La coalición liderada por Estados Unidos negó el reporte publicado por el ejército sirio sobre un ataque aéreo lanzado el miércoles por la coalición liderada por Estados Unidos que supuestamente habría afectado depósitos de gases venenosos pertenecientes al grupo islámico ISIS, liberando una sustancia tóxica que mató a cientos de personas.

El ejército sirio había declarado que el incidente demostró que ISIS y grupos vinculados a Al-Qaeda “poseen armas químicas”.

El coronel de la Fuerza Aérea estadounidense John Dorrian, portavoz de la coalición, dijo que no había realizado ataques aéreos en esa zona en ese momento. “La afirmación siria es incorrecta y es probable que haya una desinformación intencional”, dijo, en un correo electrónico a la agencia Reuters.

“El Ministerio de Defensa ruso no tiene información sobre un ataque llevado a cabo por las fuerzas internacionales de coalición en la provincia siria de Deir es Zor”, dijo Igor Konashenkov portavoz del ministerio de Defensa. Konashenkov dijo que las fuerzas rusas enviaron aviones no tripulados para revisar el área.

La reivindicación siria llegó al momento en que la comunidad internacional, con la excepción de Rusia, ha condenado al régimen de Bashar al Assad por el uso de armas químicas contra blancos civiles en su lucha contra las fuerzas rebeldes.

Las fuerzas de Assad supuestamente usaron gas sarín en un ataque que mató a decenas de personas la semana pasada en la provincia noroccidental de Idlib, una zona en poder de los rebeldes.

Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña consideran altamente probable que Assad sea responsable del ataque, ya que se considera improbable que las fuerzas rebeldes controlen cualquier activo químico. Después del ataque, el ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, dijo que estaba “100 por ciento seguro” de que Assad estaba detrás del ataque y Estados Unidos llegó a una conclusión preliminar de que Rusia sabía de antemano que se usarían armas químicas.

Un alto funcionario estadounidense dijo, sin embargo, que aún no hay ninguna prueba contundente de que Rusia haya tenido participación directa en el ataque.