Enlace Judío México – Con la acción “Denk Mal am Ort”, un juego de palabras entre “memoria y recuerdo”, berlineses recuerdan a las familias judías deportadas por los nazis, que vivían en las casas y apartamentos que ellos ahora habitan.

“En el oscuro sótano de esa casa viví oculta varios años”, cuenta Rahel R. Mann, de 80 años, mostrando la puerta de una casa con el número 2 de la calle Starnberger, en el barrio berlinés de Schöneberg. Allí escondida se pudo salvar, hace más de 70 años. Por esos años, era una chica de apenas siete años de edad, y pudo así escapar a ser deportada por los nazis, durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

“Recuerda en el sitio” es un proyecto que revive las historias de las familias judías que vivían en Berlín. Unas 55.000 de ellas fueron deportadas entre 1941 y 1943. La mayoría de los departamentos de los judíos deportados fueron habitados poco después por otros alemanes no judíos.

Fue la holandesa Denise Citroen la que en 2012 llevó a cabo, por primera vez, el proyecto “Hogares judíos” en los Países Bajos en el cual invitó a los habitantes a preguntar por las historias y el destino de los antiguos vecinos judíos durante la ocupación nazi. Una idea que ahora se realiza en Berlín.

En Berlín, sobrevivientes del Holocausto, junto con los actuales arrendatarios, abren las puertas de sus casas y apartamentos para contar cómo vivían allí las familias judías y cuál destino corrieron.

“Algún día, los nazis pegaron a nuestra puerta una estrella amarilla para señalar que allí vivíamos nosotros, una familia judía”, cuenta Rahel Mann. Y prosigue: “Yo me salvé porque cuando los nazis se llevaron a mi madre, yo estaba de visita donde vecinos que entonces me escondieron en un sótano, del que salí en abril de 1945 cuando los rusos llegaron a Berlín”.

El periodista Hugh Williamson ha investigado intensamente sobre su antiguo inquilino, de la calle Rosenheimerstrasse 40, un apartamento en el que ahora vive con su esposa Anke Hassel. Allí vivió la familia Katzenellenbogen en los años treinta. “Me impacta muchos saber quién vivía aquí en estas habitaciones y conocer el martirio al que fueron sometidos”, dice Williamson.

“La familia tenía tres ferreterías en Berlín, una a la vuelta de la esquina”, dice Williamson. “En 1939 huyó a Argentina”, agrega. Williamson y su esposa recopilaron información de la familia Katzenellenbogen en los archivos de Berlín, que despliegan sobre una mesa para compartirla con los visitantes. Los bienes de dicha familia judía fueron confiscados y después tuvieron que vivir en la pobreza en Sudamérica.

Hiltrud Lupjahn, una de las berlinesas visitantes, concluye: “Le parte a uno el corazón ver dónde y cómo vivían los judíos deportados, conocer todo lo que perdieron”.

Fuente: DW.es