Enlace Judío México.-En los barrios hebreos de París, objetivo islamista, el discurso islamófobo del Frente Nacional no desplaza el recuerdo del antisemitismo de sus orígenes.

F.J. CALERO

Pintarrajear los carteles electorales forma parte del tradicional atrezzo parisino de cara a unas elecciones. Desde hace décadas, la juventud burguesa de París ha demostrado su imaginación para el graffiti y los mensajes sutiles, por lo que el eslogan del conservador François Fillon, derrotado en primera vuelta, puede convertirse fácilmente en «un robo para Francia» («un vol pour la France») con solo borrar un par de sílabas, cuando el original hablaba de deseos y sueños («volonté») para el país. Mientras la ONG Sos Racismo organizaba ayer un concierto anti Le Pen con el controvertido cantante británico Pete Doherty en el cartel, los afiches de los candidatos han decoraban la entrada de uno de los colegios electorales aledaños a la Plaza de la Republique en una atmósfera marcada por el hartazgo político y cierta preocupación por la posible victoria de Le Pen. A un lado, el elegante y preparado cartel de Emmanuel Macron, casi tan impoluto y sin arrugas como los trajes que viste a diario, y al otro una Marine Le Pen bastante cambiada por un collage que se ríe de la desdemonización del Frente Nacional: el rostro del sempiterno patriarca Jean-Marie Le Pen, con bigotito hitleriano y su cabreo permanente, aparece con los cabellos de la hija de la ultraderecha francesa.

«El Frente Nacional solo consiguió un 5% de los votos en París. Marine Le Pen no es muy querida por aquí», presume Robin, un joven marsellés de 25 años que estudió Ciencias Políticas y Derecho. A pocos kilómetros de République, en torno a Belleville, Robin alquila su pequeño estudio de una sola habitación a varios turistas gracias a Airbnb, seña de la economía colaborativa que reivindica Macron y repudia Le Pen. Vive en el corazón de uno de los guetos judíos de París. «Estamos preocupados porque cada año van consiguiendo más y más poder, pero aún así todavía nos queda margen, es muy poco probable que gane, menos aún tras el debate del miércoles», comenta un joven mientras hace cola en uno de los supermercados del barrio, «kosher» como el que atacó el yihadista Amedy Coulibaly en enero de 2015. «Aunque el discurso antisemita oficial del FN ha sido reemplazado por la islamofobia, la mayoría de los judíos franceses desconfían mucho de Marine Le Pen por el entorno que le rodea y la tradición antisemita de su partido», explica a ABC el director del instituto parisino de Geopolítica IRIS, Karim Bitar. Hace pocos días, la candidata frentista negó la responsabilidad francesa en la mayor redada contra los judíos del gobierno colaboracionista durante la Segunda Guerra Mundial. «Sin embargo, existe una minoría de judíos de extrema derecha que la apoya por su beligerancia hacia el islam», añade.

Los barrios conservadores, con Macron

Las nuevas generaciones del Frente Nacional se nutren también de hijos de inmigrantes griegos, portugueses y de otros países del sur de Europa. Aunque pierda, Marine Le Pen conseguirá un resultado muchísimo más apretado que el de su padre en 2002. «Los parisinos de los institutos de sondeos se han dado cuenta de que en la periferia de la ciudad están votando también al FN», comenta Davy Rodríguez, colíder de las juventudes por Le Pen. «No entendéis que el hijo de un inmigrante no vota por ser hijo de inmigrante, vota como francés para proteger los intereses generales de su país. Marine no tiene nada que ver con su padre», insiste. «En 2012, me empezó a interesar su discurso de patria y de defender los valores y la cultura francesa. Pero me fui alejando de todo eso: es fácil caer en su ideología en un momento de crisis como este», comenta Robin mientras ve en diferido el debate presidencial. Votará sin mucho entusiasmo a Macron.

«Macron tiene bastantes propuestas económicas esperanzadoras para las fortunas francesas de la derecha. Y el MEDEF -la patronal francesa- está a favor de la apertura económica, no de un proteccionismo tipo Le Pen que arruinaría la economía. Creo que Macron contará con la mayoría de los votos de Los Republicanos», subraya el director de la consultora de seguridad Stractegia, Barah Mikail.

El FN espera que parte de los franceses de los barrios del oeste de París, que tradicionalmente han votado conservador, puedan apoyarles el domingo. Aunque comparten las preocupaciones de Le Pen acerca de la inmigración o el islam, apunta Bitar, no apoyan su programa económico ni su visión negativa de Europa. «En mi distrito, el XVI, Fillon ganó con el 58% y Le Pen no llegó ni al 5%. No creo que cambie mucho ahora. Es un barrio muy particular en Francia donde se reúne buena parte de la riqueza del país», dice a ABC Vincent, que votó por Mélenchon en la primera vuelta y que ahora cree que apoyará a Macron «porque pese a todo no se les puede poner al mismo nivel». Su novia es española y teme por ella otra traumática salida de Europa tras el Brexit.

 

Fuente:abc.es