Rab. Raymond Beyda

Cuida lo que comes, duerme las horas suficientes en las noche, haz ejercicio regularmente y evita el estrés son parte de las recomendaciones que un doctor prescribe para tener un corazón sano. Nuestros sabios nos dicen que debemos de desarrollar un buen corazón. Sin embargo, su intención al decirlo es bastante distinta a la del médico. Sí, la persona debe hacerse cargo de tener buena salud, es un mandato de la Torá. Sin embargo, uno debe de trabajar constantemente para desarrollar un corazón bueno.

Uno debe aprender a no sospechar de los demás, a no ser celoso o resentido. La envidia es una enfermedad del corazón. Un temperamento explosivo o iracundo puede ser más peligroso que el colesterol. La bondad y la empatía son mejores medicinas para la salud que las pastillas que se nos receta. La alegría y el agradecimiento le dan a la persona una vida más longeva de lo que el Prózac puede lograr.

Además de los beneficios al corazón que estas medidas traen, también vuelve agradable a la persona frente a los demás y atrae a las personas, como la miel a las abejas. La gente busca oportunidades para compartir sus sentimientos y pensamientos con aquel que demuestra tener “un corazón bueno.”

Probablemente hoy empezaste a hacer una de esas actividades que son dañinas para el desarrollo de tu corazón. Si es así ¡Para! Revisa tu monitor emocional y cambia de dirección, de ira a calma, de envidia a generosidad, de tensión a calma. Sólo toma un minuto pero sus beneficios para la salud son inigualables.

Fuentes: Raymond Beyda Online