Enlace Judío México.-El día de los trabajadores se saldó con varios heridos, dos de ellos diputados.

LUDMILA VINOGRADOFF

Este lunes, día de reivindicación de los derechos de los trabajadores, estos no manifestaron ninguna satisfacción por el incremento salarial de 60 por ciento decretado por Maduro el domingo. Este es el único país donde los trabajadores y empresarios expresan su descontento por el aumento salarial porque la inflación que genera supera en creces al ajuste salarial, es decir, la mejora se hace agua entre los dedos.

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, declaró en medio de los gases lacrimógenos lanzados contra una de las concentraciones celebradas este lunes, que «juntos vamos a sacar al país del hueco en el que lo han sumergido. Ustedes merecen un salario digno por su valor y esfuerzo con el que todos los días salen a luchar por un mejor país. No la estafa de ajuste salarial anunciada el día de ayer por Maduro. Se burlan de los trabajadores como les da la gana. Pero el pueblo venezolano es quien tiene la última palabra, queremos un país en el que tengamos trabajadores bien pagados».

Mientras tanto, los cuerpos de seguridad del régimen chavista volvieron a reprimir con fuerza las marchas opositoras, denominadas «doblete contra la dictadura», a las que impidieron llegar a su destino en el centro de Caracas, que eran el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia. El día de los trabajadores se saldó con varios heridos, entre ellos, dos diputados.

Marcha oficialista

Maduro también había convocado su marcha oficialista que debía concentrarse en la avenida Bolívar, que lució como un oasis de tranquilidad en medio de tanta lluvia de bombas lacrimógenas lanzadas por la Guardia Nacional (GN) y la Policía Nacional (PN) contra los manifestantes opositores para disolver su marcha.

Con la cabeza sangrando, el diputado José Manuel Olivares denunció que los efectivos de la GN dispararon bombas lacrimógenas a quemarropa contra los manifestantes. Su colega Jorge Millán confirmó la arremetida de los uniformados a la manifestación.

Las zonas más castigadas por las fuerzas represivas fueron El Paraíso, Montalbán, la avenida Victoria, que son antiguos bastiones chavistas del oeste de Caracas, que ya se han pasado a las filas de la oposición. El este de la ciudad como la Castellana también recibió su dosis de gases lacrimógenos. Desde muy temprano el régimen bloqueó los accesos a la capital desde la carretera. También cerró el Metro de Caracas. Y la carretera que conduce al aeropuerto internacional Simón Bolívar por lo que los viajeros habrían perdido sus vuelos.

En el interior, las manifestaciones opositoras fueron más tranquilas y lograron su propósito de llegar a las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia. Sin embargo en Caracas la oposición partió desde 25 puntos de la ciudad e intentó otra vez desafiar al gobierno. Los sindicatos de trabajadores, dirigentes políticos y manifestantes no lograron llegar a su destino.

La movilización forma parte de la agenda para exigir elecciones generales para 2017, la liberación de los presos políticos, la restitución del orden constitucional, la apertura canal humanitario, respeto a la Asamblea Nacional por parte de los otros poderes, desmovilización de las fuerzas militares y de los civiles armados.

Los sectores productivos del país decidieron respaldar esta protesta y unirse a la movilización, que también era en honor al Día del Trabajador.

Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud, afirmó que los trabajadores públicos y privados «buscaremos que el gobierno tome consciencia y llame a elecciones generales, para buscar salidas a una crisis que han causado». Por su parte, la presidenta del gremio comercial, Consecomercio, Cipriana Ramos, exigió «que se liberen todos los controles» y un nuevo gobierno para reactivar los sectores productivos. En los últimos 10 años han cerrado 500.000 empresas en Venezuela.

 

 

Fuente:abc.es