Ante la cercanía de la festividad de Pésaj, el pasado cuatro de abril en Aish México se presentó la conferencia “Luchando contra el Faraón que llevas dentro” impartida por Lori Palatnik y Adrianne Gold.

Se acerca la festividad de Pésaj, en la que recordamos la esclavitud de los judíos en Egipto y su salida de ellos hacia la libertad guiados por Moisés. Es una semana en la que recordamos la libertad y lo difícil que fue para nuestros ancestros llegar a la tierra prometida, la “tierra de leche y miel”.

Antes de que diera comienzo la conferencia, la artista plástica Flora Cherem compartió su experiencia en el viaje que hizo hace cuatro años con Palatnik: “Me hizo cambiar mi forma de ver la vida. Siempre tuve el sueño de ir a Israel. Al llegar se cumplió mi sueño. Me invitaron a hacer un vitral para el edificio de los soldados y otros vitrales en la Sinagoga de Shalva. Es un edificio que alberga y da educación a niños con necesidades especiales. Desde mi viaje se han multiplicado mis amigas”.

Adrianne Gold es conferencista y escritora. Durante dos décadas tuvo su propio programa de televisión en Toronto, enfocado a estilo, moda y belleza. Después de una visita a Israel, ya no estaba interesada en promover cuestiones de estilo, y volvió su atención a asuntos de fondo. Actualmente, junto con Lori Palatnik es promotora del proyecto “Renacimiento Judío de la Mujer”.

Lori Palatnik, directora y fundadora de dicho proyecto, es considerada entre los 10 conferencistas judíos que más impacto tienen. Ha escrito varios libros. Es judía ortodoxa, tiene cinco hijos y pasa gran parte del año viajando, ya sea para impartir conferencias o guiando a mujeres de todo el mundo en tours dirigidos por Palatnik.

Gold comentó en la conferencia: “Al comenzar Pésaj hacemos todo para limpiar nuestras casas y nuestro ego interno. No habrá progreso en nuestras vidas mientras no hagamos cambios que nos ayuden. Hay cuatro elementos que nos pueden ayudar o frenar en este cambio. El primero es Mitzraim (Egipto), que representa la esclavitud interna que tenemos ante una situación, una persona u otra cosa no específica. La segunda es la voz de Moisés, quien nos alentara a los cambios, para así liberarnos. Y la tercera es la voz del Faraón, quien nos dice, sigue igual, no pasa nada, no puedes hacer cambios. Finalmente, la libertad y la Tierra Prometida, las alcanzamos cuando logramos liberarnos de la esclavitud que llevábamos dentro”.

Al terminar la conferencia, los asistentes hicieron un ejercicio en el que tenían que escribir cuál era su Mitzraim ( Egipto), cómo es la voz de Moisés que oyen, qué le dice la voz del Faraón y qué sienten al llegar a la libertad. Lo que cada uno escribió, una situación personal que no tenía que compartir con nadie,  pidió que  fuera quemada junto con el jametz (comida que no se come en Pésaj) antes de Pésaj.

“Lo que celebramos en Pésaj es la libertad. Natan Sharansky, un refusnik (luchador por la libertad de los judíos de la Unión Soviética) encarcelado por muchos años en Siberia, donde vivía aislado en un pequeño cuarto, dijo en el Knesset (parlamento) en Israel: ‘Nunca me sentí más libre que cuando estuve en Siberia, porque me podían quitar lo que quisieran, pero nunca la persona que soy’. El jametz representa todo lo que sube, la matzá es plana. Lo que hace subir a las personas, en especial a los hombres, es el ego. Los hombres deben rezar tres veces al día: Shajarit, en la mañana; Minjá, a medio día; y Maariv, en la noche. ¿Cuál es la más importante? Minjá, por ser el momento en que más ocupados están, deben detenerse un momento para darse cuenta de quién dirige el mundo”.

Ahora que viene Pésaj debemos darnos cuenta que las cosas no cambian a menos que nosotros hagamos un cambio en nosotros mismos, hagamos un alto para darnos cuenta de lo que hacemos y cómo. Analicémonos y busquemos el cambio. No esperemos que los otros cambien por lo que nosotros digamos o hagamos.