¿Por qué el gobierno de Egipto no puede proteger a su minoría cristiana?

THE WALL STREET JOURNAL

Esta es la temporada de Pascua para los cristianos alrededor del mundo, y entonces los cristianos coptos de Egipto reunieron a sus familias para asistir a los servicios del Domingo de Ramos que inician lo que se conoce como Semana Santa. Ellos se encontraban dentro cuando una bomba plantada bajo un asiento explotó y destruyó vidas y familias en un instante.

Así fue el domingo en Tanta, Egipto, donde una bomba en una iglesia mató a unos 29 feligreses e hirió a otros 69, según informes de medios de comunicación. Un atacante suicida mató también a 18 e hirió a 40 cuando se voló mientras la policía le impedía ingresar a la Catedral Ortodoxa de San Marcos en Alejandría, no lejos de Tanta. La Policía dijo que había desactivado una segunda bomba que encontró en los terrenos de la catedral.

El Estado Islámico se adjudicó la responsabilidad por ambas masacres, como le gusta hacer, sean o no responsables sus secuaces. Pero los asesinatos fueron obra del diablo, otro caso de la campaña yihadista en expansión contra la minoría cristiana de Egipto. El Papa copto Tawadros había terminado de liderar los servicios del Domingo de Ramos cuando el atacante golpeó en San Marcos.

El presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi denunció los ataques, pero ellos plantean más preguntas sobre la competencia de su gobierno en proteger a los coptos. Los ataques yihadistas se han vuelto tan regulares como la Pascua o Navidad. Tres policías perdieron la vida tratando de detener al atacante, pero los servicios de inteligencia y seguridad de Egipto parecen estar rezagados contra el afiliado egipcio del Estado Islámico, Provincia de Sinaí. Los coptos conforman un 10% de los 92 millones de personas de Egipto, pero muchos están buscando emigrar en medio de la ola terrorista yihadista.

Los ataques echan también dudas sobre la capacidad de Sisi de proteger al Papa Francisco cuando él visite Egipto en este mes. El Papa es un objetivo primordial cuando los islámicos intentan fomentar el conflicto religioso sectario. El Presidente Trump dio la bienvenida a Sisi en la Casa Blanca la semana pasada como un socio en la guerra contra el extremismo islámico, pero esa sociedad tiene que incluir proteger a la minoría cristiana de Egipto.

 

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México