Enlace Judío México.- Francisco no se apartó de su agenda de moderación y flexibilidad en su visita, el Papa no cruzó la “línea roja” establecida por el Gran Imán. A pesar de la humilde y tolerante actitud del Pontífice, no hay satisfacción plena.

GEORGE CHAYA

Dos días antes del viaje papal a El Cairo, el Arzobispo Jean-Paul Gobel y el Imán Ahmed Al-Tayeb, mantuvieron una última reunión previa a la llegada de Francisco; el Gran Imán advirtió a Gobel que “hablar del Islam de manera negativa era una línea roja que no debía ser cruzada por el Vaticano”. “Las condenas sobre la violencia contra los cristianos coptos, deben ser articuladas sólo por el Presidente egipcio y por él mismo como autoridad religiosa, “no estaría permitido hacer declaraciones contra el Islam”; publicó el diario egipcio Al-Watan (الوطن).

A pesar de la humilde y tolerante actitud del Papa, no hay satisfacción plena luego del viaje para el Gran Imán. El diario egipcio indica que lo que Al-Tayeb sostiene es que la conducta del Papa puede ser interpretada como sumisión por los musulmanes. Además del claro mensaje no correspondido en el que Francisco ofreció orar en la mezquita de Al-Azhar, pero Al-Tayeb no aceptó hacerlo en misa en una iglesia copta de la capital egipcia como propuso el Vaticano.

“Las relaciones entre el Vaticano y Al-Azhar posiblemente mejoren en el futuro, aunque quedó claro que hoy no hay luna de miel”. El Gran Imán continuará protegiendo su base de poder teológico y mantendrá distancia tanto del Vaticano como del presidente egipcio que propugna reformas en aspectos religiosos. “El viaje del Sumo Pontífice dejó esa fotografía en los círculos políticos y los medios de prensa cercana al presidente Abdelfath Al-Sisi”. Publicó Al-Watan (الوطن)

El Papa probablemente buscará -en lo inmediato- la cooperación de la jerarquía musulmana intermedia de Egipto para proteger a los coptos del país -unos 9 millones- que constituyen al menos el 10% de la población. Pero también buscará el compromiso del presidente en brindar seguridad a la comunidad cristiana local.

Durante su estancia, Francisco se reunió con el Gran Imam de la mezquita Al-Azhar en el complejo teológico de la Universidad Al-Azhar (la más antigua del Islam) considerada el centro más influyente del Islam sunita mundial.

Posiblemente el Papa esperaba que la reunión con Al-Tayeb encausara completamente las relaciones entre el Vaticano y al-Azhar. El acercamiento de Roma había comenzado con una carta enviada por Francisco al Gran Imán el año pasado. La carta papal fue seguida por una visita de Al-Tayeb al Vaticano en mayo de 2016, durante esa visita, el Papa le manifestó al Gran Imán su intención de restablecer las relaciones entre la Santa Sede y Al-Azhar, que habían sido cortadas en 2011 por el propio Al-Tayeb después que se ofendió por los comentarios hechos por el anterior Papa, Benedicto XVI, sobre la persecución de los cristianos en los países musulmanes.

El Gran Imán parece ahora más dispuesto a normalizar las relaciones con el Vaticano, especialmente desde su visita de 2016. No hay duda Al-Tayeb ve a Francisco I con mayor agrado que a Benedicto XVI.

La flexibilidad del Imán con Francisco es también un esfuerzo de Al-Tayeb para estar en línea con el llamado del presidente Al-Sisi a la reforma dentro del Islam. Sin embargo, Al-Azhar comunicó que ha decidido mantener su autoridad sobre asuntos teológicos y no ha iniciado ninguna reforma doctrinal sustantiva en respuesta a la declaración y el pedido del presidente Al-Sisi. Un comunicado reciente de la Universidad manifiesta que: “Al-Azhar ha rechazado los intentos de algunos reformistas musulmanes que han sugerido una política más liberal respecto de los derechos de las mujeres, incluida la capacidad de divorciarse”.

Por otra parte, aunque Al-Tayeb acepte la responsabilidad de proteger a los coptos, puede ser incapaz de impedir que grupos musulmanes apunten a la minoría cristiana de Egipto. También la cooperación entre el ISIS y la Hermandad Musulmana hace especialmente difícil que El Cairo evite actos terroristas. Las células terroristas islámicas en Alejandría y la Península del Sinaí, donde han ocurrido muchos ataques contra los coptos, actúan independientemente del liderazgo político y religioso de Egipto.

Los cristianos como objetivos de los grupos terroristas islámicos también puede ser parte de un objetivo mayor, que es desestabilizar el régimen de Al-Sisi, que ha prometido seguridad a los egipcios y en particular a los cristianos. Los islamistas radicales como la Hermandad Musulmana y el ISIS ven a los coptos como sus enemigos ya que mayoritariamente la comunidad cristiana apoya al gobierno de Al-Sisi.

Francisco no se apartó de su agenda de moderación y flexibilidad en su visita, el Papa no cruzó la “línea roja” establecida por el Gran Imán. El Vaticano tuvo muy presente las advertencias de Al-Tayeb: “Hablar del Islam de una manera negativa era una línea roja” que no debía ser cruzada”. Y las cosas sucedieron como era de esperar.

Dada la reiterada reticencia del Papa Francisco a condenar los conceptos islámicos radicales, era poco probable que durante su visita a Egipto se apartara de su conocida postura pública cautelosa.

 

 

Fuente:infobae.com