sin errores.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

El rabino de ese templo, un israelí corpulento, con una abundante barba y una expresión bondadosa me ayudó a ponerme los tefilim (filactelias), “pequeñas envolturas o cajitas de cuero que guardan pasajes de las Escrituras y tienen dos correas; una de estas se ata sobre el brazo izquierdo dando siete vueltas al mismo y la otra sobre la cabeza. Según la Halajá (Ley Judía), los varones judíos a partir de los 13 años deben colocárselos diariamente en los rezos matutinos, excepto el sábado y demás festividades judías; los tefilim al ser puestos en el brazo opuesto al corazón y sobre la cabeza, significa “la sumisión de la mente, corazón y acciones al todopoderoso, como así también el gobierno del intelecto sobre las emociones”.

El rabino me preguntó que ¿cuándo fue la última vez que me había puesto los tefilim?… le contesté que hace 5 años, en realidad fue hace (tres años) y para que no tuviera dudas de que yo era un judío solo en las fiestas judías, le contesté en hebreo “que yo era un judío de verdad, que había estudiado en Israel y que también era un Jalutz (pionero); judíos identificados con el retorno de los mismos a su patria ancestral. Me habló de la agradable personalidad de mi nieto. Ciertamente, Ari es una persona que se relaciona con todo el mundo, es sensible e inteligente; como abuelo de Ari se me concedió el honor (cavod) de sacar los rollos de la Ley (Torá) del armario o tabernáculo (Arón Hacódesh) para pasearlos por el templo para que los feligreses la besen; también fui llamado a la bima (mesa o pupitre, colocada sobre una plataforma, sobre la cual el oficiante lee, o más bien recita la Torá) para que leyera unas oraciones. Al subir a la bima tuve una experiencia emocional muy difícil. Sentí agradecimiento a Dios de poder estar presente en el Bar Mitzvá de Ari, después de que dos veces en año y medio enfrenté a la muerte. No podía iniciar el rezo, las palabras no acudían a mi boca, empecé a llorar y después de unos minutos entre sollozos inicié el breve rezo. Creo que la gente se quedó estupefacta ante mi actitud; sin embargo, la entendieron; al final de cuentas fue una especie de catarsis. Posteriormente nadie me comentó sobre lo acontecido; me sentí aliviado y con fuerzas para retomar mi rutina cotidiana.

El Bar Mitzvá culminó con un desayuno servido en un salón del Templo.

Recital Flamenco

El 21 de marzo pasado asistí con mi esposa al concierto radiofónico del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), que presentó el recital: Mujeres Mediterráneas. El flamenco y la música árabe en la clave de complicidad femenina. Simultáneamente a la presentación en vivo en el Estudio A en la calle Mayorazgo de Coyoacán, próximo a la Cineteca, se transmitió por la radiodifusora Opus 95.1. El estudio tiene una capacidad de aproximadamente 150 asientos, se llenó en su totalidad. El recital, que es gratuito, se llevó a cabo a las 5.00 p.m.; la audiencia estuvo básicamente integrada por personas de la tercera edad, jubilados, estudiantes y desempleados.

En Crónicas previas había mencionado de los conciertos que semanalmente se realizan en el IMER, que son de gran calidad musical y que generalmente no se presentan en salas comerciales. En el programa de Mujeres Mediterráneas se indica que en su universo musical se entrelazan ritmos orientales y andalusíes entre armonías, coplas flamencas y cantos árabes, así descubren y experimentan un lenguaje musical personal que dialoga entre Oriente y Occidente de manera libre y lúdica. Entre los “pellizcos” de la guitarra flamenca, las melodías de la flauta y las variaciones rítmicas de bendir, las voces árabe y flamenca se pasean entre Marruecos, Oriente y España transportándonos a un viaje a través del Mediterráneo, recordando la esencia que conlleva cada cultura.

El elenco de Mujeres Mediterráneas cautivó al público por su maestría en la interpretación de los cantos y en la ejecución de sus instrumentos musicales: saxofón, flauta, pandero y guitarra. A las artistas se les notaba muy emocionadas por la calidez y aplausos desbordados de los asistentes. Yo de inmediato me sentí identificado con la música y el canto Hondo Andaluz y el Sefaradí.

