A diferencia de los demás adolescentes de su clase, Yudith Chijner Berdichevsky no tiene celular. La bisnieta del escultor Rubén Cimet Lerer, quien descubrió su pasión por el origami a los 8 años, ahora dedica gran parte de su tiempo libre a perfeccionar sus conocimientos de esta técnica.

Yudith es una niña como cualquier otra, con un talento innato para el arte. En la entrevista nos cuenta cómo le gusta pasar horas aprendiendo sobre el origami y cómo, entre otras cosas, para su Bat Mitzvá, ella fue quien hizo sus centros de mesa (de los cuales, obviamente, no quedó ninguno). También lee mucho y teje bufandas y sombreros.

Nos cuenta que para poder volverse un experto en esta ancestral técnica japonesa decorativa, es necesario tener mucha paciencia y ser muy cuidadoso, ya que los dobleces tienen que ser muy precisos si se quiere que las piezas salgan bien.

Por suerte, el colegio judío Beit Hayladim le permitió ejercer sin límite su creatividad. Yudith puede hacer una pieza en el coche, en cinco minutos. Por otra parte, ha sido tal su expertise en origami que las piezas que, originalmente, le tomaban dos horas, las puede montar en media hora.
Le apasionan las que ofrecen más retos. Aprende a través de tutoriales de YouTube y toma clases en el museo Universum de la UNAM.

En nuestro video, Yudith nos cuenta sobre su familia, donde el arte está presente siempre, pues su madre, quien es guía Montessori, produce pasteles de ensueño y su abuela es diseñadora de joyas. Desde niña le inculcaron el gusto por el arte y la creación.

 

Al final del video, nos da una demostración de sus habilidades construyendo una pieza multicolor. Yudith regaló a Enlace Judío una bella creación firmada por ella, la cual tenemos expuesta en nuestra oficina.