El flamenco, tal y como lo conocemos en el presente, data del siglo XVIII, y tiene como base música y danza propios de las regiones de Andalucía, Extremadura y Murcia. Está considerado actualmente como Patrimonio Cultural Inmaterial Entomológico Andaluz y en noviembre del 2010, la Unesco declaró al flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Su popularidad en el mundo ha sido muy grande, hasta tener más relevancia y prestigio en otros países más que en España.

El flamenco no es el folclore de Andalucía (seguidillas, sevillanas, fandangos, verdiales, trovos el chacerra, el vito…) sino un género artístico del folclore Andaluz. Un estilo de música y de danza que se originó en Andalucía.

De todas las hipótesis sobre su origen, la tesis más extendida es el origen morisco, solo que el mestizaje cultural se dio en Andalucía (oriundos, musulmanes, gitanos, castellanos inmigrantes y judíos, principalmente). El flamenco no es un género exclusivamente gitano, debido a que en ningún otro lugar del mundo los gitanos cantan flamenco. En este ámbito es ampliamente aceptado el hecho de que los gitanos de España desde su llegada a la Península Ibérica en el siglo XV abrazaron las diferentes formas del folclore andaluz haciéndolas suyas. Los gitanos, por su estrecha afinidad con su tradición musical, interiorizaron la música andalusí y hoy día el flamenco es un elemento fundamental de la cultura gitana en España.

Por otra parte, una presencia de gran peso en el flamenco es la influencia de la cultura musical del pueblo judío, incluso anterior a la llegada de los musulmanes a la Península. No son pocos quienes le atribuyen a la influencia sefaradí la temática del flamenco: la capacidad o inclinación a expresar a través de la música las sensaciones, tanto tristes como alegres, que componen la existencia. Asimismo, se considera que la estética y la modulación de los cantos litúrgicos judíos (cantos sinagogales) influenciaron el cante flamenco. También la influencia árabe está presente desde la propia génesis de la tradición musical andaluza. El ensamble de las mujeres mediterráneas estuvo integrado por la cantante Habiba Ouakhchachi nacida en Casa Blanca, Marruecos que acompaña su melodiosa voz con un pandero. Inicia su carrera artística en Granada.

– Ana Zyla. Cantante con típico rostro andaluz nacida en Baza Granada; es la intérprete del canto Hondo.

– Pilar Alonso, también nacida en Baza que maneja la guitarra de una manera conmovedora.

– Mixtlan Salomón. Flautista y saxofonista de Mendoza Argentina. Es de origen judío y con los dos instrumentos conforma el ambiente musical flamenco.

Felicidades al IMER por su continuo esfuerzo de difusión musical multicultural.

Alejandra Barrales

Diariamente los hechos de corrupción aparecen en periódicos, en la televisión y otros medios de comunicación de la República. En este contexto, la semana pasada Univisión filtró la noticia de que Alejandra Barrales, de 50 años, presidenta del PRD y senadora con licencia poseía un departamento de casi un millón de dólares en Miami, Florida; en sentido, en el medio periodístico surgió el cuestionamiento de ¿cómo es posible que una legisladora con un salario de 70 mil pesos mensuales pudiera poseer una propiedad de un millón de dólares? Inicialmente Barrales señaló cínicamente que no declaró la propiedad de Miami en su declaración de 3X3, en virtud de que en el formato de ese documento no había espacio para anotarlo, además de que este último estaba registrado a nombre de una empresa a fin de ocultar la identidad del dueño. Al verse acorralada, Barrales señaló que ese inmueble y otros que tiene fueron pagados “con lo que ganó hace tiempo” cuando posó en lencería para la revista “H” para caballeros; añadió que posee otros negocios.

Barrales tiene casi 20 años en la política y estudios como abogada para saber que los negocios y la función pública no son compatibles. Los argumentos ingenuos y grotescos que presenta para esconder una actitud ilícita en su actuación como funcionaria pública y como “modelo”, son una ofensa a la inteligencia de la ciudadanía. Barrales, quien renunció en julio del año pasado como Secretaria de Educación del Gobierno de la Ciudad de México para ser presidenta del PRD, aspira a ser Jefa del Gobierno de la Ciudad de México en las elecciones del 2018. La corrupción rampante agobia a México.